MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El consumo de cocaína, aun siendo la droga más importante en las ciudades de Europa occidental y meridional, se encuentra en expansión en las ciudades de Europa oriental; mientras que la metanfetamina, que históricamente solo se concentraba en Chequia y Eslovaquia, se encuentra ahora en ciudades de toda Europa, según datos de un estudio presentado en Lisboa (Portugal) por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA).
El estudio, el mayor proyecto europeo de investigación sobre el análisis de las aguas residuales, ha analizado 75 ciudades europeas de 25 países, por el grupo europeo SCORE, para estudiar las conductas de consumo de cocaína, anfetamina, metanfetamina, MDMA y éxtasis entre sus habitantes. España participó con análisis en las ciudades de Barcelona Lleida, Tarragona, Castellón, Granada, y Valencia.
El estudio apunta a un aumento general en la detección de cuatro de las cinco drogas estudiadas, aunque el MDMA fue la única droga en la que se registraron descensos en la mayoría de las ciudades investigadas; las mayores cargas se encontraron en las aguas residuales de ciudades de Bélgica, Francia, Alemania, Países Bajos y España.
En cuanto al consumo de cocaína, los residuos en las aguas residuales siguieron siendo más elevados en las ciudades europeas occidentales y meridionales (especialmente en Bélgica, los Países Bajos y España) pero también se encontraron rastros en la mayoría de las ciudades de Europa oriental, donde se observaron algunos aumentos. En general, en 2021, más de la mitad de las ciudades registraron aumentos de los residuos de cocaína en comparación con los datos de 2020 (32 de las 58 ciudades con datos de ambos años). Un reciente proyecto europeo sobre aguas residuales (EUSME) también detectó residuos de crack en las trece ciudades europeas incluidas en el estudio, con las mayores concentraciones de cocaína en Ámsterdam y Amberes.
En cuanto a la metanfetamina, el estudio señala que tradicionalmente estaba concentrada en Chequia y Eslovaquia, sin embargo ahora también está presente en Bélgica, Chipre, el este de Alemania, España, Turquía y en varios países del norte de Europa Dinamarca, Lituania, Finlandia y Noruega). De las 58 ciudades con datos de 2021 y 2020, alrededor de la mitad (27), notificaron un aumento de los residuos (a diferencia de los otros tres estimulantes, los residuos eran muy bajos o insignificantes en la mayoría de los lugares).
Por otro lado, el nivel de residuos de anfetamina siguió variando entre las ciudades, registrándose las mayores concentraciones en las ciudades del norte y el este de Europa (Suecia, Bélgica, Países Bajos y Finlandia) y en niveles mucho más bajos en las ciudades del sur. Sin embargo, de nuevo, de las ciudades con datos de 2021 y 2020, más de la mitad (28 de 55) notificaron un aumento de los residuos.
En cuanto al cannabis, las mayores concentraciones del metabolito del cannabis (THC-COOH) se detectaron en ciudades europeas occidentales y meridionales, en particular en ciudades de Croacia, Chequia, España, Países Bajos, Eslovenia y Portugal. Su consumo parece haberse visto menos afectado por los confinamientos por COVID-19 que otras drogas. En 2021, casi la mitad de las ciudades que analizaron los metabolitos del cannabis (13 de 31) notificaron un aumento de la carga de cannabis.
Finalmente el MDMA fue la única droga en la que los residuos disminuyeron en la mayoría de las ciudades estudiadas. Casi dos tercios de las ciudades con datos de 2021 y 2020 (38 de 58) notificaron un descenso de las concentraciones en 2021, posiblemente debido al cierre de locales nocturnos durante la pandemia de COVID-19 en los que esta droga se consume a menudo. Los residuos más elevados de MDMA se detectaron en ciudades de Bélgica, Alemania, Países Bajos, Suecia y Noruega.
Por otro lado, el estudio reveló diferencias entre ciudades del mismo país, que pueden explicarse en parte por sus diferentes características sociales y demográficas (distribución por edades, universidades, vida nocturna). En la mayoría de los países con múltiples centros de estudio, los residuos de tres estimulantes fueron mayores en las grandes ciudades que en las zonas más pequeñas. No se detectaron tales diferencias en el caso de la anfetamina y el cannabis. Diecisiete de los países que participaron en la recogida de datos en 2021 incluyeron dos o más localizaciones de estudio.
Es llamativo también que el análisis de las aguas residuales puede detectar fluctuaciones en las pautas semanales de consumo de drogas. Más de tres cuartas partes de las ciudades mostraron mayores residuos de cocaína y MDMA, que suelen ser de uso recreativo, durante el fin de semana que durante el resto de días de la semana (viernes-lunes), a pesar que gran parte de la economía nocturna seguía cerrada en Europa en 2021. Por el contrario, los residuos de las otras tres drogas se distribuyeron de manera más uniforme a lo largo de la semana.