La ley sobre los Medicamentos y los Productos Sanitarios acabará con la dependencia de las guías de indicación

Las guías de indicación verán su fin con la ley del Medicamento
El vicepresidente del CGE, José Luis Cobos.


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El Ministerio de Sanidad apuesta por la democratización de la competencia prescriptora. Esta es la principal conclusión que deja el anteproyecto de ley sobre los Medicamentos y Productos Sanitarios, cuya tramitación parlamentaria aprobó este martes el Consejo de Ministros. Y es que uno de sus principales puntos es la inclusión de las profesiones enfermera y fisioterapeuta en el grupo de colectivos sanitarios capacitados para prescribir fármacos. Una actualización que, en caso de recibir luz verde en las Cortes Generales, hará que Enfermería dejé de depender de las guías de indicación.

El texto normativo señala que enfermeras y fisioterapeutas podrán prescribir medicamentos "dentro de las competencias que tengan atribuidas". Dicha afirmación equipara a sendas profesiones con aquellas tradicionalmente prescriptoras, como son los médicos, los odontólogos y los podólogos.

La consecución de la competencia de forma completa hace que las enfermeras no tengan que recurrir a las guías de indicación, uso y autorización de dispensación de los medicamentos sujetos a prescripción médica. Así, la actuación de este perfil sanitario dejará de estar encorsetado en el listado de respuestas farmacéuticas propuesto en cada manual. "El objetivo final es que la titulada en Enfermería pueda elegir que fármacos son los que tiene que utilizar en su ámbito de competencia, sin depender de un catálogo que especifique cuáles son", ha apuntado el vicepresidente del CGE, José Luis Cobos, a Redacción Médica.


"El objetivo final es que las enfermeras puedan elegir que fármacos son los que tiene que utilizar sin depender de un catálogo que específique cuáles son"



La ley sobre los Medicamentos y Productos Sanitarios liberaría a las enfermeras de las guías de indicación, cuya publicación es imprescindible para el ejercicio de la mencionada competencia sobre un fármaco.  A su vez, también acabaría con el retraso por parte de las Consejerías de salud regionales en su implementación. Y es que las profesionales de determinadas comunidades autónomas no pueden laborar con medicamentos autorizados en dosieres ya en el Boletín Oficial del Estado (BOE) por no contar con el protocolo específico para la implantación del manual.

Asimismo, tampoco tendrán que acreditarse para ejercer dicha función, como sucede actualmente. -se requiere un año de experiencia asistencial para la obtención-. Esta validación de su trayectoria profesional les da acceso a las diez guías de indicación publicadas hasta la fecha: heridas, diabetes mellitus uno y dos, hipertensión, quemaduras, ostomías, anticoagulación oral, fiebre, procedimientos diagnósticos o terapéuticos que requieren de anestésicos locales, deshabituación tabáquica e infección del tracto urinario inferior en mujeres adultas. Eso sí, siempre que su comunidad autónoma haya implantado el documento.


Cambios legislativos


La normativa derivará en distintas modificaciones de la arquitectura legislativa española. En el caso de la prescripción, se prevé una
reforma del Real Decreto 954/2015
sobre indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros. A la vez, se desarrollaría el articulado relativo a los fisioterapeutas.

El Consejo de Ministros establece un plazo de un año para la actualización de la prescripción enfermera desde la entrada en vigor de la ley sobre Medicamentos y Productos Sanitarios. Así, la dotación completa de dicha competencia para Enfermería y Fisioterapia podría postergarse algo más en el tiempo, lo que alargaría la vida de las guías de indicación. Hay que recordar que estas se mantendrán como garantes del empleo de fármacos por parte de las enfermeras durante el periodo de tramitación parlamentaria y reforma normativa.


Escenario futuro


La ampliación de dicha competencia cambiará la rutina de las enfermeras, al incrementarse sus prestaciones con medicamentos, y la del propio Sistema Nacional de Salud (SNS), que contará con una plantilla de mayor tamaño que pueda llevar a cabo esta competencia. Asimismo, la formación que reciben las estudiantes en el grado podría cambiar, ya que se ampliaría el volumen de medicamentos de forma exponencial. Por ejemplo, a través del refuerzo de los contenidos farmacológicos, presentes en el plan de estudios a través de una asignatura obligatoria o de forma trasversal en otras materias.

Por otro lado, este punto del anteproyecto de ley podría ser objeto de críticas por parte de otras profesiones. Hay que recordar que la Organización Médica Colegial -junto al apoyo de otros colectivos sanitarios- ha recurrido en distintas ocasiones las guías de indicación aprobadas por la Comisión Permanente de Farmacia del Consejo Interterritorial. Bajo su punto de vista, estos documentos no garantizan la seguridad del paciente, algo que desde el CGE niegan con rotundidad, al contar las egresadas en Enfermería con conocimientos suficientes sobre medicamentos. Unos antecedentes con los que no descartan una intervención de la entidad colegial médica contra la prescripción enfermera y fisioterapeuta.
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