Montserrat Iracheta, farmacéutica comunitaria y profesora asociada en la Universitat de Barcelona (UB).
El
Grado de Farmacia ha vivido multitud de cambios en los últimos años.
Montserrat Iracheta lo sabe bien, ya que la estructura de esta titulación difiere ahora que es profesora asociada de la
Universidad de Barcelona (UB) de su andadura como estudiante décadas atrás. Al mismo tiempo, ha visto diferencias entre las primeras promociones a las que impartió clase hace ocho años y las que están ahora mismo bajo su tutela.
Respecto a su propia experiencia como alumna, esta
farmacéutica recuerda que en su momento "eran más cursos de carrera" y que las asignaturas no eran cuatrimestrales, sino de un año entero. Aunque achaca estas modificaciones a los diferentes planes de estudios que se han implementado desde entonces más que a cuestiones específicas de la propia carrera sanitaria.
Cambios en la carrera de Farmacia
Uno de los aspectos concretos que valora Iracheta en la nueva manera de impartir el
Grado de Farmacia es la llegada de la
Evaluación Clínica Objetiva y Estructurada (ECOE). "Hemos ido avanzando para que las asignaturas sean más prácticas y la
ECOE es muy interesante. El año pasado hicimos un piloto de
Farmacia en la UB y este año al hacerlo de manera oficial hemos aprendido todos, los
profesores y los alumnos", ha explicado. Entre las ventajas de esta nueva metodología de examen, la docente destaca su dimensión puramente práctica, ya que "se ponen en práctica los
conocimientos teóricos del Grado para que el alumno termine el Grado sabiendo lo que es la profesión en su totalidad", afirma.
"El año pasado hicimos un piloto de ECOE de Farmacia en la UB. Este año hemos aprendido todos haciéndola, profesores y alumnos"
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Desde el prisma de la docencia, esta
farmacéutica comunitaria ve en las
nuevas tecnologías un sinfín de oportunidades a la hora de formarse en cualquier
titulación universitaria. "Los alumnos t
oman apuntes con tablets y ordenadores portátiles y ganan mucho tiempo, ya que no tienen que escribirlos a mano y pasarlos 'a limpio'. Las cosas son mucho más rápidas", explica.
Pese a reconocer que en un primer momento era "reacia" a 'subirse al barco' de la
Inteligencia Artificial (IA), Iracheta admite que finalmente ha encontrado ventajas en su uso, siempre y cuando sea de forma responsable. "Les inculco que pueden usarla como modelo para tener una
orientación del temario, pero que tienen que
afinar y personalizar sus apuntes y trabajos", afirma. Un consejo al que por el momento sus estudiantes le obedecen, dado que en los exámenes y actividades escritas que corrige "están bastante individualizados". A la hora de revisar dichas pruebas, el profesorado se ayuda de estas herramientas para "detectar el porcentaje de plagio del alumno", por lo que los estudiantes no se pueden "acomodar" ni dejar
que la IA haga sus tareas al completo.
Carencias del Grado de Farmacia
Tras poner todas estas cuestiones sobre la mesa, la sanitaria ha querido analizar cuáles son las 'cuentas pendientes' de esta titulación universitaria. En términos generales, echa en falta un
mayor porcentaje de materias prácticas respecto a las teóricas, dado que nota carencias en este sentido al tratar con algunos de sus estudiantes. "Hay alumnos que
llegan a quinto de carrera muy despistados porque nunca antes han visto lo que es una farmacia desde dentro", relata.
"Hay alumnos que llegan a 5º sin saber cómo es una farmacia desde dentro"
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En este sentido, nota una amplia diferencia entre dichos estudiantes y aquellos que han trabajado previamente como
técnicos de Farmacia, ya que estos últimos "han trabajado previamente, saben lo que hacen y se nota mucho ese bagaje", conlcuye.
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