"La comunicación entre el paciente y el cirujano plástico es fundamental"

La Cirugía Plástica es una especialidad quirúrgica que se ocupa de la corrección de todo proceso congénito, adquirido, tumoral o simplemente involutivo que requiera reparación o reposición o que afecte a la forma o función corporal. Sin embargo, esta especialidad médica no solo atañe a lo estético y a lo psicológico, sino también a lo funcional, puesto que procura restaurar o mejorar la función y el aspecto físico en las lesiones causadas por accidentes y quemaduras, en enfermedades y tumores de la piel y tejidos o en anomalías congénitas, entre otros.

Las intervenciones más comunes varían de una zona a otra y de una clínica a otra. "Desde mi experiencia, la cirugía de los párpados es una intervención tremendamente demandada, con numerosas consultas todos los días. Parece que con las mascarillas le hemos empezado a dar importancia a los párpados. Por otro lado, la cirugía de aumento de mama y, en contra de lo que cabría esperar, la reducción mamaria, comporta un volumen muy importante de cirugía. Nosotros en concreto llevamos a cabo tratamientos de mama compleja; mama tuberosa, revisiones de cirugías previas, etc.", señala Valentín Yuste, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora de HLA Montpellier.

La Cirugía Plástica es una especialidad que ha sabido adaptarse al progreso de la ciencia médica y ha contribuido a su desarrollo. "Las técnicas quirúrgicas se han mejorado enormemente, lo que ha permitido a los cirujanos realizar tratamientos e intervenciones más precisos, menos invasivos y con menos complicaciones. Se han desarrollado nuevas herramientas, como láseres y ultrasonidos, que permiten a los cirujanos realizar procedimientos con mayor precisión y menos daño al tejido circundante. Las técnicas de endoscopía, los trasplantes autólogos de tejidos como la grasa, el cultivo de células madre, y la medicina regenerativa con PRP o plasma rico en plaquetas han hecho importantes aportaciones al campo de la cirugía plástica, ofreciendo resultados más naturales y duraderos", apunta Mario Secorun, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora de HLA Montpellier.

Sin embargo, la gran revolución de la cirugía plástica en las últimas décadas se ha dado en el campo de la cirugía reparadora con la generalización de la transferencia libre de tejidos. "Esto consiste en quitar un tejido que nos sobra, por ejemplo, la barriga, y trasponerlo a otra parte donde lo necesitamos, en este caso, una mama que buscamos reconstruir por un cáncer. Esto nos ha dado una libertad para reconstruir partes dañadas casi infinita. Podemos reconstruir hueso, poner piel donde antes no había o aportar un músculo a una zona paralizada (en el caso de la parálisis facial)", añade Yuste.

Los avances y aportaciones en la Cirugía Plástica

Los avances tecnológicos han contribuido a mejorar la seguridad y la calidad de la cirugía y han hecho posible el empleo de técnicas cada vez más complejas. "Estas mejoras han contribuido a reducir la duración de los tratamientos quirúrgicos y a disminuir el tiempo de recuperación para los pacientes. Esto ha permitido que los pacientes tengan un mejor postoperatorio, ya que el dolor y los efectos secundarios son menores", señala Secorun.

Los avances en el caso de la cirugía de pecho son evidentes por la cantidad y calidad de la investigación. "La mayoría de los cirujanos ha pasado del plano subglandular al plano subpectoral o dual, que da unos resultados mucho más naturales y disminuye las complicaciones a largo plazo. El desarrollo de la analgesia regional ha permitido que se anestesien los nervios que inervan la mama y el pectoral, de tal modo que el postoperatorio sea mucho más llevadero para la paciente. Una vez dormida, infiltramos estos nervios y así evitamos el dolor postoperatorio durante días", indica Yuste.

La comunicación entre el paciente y el cirujano es fundamental. Es necesario por parte del paciente plantear sus inquietudes de forma clara. "Las inquietudes más frecuentes entre mis pacientes son los riesgos asociados a la intervención, preocupación por los resultados, dolor durante el postoperatorio, tiempo de recuperación, tipo y seguridad de la anestesia, efectos secundarios, cambios naturales en la apariencia física, disponibilidad de tratamientos alternativos, coste de las intervenciones o necesidad de mantenimiento, entre otros", señala Secorun. En definitiva, para una buena práctica quirúrgica es clave mantenerse actualizados, tener un buen equipo humano y técnico, ser honestos y hablar con los pacientes para que haya un acuerdo entre lo que se busca y lo que se va a obtener.