El Papa crea la Fundación Sanidad Católica para apoyar a sus hospitales

El Papa Francisco ha anunciado la creación de la Fundación para la Sanidad Católica, cuyo papel será prestar ayuda económica, así como un apoyo en las tareas de gestión. De esta forma, la nueva Fundación prestará sus servicios tanto a las órdenes religiosas como a otros entes eclesiásticos que gestionan centros de salud, ambulatorios u hospitales en todo el mundo.

El origen de esta Fundación reside en la crisis que afecta a diversas estructuras sanitarias gestionadas por órdenes religiosas, que a menudo se ven en la imposibilidad de seguir manteniéndolas y las ponen en venta.

En palabras del Papa Frnaciso, "incluso en la Iglesia ocurre a veces que algunas instituciones sanitarias por una no buena gestión no van bien económicamente. Lo primero que se te ocurre es venderla. Pero tu vocación como Iglesia no es tener dinero, es hacer servicio y el servicio siempre gratuito. No se olviden: salvar las instituciones gratuitas".

En este sentido, tras una operación intestinal el pasado mes de julio, el Papa ha remarcado que "en estos días de hospitalización, he experimentado lo importante que es tener un buen servicio sanitario, accesible a todos, como hay en Italia y en otros países. Un servicio sanitario gratuito que garantice un buen servicio accesible para todos. No debemos perder este bien precioso. Hay que mantenerlo. Y por esto todos tenemos que comprometernos, porque es útil para todos y requiere la contribución de todos".

Fundación para la Sanidad Católica

La nueva Fundación Vaticana, que estará dirigida por Monseñor Nunzio Galantino, es un "ente vinculado a la Santa Sede" para que "pueda operar bajo su soberana autoridad y como entidad instrumental de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, que proveerá su gobierno y todo lo necesario para su funcionamiento", tal y como ha señalado el Papa.

La Fundación podrá llevar a cabo todo tipo de operación permitida por la legislación del país en el que se encuentren los centros sanitarios objeto de la propia actividad, buscando asegurar el respeto de la doctrina social y la sostenibilidad económica. Los centros sanitarios católicos, a los que por diversas razones les resulta seguir adelante, podrán así evitar opciones demasiado condicionadas por la urgencia.