Redacción. Madrid
Las Unidades de Artritis Psoriásica, instaladas en los centros sanitarios, hacen posible el diagnóstico temprano del 25 por ciento de los enfermos derivados a ellas desde los servicios especializados, lo cual mejora el control y el pronóstico de la enfermedad, según ha confirmado Jordi Gratacós, del Servicio de Reumatología de la Corporación Sanitaria Parc Taulí de Sabadell.
Jordi Gratacós, del Servicio de Reumatología de la Corporación Sanitaria Parc Taulí de Sabadell.
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En este contexto, el primer Encuentro de Unidades de Artritis Psoriásica (APs) ha reunido en Madrid a especialistas reumatólogos y dermatólogos para avanzar en el manejo multidisciplinar de la artritis psoriásica, una enfermedad musculoesquelética inflamatoria crónica que se asocia a psoriasis cutánea (PS). El objetivo del encuentro, que ha contado con la colaboración de la compañía biomédica Pfizer, ha sido poner en común experiencias, información y datos recogidos en diversos centros que ya disponen de unidades de artritis psoriásica en España para consensuar y homogeneizar el manejo de la enfermedad. España se sitúa entre los pioneros en el ámbito internacional en la creación de unidades específicas para el seguimiento de pacientes con artritis psoriásica.
Se estima que entre el 0,1 al 2,8 por ciento de la población general padece artritis psoriásica, aunque estimar la prevalencia exacta de esta enfermedad resulta complicado, debido a la falta de unos criterios diagnósticos y de clasificación validados de uso generalizado, así como a las dificultades de muchos profesionales para realizar un diagnóstico correcto de la enfermedad.
La aparición de la artritis psoriásica en la mayoría de pacientes se sitúa entre los 36 y los 45 años, aunque también puede aparecer en niños o en personas de más edad. Las causas que provocan esta enfermedad no son del todo conocidas, aunque se cree que hay factores genéticos y ambientales que podrían influir en su desarrollo.
La artritis psoriásica puede producir daño articular crónico y en la columna, discapacidad creciente y un aumento de la mortalidad así como una menor calidad de vida para los pacientes. Además, la artritis psoriásica es una enfermedad muy heterogénea desde el punto de vista clínico, ya que los pacientes presentan muchas diferencias clínicas entre sí, y sufren afecciones en la piel y en las articulaciones.
De hecho, la lesión cutánea, en el 75 por ciento de los casos precede a la aparición de las manifestaciones articulares. De ahí, la importancia del trabajo conjunto entre dermatólogos y reumatólogos.
Así, el diagnóstico temprano de la artritis psoriásica en Dermatología, y su pronta derivación a Reumatología, resultan claves en el manejo de estos pacientes y permiten frenar la progresión del daño articular y el número de articulaciones afectadas. Según Jordi Gratacós, del Servicio de Reumatología, Corporación Sanitaria Parc Taulí (Sabdell), “las Unidades de Artritis Psoriásica favorecen un diagnóstico temprano; aproximadamente en el 25 por ciento de los pacientes derivados desde Dermatología a la unidad, con sospecha de artritis psoriásica, en los últimos cuatro años, se ha confirmado el diagnóstico”.
El manejo multidisciplinar que se realiza en las Unidades de APs favorece la colaboración entre Dermatólogos y Reumatólogos, permitiendo a los especialistas la toma de decisiones terapéuticas adecuadas de manera conjunta.
Gratacós ha explicado que “estas unidades en su vertiente asistencial tienen una doble función, por una parte son estructuras pragmáticas, orientadas a la resolución de problemas ante situaciones complejas, que ofrecen una asistencia súper especializada y sirven de consulta a los especialistas, dermatólogos y reumatólogos, que hacen el seguimiento continuado de los pacientes”, ya que no siempre es fácil medir la actividad de la enfermedad, realizar un pronóstico o aplicar un tratamiento.
“Por otro lado, también están orientadas para el seguimiento de pacientes con casos de artritis psoriásica complejos, por la combinación de la enfermedad articular y cutánea o por la presencia de muchas comorbilidades que requieran evaluación conjunta de varios especialistas”, ha añadido el doctor Gratacós.
Dinámica multidisciplinar de trabajo
Otra de las ventajas de la creación de una dinámica de trabajo multidisciplinar es que genera un ahorro a las instituciones sanitarias. Jesús Luelmo, del Servicio de Dermatología, Corporación Sanitaria Parc Taulí (Sabadell), ha destacado que “hemos identificado que la calidad de la asistencia dermatológica aumenta y mejora gracias a la existencia de estas Unidades. La mayor parte de las derivaciones se hacen ya desde la primera visita del paciente al especialista”. Esto evita la duplicidad de costes para el hospital y las molestias que provocan las visitas repetidas del paciente al especialista.
Durante el encuentro también se han organizado grupos de trabajo entre los que se han tratado los indicadores de calidad de las unidades multidisciplinares. Entre estos indicadores de éxito de una Unidad de Artritis Psoriásica se encuentran: la revisión del número de derivaciones que ha realizado el especialista a la Unidad, el número de casos de diagnóstico temprano, el grado de satisfacción del especialista (mediante encuestas con parámetros específicos) y el grado de satisfacción del paciente (por medio de cuestionarios).
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