La identificación rápida de mutaciones permite tratar con terapias más precisas y seguras que la quimioterapia

Medicina de precisión, clave para tratar la LMA con mutación IDH1
Pilar Rodríguez, Adolfo de la Fuente y José Manuel Martínez Sesmero.


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En la leucemia mieloide aguda (LMA), más del 50 por ciento de los pacientes no son candidatos a quimioterapia intensiva, lo que limita sus opciones terapéuticas y reduce su supervivencia. La detección de mutaciones, como IDH1, es clave para optimizar el tratamiento y mejorar el pronóstico a través de la Medicina de precisión y las terapias dirigidas. Sin embargo, aún hay aspectos que dificultan el acceso homogéneo a este tipo de tratamientos. Una de las claves para superar ese hándicap es acelerar los procesos de evaluación, pero no la única. El futuro terapéutico también pasa por reforzar la perspectiva social con el paciente en el centro, a partir de un trabajo coral de todos los agentes implicados: farmacéuticas, Ministerio de Sanidad, comunidades autónomas, profesionales sanitarios y sociedades científicas y profesionales.

Para abordar esta y otras claves del tratamiento de cánceres causados por mutaciones genéticas, el plató de Redacción Médica ha acogido una mesa redonda en colaboración con Laboratorios Servier España, como expertos en el campo de la Oncología. Actualmente, el 75 por ciento de su inversión en I+D está dirigida no sólo a ese ámbito, sino también al de la Oncohematología. Prueba de ello es que tiene en marcha 16 nuevos proyectos en fase de desarrollo clínico y 14 en desarrollo preclínico.

Pilar Rodríguez, directora de Acceso al Mercado y Asuntos Regulatorios de Laboratorios Servier.

De acuerdo a Pilar Rodríguez Romero, directora de Acceso al Mercado y Asuntos Regulatorios de Servier España, “la mutación IDH1 está presente, según estimaciones de expertos españoles, en, aproximadamente, el 10 por ciento de los pacientes de nuevo diagnóstico que no son candidatos a quimioterapia intensiva”. Por tanto, se trata de “una enfermedad huérfana” con alternativas de tratamiento “limitadas”.

Las guías internacionales recomiendan pruebas genéticas en un plazo de tres a cinco días para identificar terapias dirigidas. Los intentos por conseguirlo han sido infructuosos durante décadas porque partían de una perspectiva global. El quid de la cuestión es que no sólo hay una LMA. “Lo que llamamos LMA agrupa, en realidad, muchos subtipos que están diferenciados por las mutaciones que subyacen”, destaca Adolfo de la Fuente Burguera, jefe del Servicio de Hematología y Hematoterapia del MD Anderson Cancer Center-Hospiten, de Madrid. Para el experto, desarrollar tratamientos dirigidos contra cada una de estas mutaciones “permite actuar de manera más precisa y efectiva”: “Si no hay una terapia dirigida, por desgracia, seguiremos teniendo que utilizar tratamientos convencionales con resultados menos satisfactorios”.

José Manuel Martínez Sesmero, subdirector médico del Hospital Lozano Blesa.

Otra de las ventajas de contar cada vez con más alternativas terapéuticas adaptadas a mutaciones concretas como la IDH1 es que favorece una mayor coordinación en el trabajo de los equipos sanitarios. En lo que a la Farmacia Hospitalaria se refiere, implica una labor constante de actualización de conocimientos y estrategias de abordaje de la enfermedad. El objetivo final está claro: “Ofrecer lo antes posible un acceso adecuado y sostenido en el tiempo a las innovaciones terapéuticas”, según José Manuel Martínez Sesmero, subdirector médico del Hospital Lozano Blesa, de Zaragoza, que ha participado en el debate a través de Zoom.

En el caso de Servier, su llegada a la Medicina de precisión se produjo con la adquisición, en 2021, de la división Oncológica de la compañía norteamericana Agios, que en aquel entonces ya tenía en desarrollo un fármaco para tratar la LMA con mutación IDH1. A partir de entonces, la compañía ha seguido trabajando para disponer de nuevas alternativas “que proporcionen una mayor esperanza de vida y una menor tasa de efectos adversos y complicaciones asociadas al tratamiento”, según Rodríguez.

En ese sentido, la responsable de Servier ha asegurado que España es “uno de los países que más ha contribuido al desarrollo clínico” de ese nuevo medicamento en el que trabajaba Agios. “Hay una apuesta decidida por el acceso”, ha añadido. En cualquier caso, a la espera de que esté financiado, hay en marcha un ensayo clínico de fase 3b que además de dar acceso al medicamento permitirá disponer de datos en vida real. A destacar que España está a la cabeza en reclutamiento en este ensayo. “La posición de la compañía es dar acceso al medicamento cuanto antes”, ha insistido Rodríguez.

Adolfo de la Fuente, jefe del Servicio de Hematología y Hematoterapia del MD Anderson Cancer Center.

Y he ahí gran parte del quid de la cuestión: acabar logrando un acceso homogéneo a las terapias dirigidas. Para De la Fuente, la heterogeneidad territorial afecta tanto a las “posibilidades diagnósticas” como a las “opciones terapéuticas”. La eliminación de barreras territoriales ha de pasar, según Sesmero, por mejorar los mecanismos de coordinación interregionales, algo en lo que tendrá un papel decisivo el futuro Real Decreto de Evaluación de Tecnologías Sanitarias cuya tramitación impulsó el Ministerio de Sanidad: “En campos como la Oncología, la Hematología y las enfermedades raras, probablemente ayude a la homogeneidad tan esperada por todos”.

Para De la Fuente, el otro gran hándicap para reglar el acceso a medicamentos es la demora burocrática. Desde que se descubren los beneficios de una terapia dirigida hasta que pasa el filtro a nivel europeo y, finalmente, se aprueba en España, “hay un periodo de tiempo nada despreciable”. Para paliar esa circunstancia, las sociedades científicas y de profesionales se centran en poner sobre la mesa alternativas de acceso temprano.

Otro de los factores clave de esa ecuación es el visto bueno a la financiación estatal, cuyo visto bueno también está sujeto a largas esperas. De ahí que en Servier se decidiera apostar por el ensayo clínico en fase 3b para acelerar el acceso terapéutico “por la vía de la investigación” -con los usos compasivos y los programas de acceso precoz como otras alternativas-, algo que, por otro lado, va a permitir “disponer de datos en vida real más allá de los de la evidencia del ensayo clínico”, según Rodríguez. En esa línea, Servier también ha promovido el impulso de un “programa de acceso precoz” a través de la Agencia Española de los Medicamentos y los Productos Sanitarios (Aemps).

Sesmero, por otro lado, ha defendido el uso de criterios de acceso que puedan aplicarse y adaptarse homogéneamente en todas las regiones, no sólo para lograr la equidad en el acceso: “También tenemos que garantizar una equidad de resultado ante un mismo problema de salud y coordinarnos en investigación y a la hora de compartir datos de salud porque, así, seremos más sabios y tendremos más información disponible”. En definitiva, según el experto, se trata de “un reto de coordinación, comunicación y transparencia y rendición de cuentas respecto a nuestros pacientes y la sociedad en su conjunto”.

Adolfo de la Fuente, jefe del Servicio de Hematología y Hematoterapia del MD Anderson Cancer Center; Manuel Ibañez, periodista de Redacción Médica; Pilar Rodríguez, directora de Acceso al Mercado y Asuntos Regulatorios de Laboratorios de Servier; y José Manuel Martínez Sesmero, subdirector médico del Hospital Lozano Blesa.

Adolfo de la Fuente, jefe del Servicio de Hematología y Hematoterapia del MD Anderson Cancer Center; Manuel Ibañez, periodista de Redacción Médica; Pilar Rodríguez, directora de Acceso al Mercado y Asuntos Regulatorios de Laboratorios de Servier; y José Manuel Martínez Sesmero, subdirector médico del Hospital Lozano Blesa.


En cualquier caso, el tratamiento dirigido para la LMA topa también con barreras dentro del ámbito hospitalario, por ejemplo, a la hora de implementar las pruebas moleculares en las que se basa la identificación de estas terapias. Para solucionarlo, De la Fuente considera que resultaría clave contar con “un circuito o una red de envío” de muestras a un “laboratorio centralizado o una serie de laboratorios centralizados” que “den respuesta de manera ágil y en tiempos sensatos” a las necesidades terapéuticas.

Es una idea que abrazan desde Servier, cuya labor en ese sentido se basa en “dar apoyo” a los grupos cooperativos que ya existen en España: “Disponen de plataformas para facilitar la realización de pruebas moleculares y la identificación de posibles mutaciones”, ha resaltado Rodríguez.

Esas vías de colaboración también resultan fundamentales a la hora de optimizar las inversiones en infraestructuras hospitalarias para asegurar un acceso más amplio a dichas pruebas. Para Sesmero, es necesario apostar por vías de cooperación “innovadoras” entre los hospitales y la industria farmacéutica “para diseñar hojas de ruta que generen posibilidades de tener disponible más tecnología”. A ello ha de añadirse una evaluación económica con perspectiva de inversión, pero que tenga también en cuenta cuál es el retorno en la salud de los pacientes, es decir, con “perspectiva social”.

Expertos conversan sobre Leucemia Mieloide Aguda.

Un instante del debate sobre Leucemia Mieloide Aguda y su abordaje innovador.


“Todos somos conscientes del impacto anímico que tiene la palabra leucemia”, ha señalado De la Fuente, quien ha destacado que las terapias dirigidas no son sólo más efectivas, sino también más seguras y más beneficiosas en el aspecto humano: mientras que tradicionalmente era obligatoria la hospitalización para tratar la LMA, las innovaciones terapéuticas han llevado a concluir que, “con frecuencia”, esa opción no es “imprescindible” para que el tratamiento de la enfermedad sea efectivo.

Para Sesmero, “tenemos que preguntar a las personas y desarrollar métodos de captura de la información sobre qué está viviendo el paciente en su contexto social, personal y laborar”, de cara a incorporar esa información a los posicionamientos terapéuticos. En cualquier caso, es algo que ya se hace en el estudio clínico en fase 3b ampliamente aludido durante el debate: “Ya incluye cuestionarios y análisis de lo que se llama calidad de vida del paciente”, ha recordado De la Fuente. Por su parte, Rodríguez ha apuntado que, en principio, el futuro Real Decreto de Evaluación de Tecnologías Sanitarias permitirá que el “valor social” se tenga en cuenta en la evaluación económica de los nuevos fármacos.

Los tres expertos coincidieron a la hora de señalar que, no obstante, aún queda trabajo por hacer para mejorar la percepción social de las terapias dirigidas. Según Sesmero, la última década ha sido “clave” para asumir el “concepto de enfermedad rara con perspectiva social”: “El mensaje social se está generando, está habiendo sensibilización, y creo que es bueno para que los decisores de salud cojamos el testigo y asumamos el mandato social de que tenemos que ponernos a trabajar”.

A la hora de mejorar el acceso a la información de pacientes y familiares de estos, Rodríguez ha reconocido que la industria ha de estar en un “segundo plano”, pero “dando soporte” al “esfuerzo en divulgación” al respecto: “Es un ejercicio de transparencia que los pacientes y la sociedad en general necesitan y merecen”.

De cara al mañana, De la Fuente apunta que cada vez son más las “aberraciones o mutaciones” de las células cancerígenas “que son accionables y se puede intentar tratar con una molécula o con un fármaco”, por lo que los avances en investigación y tratamiento pasarán, “probablemente”, por “las combinaciones de este tipo de medicamentos”. “La Medicina de precisión creo que es el futuro”, ha añadido.

En ese contexto, el “principal reto” de cara el día de mañana es, para Sesmero, “lograr gestionar toda la avalancha de innovaciones que, afortunadamente, vamos a tener a nuestra disposición”. En el caso de la industria, el desafío clave, de acuerdo a Rodríguez, es “mantener el compromiso de seguir colaborando con los grupos cooperativos españoles” para apoyar “cualquier iniciativa que pretenda mejorar el diagnóstico y el conocimiento de la enfermedad”, más allá de los intereses individuales de las propias compañías, del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas: “El reto es ponernos todos de acuerdo para mejorar la salud de los pacientes”.

El principal reto es lograr gestionar toda la avalancha de innovaciones que, afortunadamente, vamos a tener a nuestra disposición.

El debate trató el cambio de paradigma en LMA y las oportunidades que surgen para estos pacientes.

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