Macaya hace un llamamiento a las sociedades que aún no están en la Federación para que hagan un “ejercicio de responsabilidad” y se “suban al barco”



11 dic. 2013 16:17H
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Javier Leo / Imagen: Pablo Eguizábal / Miguel Ángel Escobar. Madrid
El nuevo presidente de la Federación Española de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), Carlos Macaya, apenas lleva una semana en el cargo, pero sus tres años de experiencia en la vicepresidencia le permiten tener definidos unos objetivos muy claros para su nueva etapa al frente de la Federación: gestión clínica, acreditación y certificación. En el 'Café de Redacción' de Redacción Médica, Macaya explica cómo su llegada a la ‘capitanía’ de las sociedades científicas viene marcada por la ilusión de poder sumar a las asociaciones que faltan y por la promesa de una mayor transparencia y agilidad en el proceso de toma de decisiones.

Carlos Macaya, presidente de Facme.

¿Cuáles son sus primeras impresiones al frente de Facme? ¿Y los primeros retos que afrontar?

Los primeros retos que tenemos, una vez configurada la Junta Directiva, van a ser el desarrollo de los compromisos que ya ha adquirido Facme previamente. Facme en estos tres años anteriores firmó varios acuerdos marco con el Gobierno a través del Foro de la Profesión Médica, sobre gestión clínica, y con la Organización Médica Colegial (OMC), en torno a la recertificación de profesionales. Todo esto hay llevarlo a cabo junto con el nuevo sistema de acreditación. Aunque fundamentalmente en los próximos meses lo más urgente es implementar la gestión clínica, que es donde Facme quiere liderar el proceso.

¿Por qué ha escogido a estos candidatos para su Junta Directiva y no a otros?

He elegido a las tres sociedades de Atención Primaria (AP) fundamentalmente porque la AP, el médico de Familia, es el hilo conductor del proceso del enfermo. Al enfermo no hay que verle con una patología puntual en un momento determinado. Al enfermo hay que verle como un proceso continuo. Es un paciente que sabemos que va a vivir muchos años y que necesita un coordinador que, en determinados momentos del proceso, llame a la diferentes especialidades. Soy de los que creen que la Primaria juega un papel fundamental en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Medicina Interna, por su parte, es la madre de todas las especialidades médicas, es la más antigua, y de hecho es el núcleo de todas ellas. Me parece muy importante escoger un núcleo fuerte, un núcleo duro comprometido e implicado en todas las actividades en las que se va a involucrar Facme. Si a ese núcleo duro unimos otras sociedades como la Asociación Española de Cirugía, y el apoyo de algunas especialidades transversales, como es Radiologia o Neumología, resulta que tenemos una junta directiva muy potente.

Una de las críticas a la anterior Junta Directiva era la falta de transparencia y la lentitud de acción ¿cómo va a solucionar eso?

Yo creo que sí que se podrá hacer. Desde luego la transparencia es clara. No simplemente una intención, ni siquiera una vocación, es una realidad. Las tres sociedades de Primaria van a estar en la Junta, no va a haber ningún tipo de competencia. Las tres están comprometidas y van a funcionar con sinergias, por lo que no habrá ningún tipo de fractura entre sociedades afines como hubo otros años.

"Nuestra visión de UGC va en paralelo a la de las CCAA".

"En los próximos meses se verán los resultados del Pacto".


¿Cuáles son las líneas maestras de la gestión clínica que propone Facme? ¿Qué aporta sobre las experiencias vigentes en las comunidades autónomas?

Nuestra visión va a en paralelo con la de las comunidades. Lo que pretenden desarrollar las sociedades científicas dentro del acuerdo marco con el Gobierno es precisamente homogeneizar y dar unas líneas comunes a todo lo que sea gestión clínica, tanto en hospital como en Primaria. La gestión clínica es un concepto con el que todos comulgamos, sabemos lo que es. Se trata de transferir la capacidad de decisión a los profesionales con un objetivo común: mejorar la eficiencia del acto médico. Por eso tiene el apellido de clínica. El acto médico es el que cobra el protagonismo y lo desarrolla el profesional. En realidad es una reivindicación del profesionalismo médico, que es el conocedor de ese acto que, si lo hace con eficiencia, va a ser algo muy positivo para el sistema en su conjunto.

Ésa es la gestión clínica que desde Facme queremos llevar a las diferentes comunidades. Autonomías como Galicia, Castilla y León o Andalucía tendrán que adaptar y hacer a su medida los diferentes ‘trajes’ que configuremos. Puede haber unidades de gestión clínica (UGC) interhospitalarias o incluso entre especializada y Primaria. Eso es lo que queremos homogeneizar, esos modelos, porque si no se hace puede pasar que cada comunidad y cada servicio de salud entienda distintos conceptos de gestión clínica o aplique ideas que se alejan mucho del profesionalismo médico. Queremos ser un elemento de cohesión no solo conceptual, si no de aplicación de lo que es el proceso de gestión clínica. Un proceso que tiene que llevarse a cabo de acuerdo con el liderazgo de los profesionales, los servicios de salud y sus gerentes.

¿En qué punto de desarrollo está el acuerdo entre el Foro y el Ministerio?

Ese pacto está por desarrollar. Tiene lógicamente diversos obstáculos que superar. Entre ellos están aspectos puramente de relaciones contractuales donde hay una discusión, no banal, pero sí que se ha exagerado. No hay grandes problemas con la relación laboral del profesional médico y el servicio de salud dentro de una UGC. La relación tiene que ser laboral o tiene que ser funcionaria o estatutaria. Cualquiera de los tres regímenes pueden cohabitar dentro de la UGC y el profesional médico es libre de elegir uno u otro. No obstante, lo que queremos transmitir correctamente es qué es lo que las sociedades científicas creemos que son las UGC y cómo se deben de aplicar, sin prejuicios como parece que los hay ahora. Es un modelo no irrebatible, pero que sí debe suponer la línea en la cual todos los agentes sociales y sanitarios que tienen responsabilidad en el SNS deben moverse.

Carlos Macaya en el plató de Sanitaria 2000 junto con Javier Leo, redactor de Redacción Médica.


¿Las UGC pueden facilitar esa flexibilización laboral que se ha demandado en varios foros sanitarios?

En las UGC se puede efectivamente tener libertad en el sentido de la contratación, pero no por ello un régimen laboral o estatutario va a ser diferente. El régimen laboral de algunos hospitales es menos flexible que el régimen estatutario dentro de la misma comunidad autónoma. No creo que lo atractivo de las UGC sea flexibilizar la relación contractual. Lo importante de las UGC es comprometer, no solo involucrar, al profesional en el desarrollo de su profesión. Es verdad que nosotros pedimos flexibilidad en la dedicación laboral y en el modelo retributivo porque, en el fondo, el régimen estatutario te garantiza un puesto de trabajo pero te limita mucho el modelo retributivo. Un régimen laboral da una razonable seguridad con un modelo retributivo mucho más flexible en función del desempeño profesional. Es el único matiz entre modelos contractuales. Pero las UGC van a comprometer al profesional en busca de la excelencia, de la eficiencia. Para afrontar los grandes retos del SNS y de cualquier sistema basados en definir cómo incorporamos las nuevas tecnologías, los nuevos fármacos, cómo abordamos a los enfermos crónicos, etc.

¿Cuándo podrán ver los médicos los primero frutos de este acuerdo?

Es nuestro deseo que en los próximos meses se puedan resolver los diferentes y pequeños obstáculos que hay para implementar el desarrollo de la gestión clínica. Creo y espero que en este año 2014 se pongan en marcha ya verdaderas UGC, porque lo que hemos tenido anteriormente, desde hace casi 15 años, eran los institutos o las áreas. Estas experiencias suponían un mayor compromiso, una mayor involucración en la dirección del proceso medico, pero con una autonomía de gestión muy limitada. Nosotros lo que estamos demandando es mayor autonomía en esa gestión.

¿Cómo se implantarán esas ‘verdaderas’ UGC?

Servirán de guía a las comunidades autónomas. Nunca pueden ser impuestas. Es entre los servicios de salud, los gestores y los profesionales entre quienes tenemos que diseñar ese traje a medida para implantar esas UGC. Las primeras respuestas de los consejeros de sanidad han sido positivas en ese sentido. Todos los agentes estamos de acuerdo en el concepto de gestión clínica; ahora tenemos que llegar al acuerdo de cómo implementarlo.

"Debemos trabajar en la definición de los modelos asistenciales".

"Me gustaría que Neurología reconsiderara su salida de Facme".


¿Cuáles son los proyectos destacados de Facme para 2014?

Aparte del tema de las UGC, la acreditación con el renacido Seaformec y la recertificación de las capacidades medias, otro punto importante es analizar el papel que van a jugar las sociedades científicas en los modelos asistenciales. Nuestro sistema de salud tiene que modificar su modelo asistencial, de tratar al enfermo, sobre todo si queremos que sea sostenible. En ese cambio de modelo asistencial las sociedades científicas deben jugar un papel más importante del que actualmente se les tiene reconocido. Queremos una influencia mayor en ese aspecto de la política sanitaria, en la creación y modificación de los modelos asistenciales, que no será única, pero que sí tiene que modificarse y adaptarse a las circunstancias actuales para hacer viable el SNS.

¿Cuáles son las próximas sociedades que se unirán a Facme?

Somos ya cuarenta o cuarenta y una sociedades, porque en la última asamblea ingresaron tres nuevas: Medicina Laboral, Microbiología e Infecciosas y Oftalmología. Espero que Neurología, que dejó Facme el año pasado por problemas con el enfoque de la troncalidad, reconsidere la reentrada en la Federación. Será recibida con los brazos abiertos e iniciaré en breve los contactos pertinentes para intentar convencerles de ello. Otras especialidades que me gustaría que entraran serían Cirugía Cardiovascular, que creo que probablemente se incorpore, y una muy importante que no está, como es Anestesia. Es una especialidad transversal con mucho peso y clave y que no está en Facme. En cualquier caso, lo ideal es que entraran todas las sociedades porque indudablemente afinar todos los aspectos de la gestión no es lo mismo hacerlo con el enfoque de una sociedad transversal como Anestesia que con el de una horizontal como Primaria, por ejemplo. Canalizar y poner en común todas esas visiones enriquece mucho a Facme. 

¿Qué puede representar para ellas entrar en Facme?

Yo les diría a estas sociedades que estar dentro de esta Federación es subirse al mismo barco que nos va a conducir a mejorar entre todos el SNS. Cualquier aspecto positivo que se pueda originar, idea o concepto que se va a producir en Facme parte de la riqueza de todas las sociedades, una riqueza que va a ser compartida con al resto. Más que para obtener un beneficio individual, diría que las necesitamos dentro de Facme. Es un acto de responsabilidad para poder trabajar juntos en la reivindicación del profesionalismo médico como sociedades. Entre todos, lógicamente, la sinergia va a ser mucho mayor y mejor.

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