Ahora que agosto llega a su fin, ha quedado más que demostrado que ni las altas temperaturas han podido frenar la expansión del nuevo coronavirus. ¿Qué hace que el Covid-19 sea imparable?
Miguel Marcos, especialista en
Medicina Interna en el Hospital Universitario de Salamanca, lo explica en
Twitter.
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Porque ni el confinamiento al que se ha sometido la población durante la primavera, ni la obligación del uso de mascarilla en espacios públicos abiertos y cerrados, ni la disposición de gel hidroalcohólico en prácticamente todos los lugares cerrados han conseguido frenar su transmisión. Según el especialista, esto se debe sobre todo a tres factores.
El primero de ellos es su
capacidad de transmisión. "Sin entrar en tecnicismos -explica el internista--, es mayor que otros virus como la gripe. Y sobre todo se transmite en
espacios cerrados. Por eso es importante cerrar el ocio nocturno y tener cuidado o evitar reuniones familiares".
El segundo factor es la
gran cantidad de casos asintomáticos que hay. También con pocos síntomas que pueden pasar desapercibidos. "Si coges el virus y a los dos días estás malísimo no te puedes ir muy lejos. Este virus permite que la gente se suba a un avión y venga de la otra parte del mundo con el virus o que sigas trabajando y haciendo vida normal", afirma.
"Aquí no ayuda mucho -prosigue- que haya gente que necesite trabajar sí o sí o que haya empresas que prefieran seguir funcionando aunque sea a costa de trabajar con personal infectado. Esto es
un problema muy serio que probablemente no sea tan acusado en, digamos, Alemania".
"Alejarnos unos de otros", la mejor opción
El tercer y último factor es la
ausencia de una prueba sencilla y eficaz que detecte a todos los portadores o enfermos de Covid-19. "La PCR es muy útil pero puede no detectar
hasta el 30-40 por ciento de infectados (por la técnica, momento de la prueba, baja carga viral, etc.). Ahora mismo es imprescindible, pero ojalá desarrollemos esa prueba eficaz, rápida, fácil y barata que necesitamos", afirma.
En este punto, pone de ejemplo el crucero noruego que zarpó sin casos de Covid-19 y que, incluso habiendo realizado PCR a todos los tripulantes antes de salir, pero que no hicieron cuarentena, "cuando se quisieron dar cuenta tenían a cuatro tripulantes en el hospital, otros 32 positivos y cinco pasajeros", relata.
"¿Qué nos queda para parar el virus hasta la vacuna?" Pues
alejarnos unos de otros (sobre todo no juntarnos en sitios cerrados) como primera y mejor opción, y en segundo lugar las
medidas preventivas que conocemos. Es duro pero no nos queda otra hasta que tengamos una vacuna eficaz", concluye.
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