La rigidez laboral en la pública 'expulsa' a un experto en tuberculosis

Lo primero que hizo Gerardo Álvarez-Uría cuando regresó a España hace casi un año fue dar un paseo por su barrio, en Gijón, y preparar una lubina al horno con ensalada. Un auténtico "lujo" después de estar 15 años ejerciendo como médico de ayuda humanitaria en un hospital rural de India. Lo segundo fue apuntarse a la bolsa de trabajo de Asturias. En pleno "shock emocional", lo que no imaginaba es que esa dilatada experiencia como director del centro Bathalapalli, en la ciudad de Anantapur, le serviría de poco a la hora de encontrar un puesto fijo en el Sistema Nacional de Salud. 

"Tú metes tus méritos de acuerdo a un baremo, en el cual, lo más importante, con mucha diferencia, es el tiempo trabajado en el sistema público de España o en un país de la Unión Europea", ha explicado a Redacción Médica el facultativo, tras esperar un mes para poder figurar en la bolsa de empleo del Servicio de Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa). 

Por tanto, el actual sistema solo contabilizaría como experiencia los dos años que pasó como médico en Reino Unido y no los otros 15 que invirtió en el país con mayor número de casos de tuberculosis del mundo, teniendo que pasar, al menos 12 meses, para que esto cambie dado que los baremos, lamenta, "no se actualizan regularmente". En Asturias, de hecho, se realiza al final de cada ejercicio mientras que en otras comunidades hay que esperar "varios años" para que esto ocurra. Álvarez-Uría tampoco ha podido escalar demasiados puestos pese a las numerosas publicaciones científicas que ha ido elaborando en este tiempo, dado el tope de puntos que se otorgan a dichas actividades en las bolsas de empleo. 

En su misma situación estarían también todos aquellos médicos que hayan realizado parte su carrera profesional fuera del territorio europeo, como por ejemplo en Estados Unidos. "Llegan a España y es horrible porque toda su experiencia no les sirve para encontrar un puesto en el sistema público", ha lamentado. Esto, en su opinión, demuestra que el SNS es un sistema "hecho para la gente que ha trabajado aquí durante toda la vida", que desaprovecha "el talento de las personas que vienen de fuera". 

Desventajas para los médicos que ejercen fuera

Fue una baja inesperada lo que hizo que en 2009, después de cursar el MIR en Medicina Interna y haberse formado en Enfermedades Infecciosas durante dos años en Liverpool, este médico decidiera embarcarse en el proyecto de cooperación internacional con la Fundación Vicente Ferrer y abandonar de nuevo nuestro país, donde, por entonces, todavía era posible "ir con tu curriculum a un hospital y que te cogieran si era interesante".El endurecimiento de los requisitos para médicos extranjeros por parte del gobierno de India, hicieron que él y su mujer, médica de Familia, regresaran finalmente a España junto a su hijo recién nacido tras más de una década ejerciendo en el país del Sur de Asia. 

"Primero, no sabes cuando te van a baremar tus méritos y, segundo, esos méritos se bareman con una perspectiva del que lleva trabajando en esa comunidad autónoma mucho tiempo", ha expuesto el facultativo, quien ha tenido que inscribirse en la bolsa de empleo de Medicina Interna al no haber una específica para Enfermedades Infecciosas. Esto también disminuye sus opciones ya que, lo que cuenta, no es su experiencia en este campo sino los puntos que obtenga en la clasificación dentro de esta subespecialidad, según ha detallado. 

Una problemática que comenzaría con la propia negociación de los baremos entre los sindicatos profesionales y la consejería de sanidad pertinente según la región, puesto que, bajo su punto de vista, siempre "se va a intentar beneficiar" a los profesionales que trabajan en el propio sistema autonómico. 

Pese a reconocer que se trata de un sistema "justo", el profesional considera que, además de ser "objetivos", los baremos podrían estar mejor adaptados a aquellos sanitarios españoles que hayan trabajado en otros sistemas sanitarios extracomunitarios y que "quieren transmitir su experiencia externa". 

Descarta la sanidad privada 

A la vista de este escenario y la "dificultad" que, en su opinión, supone ejercer Enfermedades Infecciosas a nivel nacional, Álvarez-Uría se plantea volver a hacer las maletas y buscar trabajo en un país europeo, al menos, hasta que su hijo crezca y puedan valorar de nuevo la posibilidad de embarcarse en otro proyecto de cooperación internacional. 

La sanidad privada, sin embargo, no figura entre sus planes, aunque estaría dispuesto a trabajar en un hospital concertado llegado el caso. "Soy un médico que cree en la sanidad pública", ha afirmado de forma categórica, tras su experiencia en India . Más allá de sus convicciones, el médico es consciente de que su conocimiento en Infecciosas resulta especialmente valioso en poblaciones de bajo nivel socioeconómico, inmigrantes -los más afectados por tubercolisis o VIH, pacientes con problemas de drogadicción, etc. por lo que dicha especialidad "no tendría tanta cabida en la privada".