Lina Camacho Arteaga y Antònia Agustí Escasany.
Siete centros españoles llevan a cabo un estudio para hacer un seguimiento de las
reacciones adversas que pueden sufrir los pacientes tratados con
CAR-T en la práctica clínica. Todos ellos ya están recolectando los datos, proceso que se alargará durante todo este año 2022. Uno de los centros que participa es el
Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, que ya cuenta con sus primeros resultados. En este sentido, los principales
efectos secundarios localizados en la práctica clínica son: "
Citopenia (disminución de las células de la sangre) y también pérdida de una
proteína de la sangre".
Así lo explica a
Redacción Médica Lina Camacho Arteaga, facultativa especialista del Servicio de Farmacología Clínica del Vall d'Hebron e investigadora principal, quien además asegura que "hematológicamente hablando, las primeras reacciones adversas encontradas son manejables con otro tipo de fármacos".
En el estudio, denominado 'Seguimiento de seguridad a largo plazo en pacientes tratados con células CAR-T en la práctica clínica' se emplean dos principales fármacos: "
Yescarta (axicabtagen ciloleucel) y Kymriah (tisagenlecleucel), los
dos CAR-T comerciales aprobados en España para
terapias hematológicas para un tipo determinado de linfoma y para la leucemia aguda linfoblástica en niños y gente joven", como señala a este medio
Antònia Agustí Escasany, jefa de Servicio de Farmacología Clínica del Vall d'Hebron.
Según Agustí Escasany, a pesar de que por ahora analizan estos
dos CAR-T, "a partir del primer semestre de 2023 que será cuando se analicen los datos obtenidos, se estudiará si se incluye algún otro fármaco, aspecto muy interesante ante la incorporación cada vez más frecuentes de otros
CAR-T al mercado". Inclusión que "hace necesaria la
farmacovigilancia de estos nuevos fármacos para saber si pueden afectar al paciente en algún aspecto que no se haya visto con anterioridad".
Ampliar tiempo de estudio: "Necesario para unir otros CAR-T"
A pesar de que durante todo el 2022 se llevará a cabo la recogida de datos, para Camacho Arteaga "será necesario
ampliar el tiempo de estudio y seguimiento de los pacientes para poder unir otros
fármacos CAR-T que han salido al mercado y que van a ir saliendo". Esto se llevará a cabo de la misma manera en los siete centros que participan y acreditados por el
Ministerio de Sanidad para
utilizar las CAR-T: Hospital Clínic y Vall d'Hebron de Barcelona, Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, Hospital Gregorio Marañón de Madrid, Hospital Universitario de Salamanca y, en Valencia, el Clínico y la Fe.
Lina Camacho: "El seguimiento al paciente se hace a partir de los tres meses de adminsitración del fármaco CAR-T hasta los dos años"
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Los medicamentos que se infunden en la práctica clínica habitual se dan en "pacientes adultos con diagnóstico de
linfoma de células grandes B y con un tratamiento previo", apunta Camacho Arteaga. Además, explica que "el
seguimiento al paciente se hace a partir de los tres meses de la administración del
fármaco CAR-T por parte del hematólogo hasta los dos años, para ver todas las
reacciones adversas posibles que el paciente pueda presentar a lo largo del estudio". Camacho Aretaga aclara que "se hace un seguimiento de todo tipo de reacciones, desde la bajada de las células de la sangre hasta eventos de infecciones o cardíacos".
Por último, respecto al por qué surgió la necesidad de esta investigación, para Agustí Escasany era "necesario ante la falta de datos a medio/largo plazo de seguridad de
tratamiento CAR-T en los pacientes en la práctica clínica en España, ya que se trata de una terapia muy novedosa", concluye.
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