Blanca Borrás y Jordi Bañeras, miembros de la Comisión Salud y Medio Ambiente del Hospital Vall d'Hebron.
El hospital catalán Vall d’Hebron está
elaborando una serie de recomendaciones para todos los pacientes que acudan al centro sanitario, pero, especialmente, para aquellos con mayor riesgo de sufrir un
evento cardiovascular. A pesar de que actualmente no haya muchas guías para actuar contra la
contaminación medioambiental en cuanto a la salud cardiovascular, el Vall d’Hebron ha puesto en marcha la
Comisión de Salud y Medio Ambiente con el objetivo de implantar unas recomendaciones para
prevenir los eventos cardiovasculares que se puedan generar o acelerar por la contaminación ambiental en los
picos más altos de polución.
“Sí que se ha llegado a documentar en algunos picos de contaminación ambiental
más asistencia a urgencias”, recuerda
Blanca Borrás, secretaria de la Comisión de Salud y Medio Ambiente del Hospital Vall d’Hebron. El responsable del grupo,
Jordi Bañeras, subraya en una conversación con
Redacción Médica que “en aquellos países donde se han puesto medidas para disminuir los niveles de contaminación ha habido una
disminución de enfermedades cardiovasculares”. Además, fija los días de mayor contaminación el momento adecuado para implementar las medidas: “Siempre son bienvenidas, pero
son más efectivas cuando hay más polución. En esos días deberían estar más activas”.
La filosofía del Servicio de Cardiología en particular, pero de todo el centro hospitalario en general, es poder ofrecer al paciente y a sus familiares unas
pautas para evitar la polución ambiental: “De la misma manera que en un alta hospitalaria se recomienda mantener una dieta saludable y realizar ejercicio físico dentro de la posibilidad de cada paciente, trabajamos para conseguir esa frase que resuma cómo prevenir los efectos de la contaminación”, explica Bañeras.
Tanto Bañeras como Borrás coinciden en que la idea de crear este órgano interno nace de la “
necesidad de dar una respuesta” a la cuestión de la polución. “Es uno de los
principales problemas de nuestro siglo”, advierte Borrás, a lo que añade que actualmente existe un “hueco” entre la evidencia científica y la parte asistencial. “Tenemos que poner sobre la mesa que
la contaminación ambiental nos está afectando, afecta a nuestra calidad de vida y a nuestra salud. Debemos transformar la evidencia que tenemos en
acciones concretas que tengan un impacto en la prevención de los efectos de la polución”, recalca Bañeras.
Recomendaciones "generales y útiles" para evitar la polución
Las recomendaciones en las que están trabajando en el Hospital Vall d’Hebron serán “generales y útiles”, puesto que la finalidad es que
sean fáciles de implementar en la vida cotidiana. “Tienen que ser
cosas asequibles, que el paciente realmente pueda hacer para mejorar su salud”, detalla Borrás. Si una persona vive al lado de una zona industrializada de alta condensación contaminante, la secretaria de la Comisión admite que no se le podrá pedir que cambie de domicilio, por lo que tienen que ser
acciones “prácticas”.
Entre esas pautas podrían estar el intentar
pasar más tiempo del día en zonas verdes o
elegir un recorrido diferente que el que se usa habitualmente para evitar calles más transitadas por vehículos, por ejemplo, tal y como explican los miembros de la Comisión. Un grupo de trabajo que pretende dar recomendaciones de manera global, para todos los pacientes y no solo para los que presentan enfermedades respiratorias o cardiovasculares.
La mascarilla, descartada en los picos de contaminación
En un principio la Comisión del Vall d’Hebron
no contempla recomendar el uso de las mascarillas. No obstante, Jordi Bañeras reconoce que no sabe “si llegará ese día”. “Ya veremos, el futuro nos lo dirá, pero no veo un mundo futuro en el que todos vayamos con mascarillas. Hay que buscar estrategias de prevención que sean realmente efectivas a la contaminación”, recalca.
Esas medidas partirán de un
consenso multidisciplinar, puesto que en esta
filosofía del hospital no solo participa el Servicio de Cardiología, sino que también están presentes otras
especialidades sensibles a las enfermedades que puede generar la contaminación ambiental como la
Neumología. Desde la propia Comisión de Salud y Medio Ambiente fijan el verano de este mismo año como posible fecha para lanzar sus recomendaciones: “
En cuatro o cinco meses tenemos pensado lanzar la primera recomendación”.
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