Ángel Hernández Merino, del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.
España no coincide con Reino Unido en la opinión de que, hoy por hoy,
los beneficios de la vacuna frente al Covid-19 en los menores de edad no son superiores a los riesgos potenciales.
Ángel Hernández Merino, del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, explica que actualmente se está estudiando el riesgo de miocarditis y periocarditis al inocular estas dosis en niños. Sin embargo, un
preprint reciente de autores estadounidenses señala que "los jóvenes varones infectados con el virus (entre los que hay un mayor riesgo) tienen
hasta seis veces más probabilidades de desarrollar miocarditis que los que han recibido la vacuna.
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"Necesitamos comprobar y asegurar todas estas estimaciones, pero
este estudio también aporta algo de tranquilidad. Aún no se puede decir de forma categórica, pero todo apunta a que el resigo es bastante menor con la vacuna que con la infección real", añade.
"Tradición de pragmatismo epidemiológico"
Entonces, ¿por qué ha tomado esta decisión? "La Epidemiología en Reino Unido tiene una gran tradición en el manejo de mucha información de buena calidad
. Es una opinión muy relevante a tener en cuenta. E interesante para ver cuál es el resultado y el devenir de la pandemia y su postura. Y
a advierten de que en función de determinadas variables pueden cambiar con el tiempo".
Con todo, asegura que les "parece un poco arriesgada y aventurada". "Los británicos son muy pragmáticos, de modo que pudiera entrar dentro de una
tradición de pragmatismo epidemiológico. Ahora les puede parecer lo más correcto, pero si las circunstancias son diferentes, o la información aconseja otro camino, cambiarán", explica.
La decisión británica, en opinión de la Pediatría española, "parece condicionar toda la confianza de buena evolución de la pandemia a que los adolescentes se infecten con cierta facilidad como demuestran los datos, pero como en su gran mayoría no van a enfermar de forma grave, no tendría trascendencia", explica.
Pero en opinión de la Pediatría española sí atañe riesgos. Aunque la mayoría de estos menores no enfermen, "
habrá algún caso, aunque sean pocos en número relativos, que se podrían convertir en graves", explica. Además, opinan que el camino hacia la inmunidad de grupo y la capacidad de transmisión se comprometen.
Aleja la inmunidad de grupo
"Los
menores de 18 años reperesentan en Reino Unido representan más del 20 por ciento de la población, que junto al número importante de personas con rechazo vacuna, nos parece que puede haber un porcentaje importante que quede al margen de la vacunación. No van a poder evitar que a transmisión comunitaria continúe a un ritmo importante", añade.
Todo esto también puede favorecer a que sigan produciéndose mutaciones del virus, que van a ir a favor de la transmisión: "
Parecen apostar un poco por la inmunidad natural: que se añada a la vacunal y entre ambas puedan sumar. Nuevamente un poco arriesgado".
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