Ángel Ayuga, Cristina Bando, Inés Perea, Antonio Gil-Nagel y Vicente Villanueva.
El
cannabidol (CBD) puede cambiar la vida de pacientes con formas raras de epilepsia. El Ministerio de Sanidad ha aprobado Epidyolex, el primer medicamento a base de esta sustancia química que se encuentra en la marihuana para el tratamiento, junto con clobazam, para las crisis epilépticas asociadas al
síndrome de Lennox-Gastaut (SLG) y al síndrome de Dravet (SD). Se utilizará en pacientes a partir de dos años de edad.
"Es un día especial para los pacientes españoles", ha asegurado
Inés Perea, directora general de
Jazz Pharmaceuticas en España y Portugal, durante la presentación de este fármaco para tratar "dos formas raras de epilepsia"
. Cristina Bando, directora senior de la Unidad de Negocio de Neurociencia de la farmacéutica, ha recalcado que la compañía ha intentado desarrollar al máximo el potencial de la investigación de la planta del cannabis a través de "rigurosos ensayos clínicos" y los "procesos regulatorios establecidos para los medicamentos".
Solo así se podría aprobar un fármaco de estas características. "Creemos que
pacientes y familiares deben disponer y tener acceso de medicamentos derivados del cannabis", ha añadido Bando, que ha reconocido el "ruido" que hay en torno a esta planta.
Fue en 1988 cuando la investigadora
Allyn Howlett descubrió que el principio activo de la marihuana, el THC, surtía su efecto cuando se acopla a un receptor cerebral específico. Se vio entonces que funcionaba para relajar, comer o dormir. "Pero a lo largo de estos años, tanto en estudios en animales como en humanos, se puede decir que
el sistema cannabinoie tiene muchas funciones, como la neurogéneis, el estado del ánimo, el metabolismo de lípidos y glucosa o el crecimiento", ha citado, entre otros,
Ángel Ayuga, director médico del Área de Jazz Pharmaceuticals España. "Es un sistema complejo a explorar y estudiar".
Con respecto al fármaco, ha indicado que han extraído el CBD de plantas cultivadas selectivamente, de "acuerdo a buenas prácticas agrícolas y de recolección", con un contenido muy alto. A través de un
proceso "muy cuidadoso y patentado" consiguen un extracto purificado.
Cada botella contiene 100 mililitros de cannabidiol.
Un fármaco que cambia la vida de pacienes y familiares
Más de 10 centros han participado en la investigación de este fármaco, entre ellos el Hospital Ruber Internacional y el Hospital Universitario Politécnico La Fe de Valencia. Dos de sus profesionales han estado en la presentación para contar hasta qué punto va a cambiar la vida de los pacientes de estos dos síndromes y de sus familiares.
Vicente Villanueva, neurólogo y jefe de sección de la Unidad de Epilepsia Refractaria del Hospital Universitario Politécnico La Fe de Valencia, ha explicado que la incidencia anual del síndorme de Lennox-Gastaut es de 0,1 a 0,2 por 100.000 personas. Representa entre el uno y dos por ciento de todas las epilepsias. Se inicia entre los tres y cinco años, aunque en el 10-15 por ciento de los casos puede empezar a partir de los ocho años.
Es un síndrome más heterogéneo que el de Dravet. "Los pacientes tienen un tipo de crisis que llamamos ausencias. Lo más grave, en mi opinión, son las crisis de caída.
De forma brusca hacen que estos niños o adultos se caigan al suelo. Esto condiciona mucho su calidad de vida por el riesgo de traumatismo y fracturas", ha señalado. En los ensayos clínicos el
fármaco redujo hasta un 40 por ciento estas crisis.
"El CBD se ha extraído de acuerdo a bunas prácticas agrícolas y de recolección"
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Por su parte, el síndrome de Drave es una eplipsia rara que
afecta a una de cada 25.0000 personas. Debuta en el primer año de vida con crisis frecuentes.
Antonio Gil-Nagel, neurólogo y director del Programa de Epilepsia del Hopital Ruber Internacional en Madrid, ha indicado que los cuidadores viven con gran temor a aquellos factores que puedan precipitar las criris. Ocurre a raíz de fiebres o infecciones que puedee ser sutiles. A veces con estímulos visuales. "Las familias se ven obligadas a ejercer una supervisión estrecha de estos niños. Evitan que el pequeño haga una vida normal por miedo a la crisis. Todo lo que hagamos por mejorar no solo la epilepsia, sino la
calidad de vida de los niños, tiene un impacto mucho mayor en su entorno", ha afirmado.
Los ensayos clínicos han visto que dos tercios de estos pacientes tenían beneficios gracias al fármaco, con menor intensidad en las crisis y menor afectación global y cognitiva, sobre todo porque reducen la toma de otros fármacos, lo que lleva a mejorías en la atención y el aprendizaje. Además, hasta un cinco por ciento quedaron libres de fármacos.
"La posibidiad de prescribirlo de una forma regular es un gran avance", ha resaltado el médico. La compañía sigue ensayando las propiedades del cannabidiol en otras enfermedades para continuar mejorando la vida de los pacientes. "Iremos teniendo noticias a lo largo de estos años según vayan saliendo los datos", ha asegurado.
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