Farmacia avanza hacia un FIR de Comunitaria enfocado al 70% de colegiados

España cifra en 80.295 el número de farmacéuticos colegiados, de los cuales 55.254 pertenecen al ámbito comunitario. Dichas cifras se traducen en que siete de cada diez profesionales de Farmacia trabajan en boticas. No obstante, ninguno de ellos cuenta con un título de especialista para ejercer en cualquiera de las más de 22.000 oficinas que hay en el país. Una situación que pretenden revertir desde el Consejo General de Colegios Oficiales Farmacéuticos (Cgcof) y la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac). Ambas organizaciones buscan dar pasos hacia la constitución de un programa formativo centrado en las competencias de los empleados de este tipo de establecimientos.

Fuentes del organismo colegial han señalado a Redacción Médica que "es necesario estudiar una posible formación especializada en Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria". Un trabajo que se realizará desde la Mesa de la Profesión Farmacéutica, en la que se integran el Cgcof y las principales sociedades científicas y organizaciones laborales del sector, como son la Federación Española de Farmacéuticos Españoles (FEFE), la Real Academia Nacional de la Farmacia, la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) o la Conferencia Nacional de Decanos de Farmacia (Cndfe).

De momento, se ha formado ya un grupo de trabajo para debatir en torno a la propuesta de contar con una nueva especialidad de Farmacia Comunitaria. En este momento, los integrantes plantean los procedimientos a desarrollar para avanzar hacia la definición de la mencionada formación, una petición clásica de los profesionales de las boticas.

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"Es necesario estudiar una posible formación especializada en Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria", han compartido fuentes del Cgcof

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Los trabajos del Cgcof en la especialidad se compaginan con otros proyectos en materia educativa que realiza de manera paralela. Es el caso de la nueva Orden CIN, en la que se anotarán las nuevas competencias y conocimientos -introducidas en la modificación de la Directiva 2005/36/CE relativa al reconocimiento de cualificaciones profesionales- en relación con el título de farmacéutico, como son la evaluación de datos científicos o los requisitos legales para el ejercicio. Por otro lado, la entidad impulsa el sistema de recertificación continua del farmacéutico, una prueba voluntaria que sirve para el reconocimiento periódico de las capacidades profesionales, formativas e investigadoras del sanitario.

Intentos de la implantación de la especialidad

La instauración de la especialidad de Farmacia Comunitaria siempre ha estado en los planes de las distintas organizaciones del sector. En concreto, Sefac avanzó en su implementación en 2012, cuando elaboró un documento de propuesta para su creación. El organismo realizó la petición formal al Ministerio de Sanidad al año siguiente. No obstante, esta no prosperó.

En la actualidad el Ministerio de Sanidad no maneja ninguna solicitud para el desarrollo de la especialidad, según han confirmado a este diario fuentes de la institución gubernamental. El departamento que encabeza Mónica García ha agregado que los pasos a seguir para su construcción vienen marcados en el Real Decreto 589/2022, donde se especifica el trayecto de aprobación para cualquier nuevo título de especialista. 

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"El Cgcof es el encargado de solicitar la especialidad por peso y legislación"

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No obstante, a diferencia de hace una década, la Sefac no tiene la posibilidad de capitanear la petición. Y es que la normativa en vigor exige que se adhiera el 70 por ciento del colectivo afectado para poder iniciar la tramitación. Eso significa que tendría que ser el Cgcof el encargado de promover un nuevo procedimiento, al ser la entidad que aglutina al conjunto de colegiados. Un supuesto que se podría dar al final de las conversaciones que se llevan a cabo en el marco de la Mesa de la Profesión Farmacéutica.

Importancia de contar con una especialidad de Farmacia Comunitaria

Sefac defiende que validar una disciplina propia es imprescindible para el propio avance del ámbito farmacéutico que representa. "El desarrollo del ejercicio profesional solo mejorará cuando se adquieren las comperencias laborales específicas, las cuales no siempre se absorben durante lo estudios de grado", ha puntualizado la vicepresidenta primera del organismo, Ana Molinero. Algo que ya sucede en el caso de la Farmacia Hospitalaria, rama FIR que enumera 201 plazas en próxima convocatoria de Formación Sanitaria Especializada (FSE).

Bajo su punto de vista, la dotación de competencias a través de una formación reglada perfeccionaría el perfil del farmacéutico comunitario. Entre las funciones que asumen estos sanitarios se encuentra la indicación de tratamientos sin receta médica, la derivación a otros profesionales del área de salud, la realización de entrevistas clínicas, la comunicación con el paciente, la planificación de programas de prevención ante determinadas patologías o el acondicionamiento de fármacos, productos sanitarios y dietéticos -formulación magistral-. 

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"El desarrollo del ejercicio profesional solo mejorará cuando se adquieren competencias laborales específicas", ha comentado Molinero

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Una instrucción que se traspondría a los más de dos millones de personas que acceden diariamente a las oficinas de Farmacia. "El nacimiento de esta especialidad incrementaría la calidad de vida y atención sanitaria de los ciudadanos no hospitalizados, redundando en un beneficio para el Sistema Nacional de Salud (SNS)", ha afirmado Molinero. Hay que destacar que un gran volumen de pacientes acude en primer lugar a las boticas, antes de recibir asistencia en los servicios de Atención Primaria. 

De momento, ante la carencia de formación especializada -tan solo existe algún máster enfocado en la apertura de un negocio farmacéutico-, la única forma de comprobar las competencias del profesional de la botica es a través del sistema de recertificación para el farmacéutico. Además del Cgcof, Sefac ofrece una validación de las funciones de este tipo centrada en el profesional comunitario. Esta tiene una duración de seis años.