Carlos Cumplido, analista clínico e investigador del CSIC, junto a uno de los niños protagonistas del estudio.
Los pacientes con
parálisis cerebral o
Atrofia muscular espinal (AME) pueden aumentar su fuerza y su movilidad gracias al uso en rehabilitación del exoesqueleto pediátrico, una órtesis robótica con motores a la altura de la cadera, rodilla y tobillo que permite la movilidad para dar pasos hacia adelante y mantener la posición erguida. En un estudio reciente publicado en la revista científica
Journal of NeuroEngineering and Rehabilitation se concluye que en un programa de corta duración, con once sesiones de 60 minutos desarolladas en un mes, los niños con esta afección son capaces de caminar solo con la ayuda de la órtesis y ganar, con ello, fuerza en su musculatura.
Este importante hallazgo que certifica en su estudio el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y
Marsi Bionics supone un gran avance en la rehabilitación de estos pacientes y
abre una nueva vía en la recuperación de los niños con parálisis cerebral y Atrofia muscular espinal (AME). Los afectados por esta enfermedad cuentan con una gran restricción de movimiento, no pueden estirar completamente las piernas, y gracias a esta órtesis robótica su situación cambia por completo, tal y como se desprende de esta investigación.
Eva Barquín, Directora Clínica de Marsi Bionics (la empresa que desde 2013 desarrolla el exoesqueleto), y
Carlos Cumplido, analista clínico e investigador del estudio del CSIC, explican a
Redacción Médica que "los niños que participaron en este estudio experimentaron, al finalizar estas 11 sesiones, un 60 por ciento de incremento de fuerza de cadera, así como de un 48 por ciento en los
músculos extensores de rodilla. El rango de movimiento de las
articulaciones tobillo y cadera aumentó en torno a un 34 por ciento y un 13 por ciento respectivamente".
"Nos indica que en cortos periodos de uso (un mes) los niños ya reportan mejorías clínicas", asegura Eva Barquín a este periódico. Además, señala los
"beneficios cardiorespiratorios" que experimentan los pacientes con el uso de este dispositivo gracias al ejercicio que realizan.
"El estudio viene a acreditar a su vez el
efecto complementario con el tratamiento farmacológico. Todos los niños del estudio llevan recibiendo medicamentos durante años y el único cambio que se ha producido durante ese mes ha sido el uso del exoesqueleto. Es decir, los resultados demuestran que el dispositivo potencia el efecto de los tratamientos contra la AME".
Rehabilitación con actividades lúdicas en bipedestación
El trabajo del fisioterapeuta cambia completamente con el uso del exoesqueleto, puesto que el dispositivo "posee un marco que da estabilidad al niño y permite que no haya un fisioterapeuta sujetándolo". En este tipo de terapia no se precisan varias personas para trabajar con el menor (uno que lo sujete, otro que le ayude a realizar los movimientos con una pierna y otra para movilizar otra pierna, en función del paciente). "Se necesita solo
un fisioterapeuta que va a trabajar delante del niño porque el exoesqueleto se encarga de ejercer la fuerza para sostener al paciente y que pueda permanecer erguido en bipedestación en una
posición óptima sin riesgo a lesionarse". Esta diferencia marca a su vez la sesión de rehabilitación puesto que estas sesiones se dedican a "actividades lúdicas, con las que se rehabilitan y aprenden, y en las que los pacientes tienen gran autonomía".
Barquín: "La terapia con exoesqueleto no se centra en la propia seguridad del paciente, está enfocado a los objetivos del tratamiento"
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Eva Barquín destaca que esta terapia cambia por completo el concepto de la misma puesto que "no se centra en la propia seguridad del niño sino que está realmente enfocado a los
objetivos del tratamiento". De esta forma se consigue una recuperación mucho más rápida", afirma a
Redacción Médica.
Entre otras actividades, la
rehabilitación con la órtesis
robótica incluye diversos deportes. El baloncesto o el hockey, son algunos de los ejercicios que los niños con AME pueden practicar gracias a que el exoesqueleto ejerce la fuerza necesaria para mantener al menor erguido con el que se puede trabajar a la vez la
musculatura del cuello, el tronco y los brazos.
Nuevo estudio de efectos a largo plazo con La Paz
Carlos Cumplido explica a
Redacción Médica que actualmente se está realizando un estudio del efecto de este dispositivo a largo plazo, en concreto dos años de duración, en el que participa el
Hospital de La Paz (Madrid) con menores de entre 3 y 12 años que presentan problemas neuromusculares. El objetivo es certificar el beneficio que aporta al paciente esta órtesis robótica en las limitaciones de su movilidad. "Queremos evaluar también aspectos funcionales, cómo se pone de pie el niño (si puede, que algunos no pueden), cómo se sienta... Pero también de
calidad de vida, tanto de los niños como de los padres y los resultados que estamos obteniendo son muy positivos".
En este nuevo estudio que está en marcha, participan "niños con
enfermedades neuromusculares y parálisis cerebral. Actualmente llevamos más de la mitad del tamaño muestral para terminar el estudio. Esperamos poder publicar pronto los resultados que estamos obteniendo, como la mejora en parámetros cardiorespirarios", explica.
Otro beneficio que se está viendo a largo plazo en el uso del exoesqueleto es la posibilidad de que estos niños que sufren "deformidades por su inmovilidad pueda
retrasar las intervenciones quirúrgicas a las que suelen someterse". Y todo ello, conlleva un cambio en la calidad de vida que afecta no solo al propio paciente, también a sus padres. "Esa mejoría en la fuerza y en la movilidad representa tiene también un
impacto psicológico muy positivo", destaca Eva Barquín.
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