Este refrán, tan español y popular, lo está acuñando el
Ministerio de Sanidad. Una nueva ley que va a pasar de puntillas por lo fundamental, la reclasificación de todos los profesionales de la Sanidad. Desde la entrada en vigor de la ley Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público, los técnicos medios y superiores deberían estar encuadrados en los
grupos de clasificación que establece el artículo 76 de esta ley. Es decir 17 años de transitoriedad que parece que, por fin, después de muchas reclamaciones y litigios judiciales se va a culminar. Pero para que esta correcta adecuación suceda
no hace falta una nueva ley.
Es por tanto necesario una nueva
reclasificación de todos los grupos profesionales en la sanidad, Incluso para estas categorías,
injustamente tratadas por las administraciones por tanto tiempo, que verán como su posible desarrollo profesional posterior se quede anclado de nuevo. Pero no solo los Técnicos, también los Médicos, Enfermeros, Fisioterapeutas, Matronas, es decir todas las titulaciones de Grado. Pero hay más, los profesionales de Gestión y Servicios, Auxiliares Administrativos, Celadores, etc.
¿Y esto por qué? Pues bien, porque
el desarrollo competencial no se quiere abordar, porque no va a haber una nueva clasificación del personal de la sanidad que reconozca las nuevas funciones y competencias que en la evolución de las tareas que se vienen desarrollando se van adquiriendo progresivamente, y por tanto se habilite en el Trebep para poder
reclasificar los grupos profesionales del personal de la sanidad. Ejemplo muy reciente es la creación de la
Categoría de Administrativos Sanitarios o Administrativos de la Salud, que va a contemplar el próximo Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2025- 2027, anunciado en el último Consejo Interterritorial. A priori. nuevas funciones, pero sin reconocimiento económico?
El problema fundamental radica en que la clasificación que establece el EBEP, o el Trebep posterior, no es concordante con las tareas y funciones que actualmente realiza el personal de la Sanidad. O, mejor dicho, hay una desadaptación de los niveles vinculados a esta clasificación.
No se reconoce la especialización del Médico, y de otros facultativos, Psicólogos Clínicos, Farmacéuticos, no se reconoce las competencias y especialidades, cada vez más complejas del personal Sanitario, Enfermeras, Matronas, Fisioterapeutas y demás.
No se reconoce las competencias y funciones específicas de los Auxiliares Administrativos (muy por encima de lo establecido), no se reconoce la necesidad de formación reglada de los celadores, para así reclasificarlos al grupo C2 y no en el E como están ahora, con sueldos pírricos.
"Una nueva ley que después de 21 años no reconozca todas las características y particularidades del personal de la Sanidad, no es concebible"
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Es decir, el Ministerio quiere una ley que posiblemente sea más actual y adaptada al año 2025 en otras cuestiones, no menos importantes, jornada, provisión de puestos, movilidad, jubilación (todas ellas reivindicaciones de mejoras de condiciones laborales, conseguidas tras sentencias ganadas, muchas de ellas teniendo que llegar hasta el supremo), pero
una nueva ley que después de 21 años no reconozca todas estas características y particularidades del personal de la Sanidad, no es concebible. No es una cuestión solo de dinero, que también. Es una cuestión además de reconocimiento de tareas, funciones y competencias que no se van a reconocer de ningún modo.
¿Qué pretende el Gobierno? Que cada vez asumamos más funciones y competencias, para sustituir la falta de otras categorías, para
no dotar de personal de categorías muy necesarias en el SNS, para tapar las miserias del sistema, siempre a costa de los mismos, los trabajadores, y todo ello sin el reconocimiento retributivo y competencial, es decir sin coste económico. Eso parece.
Hay diferentes formas de dicho reconocimiento,
no vale solo con plasmar una clasificación que ya existe actualmente, mediante la denominación formativa Meces y que no conlleva ninguna mejora, hacia la formación obligatoria requerida y las responsabilidades demandadas, impuestas y asumidas.
Se debe abordar una nueva
reclasificación de grupos profesionales en la sanidad, o en su defecto, una adaptación de los niveles vinculados a la actual clasificación, que conllevaría ese
reconocimiento económico. Es decir, un cambio en los complementos de destino, para todas las categorías de la sanidad, ya que conllevan competencias y funciones todas ellas con un alto grado de responsabilidad, y sobre las cuales no se derivan un salario acorde a estas.
No hace falta decir, faltaría más, que
CSIF no avalará ningún escenario que no aborde de forma definitiva e inmediata la adecuación de los Técnicos medios y superiores a los Niveles C1 y B que contempla el artículo 76 del Trebep. Desde CSIF estaremos vigilantes ante tal situación. Esperamos que la convocatoria de la mesa del ámbito se produzca pronto, pero no obstante CSIF no va a consentir que los trabajos realizados durante la
negociación y abordaje del Estatuto Marco, durante tantos meses no sirvan para lo fundamental, una verdadera adecuación y clasificación a las funciones actuales del personal de la Sanidad.