Antoni Bayés, Ricardo López, Fernando Arribas, José Manuel Porres y María Teresa San Saturnino.
La aplicación de la telemedicina en la especialidad médica de Cardiología, con pacientes portadores de marcapasos o desfibriladores, ha demostrado grandes beneficios, como la reducción de los ingresos hospitalarios y la
mejora de las tasas de mortalidad de los pacientes con insuficiencia cardíaca. No obstante, los expertos coinciden que
la teleconsulta con el cardiólogo no debe sustituir la presencial. Precisamente, éste ha sido uno de los asuntos que se ha abordado en la jornada virtual
'La telemedicina, una aliada en la gestión de las patologías cardíacas', organizada por Redacción Médica y Abbott.
Presentado y moderado por
Ricardo López, director general de Sanitaria 2000, el encuentro se ha centrado en resolver todas las dudas sobre
el abordaje de patologías cardíacas mediante la telemedicina y telemonitorización y para ello los interesados han podido formular sus preguntas en Twitter mediante
el hashtag #CardioTelemedicina. La jornada se ha articulado en
dos mesas de debate con especialistas de primer nivel.
¿Cuál es el futuro de la telemonitorización en pacientes con patologías cardíacas?
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La primera de ellas ha analizado
el futuro de la telemonitorización y cómo ayuda a mejorar el proceso asistencial de estos pacientes. Ha contado con las intervenciones de
Fernando Arribas, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital 12 de Octubre (Madrid);
Antoni Bayés, director del Instituto del Corazón (iCor) y jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Germans Trias i Pujol (Barcelona);
José Manuel Porres, jefe de la Unidad de Arritmias Cardíacas del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital de Donostia (Guipúzcoa);
y María Teresa San Saturnino, presidenta de Cardioalianza y vocal de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP).
Los especialistas han coincidido en
la necesidad de la telemedicina para estos pacientes y que ésta ya forma parte de la tarea asistencial del cardiólogo. "La telemedicina es un
modelo asistencial evolutivo para dar respuesta a necesidades de los pacientes a distancia y es lo habitual en el trato hacia ellos", ha dicho Arribas, para destacar que los usuarios, como los que padecen insuficiencia cardiaca,
suelen tener más patologías, por lo que también se benefician; así como los que tienen
dispositivos implantados.
Si bien ha incidido en que
la consulta telemática y la presencial "son complementarias y están hechas para convivir, una no sustituye a la otra". "Todo telemedicina no, pero sí de manera estratificada", ha manifestado y después ha señalado que ésta
"no puede implantarse de forma impositiva , sino de de mutua satisfacción para pacientes y sanitarios".
"La
telemedicina combinada con dispositivos que demuestran eficacia es lo que está aquí para quedarse, pero hay que recordar que al paciente le gusta ver a su médico", ha explicado Bayés. El especialista ha hecho hincapié en que hay que ser "
igual de exigente con la telemedicina que con la medicina tradicional".
Los expertos abordan el futuro de la telemonitorización y su repercursión en el Sistema Nacional de Salud (SNS).
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El coronavirus acelera la telemonitorización cardíaca
Bayés ha indicado que
el coronavirus ha motivado un escenario nuevo en el que este virus tiene riesgos asociados a las patologías cardiacas y que los pacientes no puedan desplazarse tanto al hospital por el riesgo de infección, lo que "ha puesto de manifiesto la necesidad de telemedicina con
sistemas de telemonitorización hemodinámica". "
El ingreso por insuficiencia cardíaca se ha convertido en una epidemia, que cuando se vaya el Covid va a seguir creciendo".
Por su parte, Porres ha explicado su experiencia con
la monitorización remota en pacientes portadores de dispositivos de control del ritmo cardiaco. En este sentido, ha explicado que el impacto que ha tenido en sus pacientes es de "
evidencia, precocidad (permite conocer de forma muy temprana la existencia de eventos que precisen alguna intervención),
anticipación (permite adelantarse a la aparición de sucesos que pongan en riesgo el funcionamiento adecuado del dispositivo)
y seguridad para el paciente".
"El ingreso por insuficiencia cardíaca se ha convertido en una epidemia"
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En cuanto a la seguridad, el experto ha apuntado que la monitorización remota a los pacientes portadores de estos dispositivos les aporta la seguridad de que la gran mayoría "no presenta ningún problema, confirmado por
la ausencia de alertas y comunicaciones periódicas correctas". "Esta seguridad es la que permite suprimir las revisiones presenciales programadas sin valor y
solo se realicen aquellas que generan un beneficio clínico al paciente".
Buena disposición de los pacientes
En cuarto lugar, y para dar el punto de vista de los pacientes, María Teresa San Saturnino ha recordado que a pesar de que el coronavirus se haya cobrado miles de vidas, no se debe olvidar que
la primera causa de muerte es la enfermedad cardiovascular y ha lamentado que "estas cifras pueden estar aumentando en el contexto de la pandemia". "El Covid-19 ha desplazado la atención a la cronicidad y a las enfermedades cardiovasculares. Por ello hay que
aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías y para ello tenemos que estar implicados todos los agentes".
Ha destacado que para ello los pacientes "tienen que
perder ese miedo para participar en la teleconsulta" y ha abogado por la necesidad de que
tengan una buena disposición y a estar informados.
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