El sistema sanitario avanza hacia el objetivo de su descarbonización

Las circunstancias adversas derivadas del cambio climático y de las emisiones de gases de efecto invernadero afectan directamente a la salud. Según el Ministerio de Sanidad, el sector sanitario es responsable de aproximadamente un 4,4 por ciento de las emisiones globales netas de gases de efecto invernadero, lo que se traduce en torno a 1,6 gigatoneladas de dióxido de carbono. Para frenarlo, España cuenta con el Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente 2002-2026, cuyo Programa de Actuación 2024-2025 incluye medidas concretas para contribuir a la descarbonización de los centros sanitarios.

“El cambio climático es ya la mayor amenaza a la salud humana del siglo XXI y se configura, junto con la pérdida de biodiversidad y con la contaminación-generación de residuos, como los tres pilares en los cuales se sostiene la crisis ambiental a la que nos enfrentamos como sociedad”, explica el Ministerio de Sanidad en su Programa de Actuación 2024-2025 del Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente.

El principal objetivo de esta estrategia es “disminuir los riesgos para la salud de la población derivados de los factores ambientales y sus condicionantes; disminuyendo la carga de enfermedades causadas por ellos, identificando nuevas amenazas derivadas y facilitando el desarrollo de políticas en materia de salud ambiental”. Todo ello, según Sanidad, “permitirá afrontar los desafíos de la actual crisis climática”.

El segundo Programa de Actuación 2024-2025 propone actuaciones o acciones prioritarias sobre determinados factores ambientales “con el objetivo de prevenir, adaptarse y controlar los efectos que estos tienen sobre la salud”.

Centros sanitarios "sostenibles y resilientes"

Entre las medidas planteadas se encuentra el Plan Nacional de Reducción de Huella de Carbono en Centros Sanitarios, cuya meta principal es, por un lado, reducir la morbi-mortalidad relacionada con el cambio climático y con las emisiones de gases de efecto invernadero, y, por otro, “proteger la salud de las personas de los efectos adversos que conlleva el cambio climático”.

En esa línea, se plantea crear centros sanitarios “sostenibles y resilientes al cambio climático” para “proteger la salud de las personas” y “alcanzar el objetivo de neutralidad climática”, así como “mejorar la calidad del aire como factor influyente en la salud pública”.

El plan prevé cálculos de la huella de carbono en centros sanitarios a través de la herramienta ScopeCO2 de la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes), reconocida por el Ministerio de Sanidad. A raíz de ello se propone la puesta en marcha de iniciativas como un seguimiento de la evolución anual de los análisis y una guía de recomendaciones para la reducción de la huella de carbono en el sector sanitario.

Finalmente, se establecerán programas de formación para los profesionales de la salud “para detectar riesgos y vulnerabilidades de forma temprana, prevenir los impactos y articular los correspondientes planes de prevención capaces de reducir dichos impactos”.