Un facultativo consuela al otro en el hospital.
Tras el examen MIR, los facultativos abordan
un momento crucial para su futuro laboral: la
elección de una especialidad. Durante años se forman como médicos internos residentes para convertirse en especialistas, pero, ¿qué ocurre si se dan cuenta de que se han equivocado de elección y continúan formándose en algo que "
no les gusta y les hace sufrir"?
Esta decisión es la que algunos profesionales sanitarios no entienden y que ha generado
un debate en las redes sociales. En concreto, uno de ellos “flipa” con lo “
normalizado” que está que los residentes continúen con una especialidad que no les gusta sin dejarla antes. “¿Soy el único que piensa que si la residencia me sobrepasa
la dejo sin pensarlo dos veces?”, ha preguntado.
Tras este mensaje en Twitter, más facultativos han querido compartir su opinión, como es el caso de un médico que ha asegurado que el problema, en ocasiones,
no es que no les guste su profesión, "que la aman", sino que "el "día a día" les puede llegar
a quemar a causa de la
relación con sus superiores o los
horarios de trabajo que les asignan. “No todo es que te guste, quizás es que la especialidad te puede encantar, pero no el sitio en donde te encuentras”, ha afirmado.
Seguir para no dejar el servicio con un residente menos
También han participado en este debate varios facultativos que
sí entienden a los residentes que continúan pese a
no estar contentos. Es el caso de un médico que ha opinado que ve “más justo aguantar
hasta el siguiente MIR" antes que dejar
una plaza vacante y el servicio con un
residente menos.
"Si es por incapacidad para hacer un buen trabajo, por supuesto lo dejaría, pero si es por no gustarme, pensaría que corresponde a aguantar porque ha sido lo que he elegido", ha detallado.
Apoyando esta última opinión se ha sumado la de otro médico, quien ha destacado que dejar la residencia "
no es tan fácil" por todo lo que conlleva dejar algo tan importante, y ha indicado que cree que "todos lo pasan mal" mientras están haciéndola.
"Algunos antes, otros después y otros todo el rato. Alguno logra sobrevivir y
reacondicionarse, llegando a sentirse a gusto de nuevo. Otros no", ha trasladado.
Depresiones durante la residencia
Pese a que muchos residentes piensan que su residencia es una etapa "fantástica de la profesión" existen
problemas para la salud, principalmente de
carácter emocional, y que se basan en la exigencia "externa y propia", que pueden conducir a situaciones de estrés e incluso
depresión durante los años de servicio.
Por intentar evitarlo, es importante que los futuros MIR sepan que "quizá" lo que encuentren al llegar a los hospitales "puede ser
muy distinto a lo que siempre habían imaginado", ha concluido con un Tweet una residente de primer año en Neurocirugía, quien ha reconocido no estar segura de estar haciendo la
especialidad que le hace feliz pero que "está en ello y por ahora es suficiente".
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