Miguel Ángel Martínez, autor principal del estudio 'Predimed'.
Que la
dieta mediterránea es un puntal de la promoción y
prevención de la salud es algo de lo que pocos
médicos dudan. Sin embargo, un análisis de los datos utilizados para justificarlo ha levantado algunas sospechas.
‘
Predimed’, la piedra angular de la
evidencia científica del beneficio de la dieta mediterránea en la prevención de
eventos cardiovasculares, ha sido puesto en duda tras un análisis el año pasado de la metodología de asignación de participantes a cada brazo del estudio.
Estudio randomizado
Ese trabajo (firmado por
John Carlisle, del Torbay Hospital de Reino Unido y publicado en la revista
Anaesthesia) analizaba los métodos de reclutamiento y distribución de los participantes en distintos
estudios randomizados, concluyendo que esta randomización era incorrecta o insuficiente. ‘Predimed’ estaba entre ellos.
Hubo 425 participantes en el estudio a los que se les incluyó porque compartía casa con otro participante
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Los autores, liderados por
Miguel Ángel Martínez González, catedrático del Departamento de
Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, contactaron con los editores del
New England Journal of Medicine, que había publicado el artículo original en 2013, para retirarlo y reevaluar sus resultados.Han presentado su
artículo enmendado en la misma revista.
Aceite de oliva virgen extra y frutos secos
‘Predimed’ dividía a los participantes en tres grupos: uno que seguía la
dieta mediterránea con suplemento de aceite de oliva virgen extra; otro similar pero suplementado con
frutos secos (nueces, avellanas y almendras), y un tercer –que hacía las veces de grupo control– al que se le indicaba una
dieta no mediterránea pero baja en grasas.
De los 7.447 participantes originales con alto riesgo cardiovascular, hubo 425 que se incluyeron porque
compartían casa con otro participante y se les asignó al mismo para facilitar la tarea en la casa (y así no dar aceite a unos y almendras a otros).
En una de las once localizaciones del estudio hubo 467 reclutados que
fueron asignados a un brazo u otro dependiendo de su clínica de referencia. Además, en otra localización las asignaciones reales de 593 personas no eran coherentes con las tablas de distribución aleatoria.
Dieta mediterránea y enfermedad cardiovascular
Tras la revisión,
se excluyó a 1.588 participantes cuyos procedimientos de randomización se sabía o sospechaba que se habían desviado de los protocolos. Sin embargo, la revisión de los datos arrojó unos resultados similares a los anteriormente publicados.
Aquellos individuos asignados a la dieta mediterránea tuviero una tasa menor de eventos cardiovasculares
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El grupo que siguió una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra tuvo
96 eventos cardiovasculares en los casi cinco años de seguimiento (un 3,8 por ciento del total del brazo de investigación); el que recibía frutos secos vivió 83 eventos, un 3,4 por ciento; y el grupo de control informó de 104, totalizando un 4,4 por ciento.
Efecto "beneficioso" de la dieta mediterránea
Los investigadores concluyen que aquellos participantes “asignados a la dieta mediterránea, suplementados con aceite de oliva virgen extra o frutos secos,
tuvieron una tasa menor de eventos cardiovasculares mayores que aquellos asignados a una dieta baja en grasas”.
Por tanto,
los hallazgos de ‘Predimed’ siguen apoyando “el efecto beneficioso de la dieta mediterránea para la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular”.
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