Las matronas son las EIR que perciben sus condiciones formativas y laborales como peores.
Aunque el
EIR de Enfermería Obstétrico-Ginecológica es uno de los más ansiados por las aspirantes a especialistas enfermeras, las matronas son las EIR que peor se autoperciben, en relación a su situación laboral. Por otro lado, las residentes de Salud Mental son las que mejor visión tienen de su puesto durante los dos años de formación.
Así se destila según los
resultados preliminares del Estudio SEYRE, realizado por Enrique Caña Benítez, enfermero especialista de Enfermería Familiar y Comunitaria (EFyC); Francisco Miguel Doña López, también especialista de EFyC, y
Guillermo Vera, presidente de la Asociación EIR y R2 de EFyC, bajo el amparo de esta asociación. En la encuesta, en la que han querido analizar, desde la visión de las enfermeras,
cómo es la situación de cada especialidad, han indagado no solo en el aspecto retributivo, sino en la calidad de su formación, las guardias que realizan o las rotaciones.
Sobre la situación concreta de las matronas, por ejemplo,
son las EIR que hacen más horas de guardia. El 20 por ciento de las encuestadas afirma realiza más de 100 horas al mes de guardia, una cifra muy alejada del resto de especialidades, que hacen de media entre 40 y 60 horas de guardia mensuales. Asimismo, en una escala del uno al 10, las matronas residentes puntúan en con un 6,9 la flexibilidad a la hora de elegir guardias, situación que el estudio, matiza, "es algo menos flexibles que el resto".
Respeto del día de saliente de guardia
Al hilo de las guardias, las matronas también afirman en mayor porcentaje que el resto que
se les vulnera el derecho al día saliente de guardia tras realizar un turno nocturno. En este caso, un 37,1 por ciento asegura que es su situación, mientras que en otras especialidades el porcentaje ronda el 15 por ciento. Hay disparidad, pues en EFyC solo se vulnera ese derecho en un 7,9 por ciento de los casos, pero en Enfermería Pediátrica ocurre un 26,2 por ciento de las veces.
Sobre la
calidad de la formación, las matronas, de nuevo, aseguran estar en desventaja. En este caso, el informe apunta hacia que tienen
menos flexibilidad que en otras especialidades a la hora de ofrecer facilidades para acudir a actividades formativas externas, con una media de 6, en una escala del uno al 10. El resto de especialidades valoran este aspecto con una nota de 7,5 u 8. Además, sobre la financiación de estas formaciones externas, son las que afirman, en un porcentaje más alto (78,9 por ciento) que su Unidad Docente no les financia la asistencia a estas actividades.
En el campo de valoración de la
capacidad y gestión de las Unidades Docentes, las matronas siguen una tendencia más similar al del resto de compañeras de otras especialidades. De media, valoran esta gestión con un 5 del uno al 10, al igual que las EIR de EFyC y las de Geriatría. El resto sube la puntuación a una media de 6,5 puntos.
Las matronas también son las que
puntúan con peor media la calidad de sus rotaciones. Esta recibe una nota de 6 en una escala de 1 a 10, mientras que el resto de sus compañeras coloca la media en un 7. Además, son las que peor situación respecto a que el tiempo trabajado como EIR sume como tiempo trabajado en la bolsa de su servicio de salud. En el 76,2 por ciento de las encuestadas asegura que este tiempo no cuenta, en porcentaje más alto de las cinco especialidades en activo.
'Cara positiva' de ser matrona residente
La nota discordante llega cuando hablamos de las
bolsas de empleo específicas para las especialistas de Enfermería. Aunque en términos generales las matronas son las EIR que se autoperciben en la peor situación, el 95,6 por ciento de las encuestadas trabaja en una
Comunidad Autónoma donde existe una bolsa específica de trabajo para su especialidad a la que solo pueden acceder especialistas. Una situación que se torna lejana para otras compañeras, como las EIR de EFyC. El 75,7 por ciento de los encuestados de esta especialidad asegura que no existe bolsa específica de EFyC en su comunidad autónoma, o si existe, que no funciona.
La otra vertiente positiva de la Enfermería Obstétrico-Ginecológica llega a la hora de la
percepción de reconocimiento social. El 82 por ciento de las matronas encuestadas consideran que la población general tiene bien valorada su especialidad, un porcentaje mucho más alto que el resto de especialidades.
Aun con todas las dificultades,
las matronas en términos generales repetirían la decisión de elegir la especialidad. Según los datos de la encuesta, entre un 70 y 80 por ciento recomienda realizar la residencia en su comunidad autónoma, incluso en su Unidad Docente. Y esta puntuación aumenta hasta un 90 por ciento si se pregunta por recomendar realizar la especialidad en cualquier parte del territorio nacional.
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