Congreso de los Diputados.
Uno de cada cuatro médicos en España ha desarrollado
síndrome de burnout debido a la alta presión a la que es sometido durante su trabajo. Según explica el
Gobierno en una de sus últimas respuestas parlamentarias, en concreto, un
24 por ciento de los facultativos del Sistema Nacional de Salud sufre esta afección, que no solo afecta a su bienestar personal, sino que también
compromete la calidad de la atención que reciben los pacientes. A pesar de que no avanza ninguna medida para solventar este problema, sí que señala la necesidad de llevar a cabo "estrategias para prevenir y mitigar esta situación".
Según el informe que resume el Ejecutivo en su respuesta, la
prevalencia de burnout en médicos puede
oscilar entre el 18 por ciento y el 51 por ciento. En concreto, depende de si se miden una, dos o tres dimensiones del síndrome. Se trata de un estudio que incluyó a
16.076 participantes, y que fue publicado este mes de abril por el
Instituto de Salud Carlos III y elaborado por la Escuela Nacional de Sanidad.
Pese a que, según el Gobierno, se da una elevada
heterogeneidad entre los estudios revisados, las conclusiones indican una alta
prevalencia de burnout en el sector médico. A pesar de que en su pregunta, el
PP consultaba si se pondrán en marcha
medidas específicas para paliar esta situación, el Gobierno no ofrece detalles al respecto, aunque ndice en que se están realizando
estudios que proponen analizar sus dimensiones mediante "
una revisión sistemática con metaanálisis".
Patología mental como enfermedad profesional
El
desgaste profesional de los médicos, junto al resto de profesionales del sector, se ha agudizado en los ultimos años, aunque los
riesgos psicosociales siempre han sido inherentes a la labor de estos trabajadores. Con el fin de mejor la situación tanto para facultativos como para enfermeros y resto de sanitarios, los
sindicatos ya han pedido al Gobierno
medidas para mitigar esta sutación.
En este sentido, en enero, la ministra de Sanidad,
Mónica García, se mostraba abierta a estudiar la posiblidad de que las
patologías mentales sean reconocidas como enfermedad laboral de los profesionales del
Sistema Nacional de Salud (SNS) que las padezcan. Es uno de los principales compromisos que ha adquirido la titular del departamento con los responsables de los principales sindicatos, entre ellos UGT, CCOO, CSIF, Satse y el Sindicato de Técnicos de Enfermería.
En la misma línea, la directora del Comisionado de Salud Mental,
Belén González ya adelantaba en febrero a este medio su intención de hacer de la
patología mental una enfermedad profesional. "No solamente se va a trabajar en la inclusión de la patología mental como
contingencia profesional, sino que se va a hacer un esfuerzo de
vigilancia epidemiológica al respecto, que nos dé información sobre el fenómeno y oriente la toma de medidas", explicaba.
Burnout en sanidad
Por el momento, el
Ministerio de Trabajo, que es el órgano competente para la
actualización del catálogo de enfermedades profesionales, no se ha posicionado acerca de la reclamación que recibió el pasado enero de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).
Las demandas de los sindicatos cuentan con el respaldo de la
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), que ha destacado recientemente al personal de los servicios sociosanitarios como el más afectado por riesgos laborales relacionados con el
estrés, la
depresión y la
ansiedad.
Lo mismo por parte de la
OCDE, que ya ha advertido de la importancia de mantener vigiladas las
condiciones laborales de los sanitarios, con el fin de "evaluar tendencias" y "abordar los problemas persistentes" del entorno de trabajo que se vinculan, en especial, a la
salud mental, y que afectan a "más de la mitad de los
médicos y
enfermeras" que trabajan en hospitales.
El desgaste profesional de los médicos
El
síndrome de desgaste profesional o burnout se considera un trastorno que ocurre como resultado del
estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado con éxito. Los profesionales sanitarios, y en concreto los
médicos, son una
población en riesgo de sufrir burnout por el tipo de trabajo y la implicación emocional que este requiere.
El
burnout en médicos está asociado con una disminución del desempeño profesional, problemas de seguridad del paciente y una menor satisfacción de las personas usuarias, tal y como recoge el propio estudio, que afirma que esta afección se está convirtiendo en un
problema social y de salud pública.
Burnout en las facultades de Medicina
Este no es un problema que se limite a los pasillos de los hospitales. El
burnout también ha llegado a las
aulas de las
facultades de Medicina, según un estudio publicado en Journal of the American Medical Association (JAMA). Se trata de una afección presente mayoritariamente en las
mujeres o en los profesores que pertenecen a grupos raciales o étnicos subrepresentados en Medicina.
A pesar de que actualmente esté ganando peso en el debate público, este problema entre
médicos no es nuevo
y ya existía antes de la pandemia del
Covid-19, aunque el estudio también indica que se intensificó con esta crisis sanitaria, al afectar directamente en las
condiciones de trabajo de estos profesionales.
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