Julia Candela Martínez, estudiante de 3º de Medicina en la Universidad de Sevilla.
Si hay una palabra que define a
Julia Candela Martínez, es 'aventura'. Su vocación por la
Medicina y su inquietud por conocer nuevas culturas, lugares y personas se alineaban perfectamente con la idea de
estudiar esta titulación en el extranjero. Aunque un tercer factor, algo menos atractivo, se sumó a esta ecuación: "El miedo a lo desconocido y a enfrentar
problemas lingüísticos, culturales y académicos". Pese a ello, su ganas y su
vocación sanitaria ganaron y se lanzó 'a la piscina'.
Letonia fue el primer país que recibió a Martínez como
estudiante de Medicina. Ella recuerda el primer curso como "un año de cambios brutales y ajustes, tanto académicos como personales", ya que los métodos de enseñanza eran nuevos para ella y
las clases se impartían en latín, letón e inglés. No obstante, también supuso para ella "un año emocionante, lleno de oportunidades para crecer y aprender en un entorno multicultural", ya que su facultad pertenecía a una
universidad internacional. "Esta diversidad me enriqueció enromemente y me permitió aprender no solo sobre Medicina, sino también sobre el mundo y las personas que lo habitan", añade.
Sin embargo, a veces es necesario marcharse para valorar aquello que se tiene 'en casa', y un curso académico fue suficiente para que esta alumna sintiera
ganas de formarse y trabajar en el Sistema Nacional de Salud (SNS). "A pesar de lo mucho que disfruté en Letonia quería tener la oportunidad de
volver a España y ejercer como médico aquí", explica, por lo que se decantó por abandonar este país báltico e intentar
matricularse como estudiante de Medicina en una universidad española.
No era una decisión fácil ni en el plano personal ni en el burocrático. Por ello era necesario implementar un 'eslabón' intermedio en la cadena:
estudiar el siguiente curso en Costa Rica. "Tenía la ventaja del idioma y eso facillitó mi proceso de transferencia. También me moví por la recomendación de una amiga de mis padres que estudió allí y luego pudo transferirse de vuelta a Sevilla", argumenta.
Traslado de expediente de Medicina del extranjero a España
Allí, el
Grado de Medicina supuso para Martínez "una experiencia muy diferente en comparación con lo que había experimentado anteriormente", por varios motivos. Un ejemplo es que las
asignaturas preclínicas tenían menor peso que en otros sistemas educativos, pero la propia alumna señala que pese a ello "a partir del inicio de las
prácticas universitarias la formación fue excepcional". Uno de los principales motivos es que, tal y como ella misma pudo observar, la pronta inmersión que tienen los alumnos de Costa Rica en los hospitales y en un
papel activo en el abordaje y cuidado de pacientes.
Pero sus deseos se hicieron realidad y tuvo la oportunidad de
estudiar en España. No fue la propia carrera de Medicina, sino la de
Nutrición, el que le abrió las puertas para regresar a su país natal. "Sentí que mi
formación en el extranjero me había dado una base sólida, pero quería aplicarla en el contexto español", reconoce. Además de estar cerca de su familia y amigos, quería "aprovechar las oportunidades profesionales" de su propio país y poner así en práctica todo lo que había aprendido fuera.
Mientras estudiaba esta nueva titulación, recibió la mejor noticia posible:
había sido admitida en Medicina en la
Universidad de Sevilla (US).
Recuerda este momento como uno de los más "emocionantes y felices" de toda su vida que llegó como si de un regalo se tratara el Día de los Reyes Magos. A continuación llegaría una etapa complicada
: compaginar sus dos titulaciones universitarias hasta que, finalmente, se graduó en la primera de ellas. "Uno de los aspectos más complicados fue la coordinación de horarios y la
planificación de los exámenes, ya que ambas carreras requieren un compromiso considerable en términos de tiempo y energía", expone.
Sin embargo, ahora mismo se siente satisfecha de haber seguido ese camino, puesto que sostiene que ha adquirido "un conjunto diverso de habilidades y conocimeintos en
áreas complementarias de la salud" que le ha ayudado con creces en su práctica médica. Actualmente está cursando e
l tercer año de Medicina, motivo por el que asegura estar orgullosa de sí misma.
¿Cómo es Medicina en otros países?
Echando la vista atrás, no puede evitar comparar el plan de estudios de su actual titulación en Letonia, Costa Rica y España. El primer país tiene como punto fuerte, a su parecer, un modelo educativo "práctico y lógico" que hace especial énfasis en "el
pensamiento crítico y la resolución de problemas". Recuerda que como estudiante fomentaban su pensamiento independiente y la
aplicación de sus conocimientos en situaciones clínicas reales.
Al cruzar el charco hasta Centroamérica encontró una educación médica "
más centrada en lo práctico y clínico, con menor énfasis en la teoría". Se le brindó la oportunidad de "participar activamente en la atención de pacientes", una formación que considera "muy valiosa" pero en la que echa en falta un mayor protagonismo de los conocimientos teóricos.
En el punto contrario está el modelo educativo de España en lo que a Medicina se refiere, ya que Martínez ha observado en su actual universidad "
un sistema predominantemente teórico, con menos énfasis en la práctica en las etapas iniciales de formación". Identifica precisamente en la "falta de práctica clínica" una posible "carencia del sistema español en comparación con otros".
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