La conflictividad laboral ha caído en los primeros ocho meses de 2017.
Las
actividades sanitarias y de servicios sociales han aumentado en los ocho primeros meses del año la suspensión de contratos. En concreto, un 14 por ciento respecto a 2016 con 73 suspensiones, 9 más en el año en curso, según los
datos publicados por el Ministerio de Empleo sobre regulaciones laborales.
En el conjunto de las actividades sanitarias y de servicios sociales se han producido
274 regulaciones de empleo, un descenso del 50,6 por ciento respecto al año anterior. Entre ellos, 137 fueron despidos colectivos -un 57,3 por ciento menos- y 64 correspondieron a reducciones de jornada, un descenso del 62,4 por ciento respecto a 2016.
Solo en Sanidad hubo hasta agosto 49 despidos colectivos, 43 suspensiones de contrato y 17 reducciones de jornada
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Distribuidos por sectores, la fabricación de
productos farmacéuticos acumula en los primeros ocho meses de 2017 60 regulaciones de empleo -ninguna en agosto-, de las que 2 fueron despidos colectivos y 58 suspensiones de contrato.
Peores cifras acumulan las
actividades puramente sanitarias, donde las 7 regulaciones de empleo de agosto suman hasta alcanzar los 109 en el acumulado anual. De ellas, 49 han sido despidos colectivos, 43 suspensiones de contrato y 17 reducciones de jornada.
Mejor suerte han corrido las
actividades veterinarias, que no han registrado ninguna regulación laboral en lo que va de año.
En términos generales, en 2017 han sido
1.884 las empresas que se han visto afectadas por este tipo de regulaciones, 1.103 menos que las 2.987 que se reguistraron en el mismo periodo del año anterior. Por sexos, las mujeres casi duplican en número a los hombres.
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