Laura África Villaseñor, secretaria general de Organización de Satse; el presidente de Satse, Manuel Cascos; y la adjunta a la Secretaría General de Organización de Satse, María Labrador.
El
Sindicato de Enfermería (Satse) ha presentado este jueves su nuevo objetivo laboral:
una jubilación anticipada y voluntaria para las e
nfermeras españolas. Amparándose en el Real Decreto 1698/2011 (que usaron los
Policías Locales hace un año y medio),
Satse quiere que se aplique un coeficiente reductor de la edad de jubilación de las enfermeras tanto del
Sistema Nacional de Salud (SNS) como de la empresa privada.
Sin distinguir en el ámbito laboral en el que ejerzan (de igual manera para las profesionales de
Atención Primaria que del
Hospital) los enfermeros consideran que cumplen con los requisitos que se les han exigido a otros colectivos como
personal de vuelo, profesionales taurinos o operarios del sector ferroviario.
“La norma en la que se han amparado esos sectores prevé que la edad mínima exigida para tener derecho a pensión de jubilación pueda ser rebajada en aquellos grupos o actividades profesionales cuyos trabajos sean de naturaleza excepcionalmente
penosa, tóxica, peligrosa o insalubre y acusen elevada índices de morbilidad y mortalidad”, ha argumentado el
presidente del Sindicato de Enfermería, Manuel Cascos.
35 años cotizados
A modo de ejemplo, el colectivo cree que con su proyecto se podrían estar prejubilando ya todas aquellas enfermera de
60 años con 35 años cotizadas o aquellas que, con 59, tengan 39 años de cotización. Como mínimo, la profesional debe haber trabajado
15 años. En lo referido al coeficiente reductor, tomando como base el que se pacto con la
policía local.
De esta forma, con su modelo de
coeficiente reductor se establece la posibilidad de un mínimo de
15 años en la actividad profesional para acceder a la prejubilación, estableciendo una
cotización adicional por parte de la empresa y también por parte del trabajador.
El sindicato se va a dirigir a los ministros de Sanidad, Función Pública y Trabajo
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Sobre el modelo para llevar a cabo esta modificación, los enfermeros también apoyan que sea mediante un
Real Decreto. Mediante charlas informativas en todas las provincias, una recogida de firmas en change.org y carteles informativo por los centros de salud, Satse se propone “no parar” hasta conseguir que las enfermeras se prejubilen como hicieron “con la carrera profesional o la prescripción enfermera”.
Además Manuel Cascos va a remitir una carta a los respectivos
ministros de Sanidad, Función Pública y Trabajo así como al
presidente del Gobierno y cada uno de los portavoces de los grupos en las respectivas comisiones de Sanidad. Aunque en estos momentos descartan acudir a la
huelga como sí hicieron los policías locales, Satse recuerda que es una herramienta que está en su mano.
Según Cascos, una de las razones por las que todavía no se ha reconocido la gravosidad de sus condiciones laborales es por el hecho de que el
85 por ciento de las profesionales son mujeres. “La sociedad no percibe la dureza psicológica de la labor enfermera que tiene una gran sobrecarga laboral con permanente contacto con el dolor y sufrimiento del paciente”, ha añadido.
Por qué sí
Tal y como han recordado desde Satse, las enfermeras se exponen a
"numerosos riesgos específicos por su desarrollo profesional". A modo de ejemplo, Cascos ha reseñado los
riesgos biológicos, como el contagio del VIH, la hepatitis o la tuberculosis
; riesgos químicos, por estar en contacto permanente con gases anestésicos;
riesgos físicos, derivados del ruido, la ventilación y la iluminación insuficiente;
riesgos psicosociales, como el estrés, la violencia laboral, el trabajo a turnos y la nocturnidad; además de la
sobrecarga laboral que supone el contacto permanente "con el dolor, el sufrimiento y la muerte".
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