Alejandro Isidoro Pérez Cabeza.
La
fibrilación auricular (
FA) es un importante factor de riesgo de
ictus cardioembólico. Aunque su prevalencia e incidencia han aumentado sustancialmente en los últimos años, varios estudios europeos han observado una disminución en la tasa de ictus cardioembólico asociada con un aumento de la prescripción de
anticoagulantes orales de acción directa (
ACOD). Sin embargo, la
aplicación de los ACOD en España "es muy lenta y su principal problema es que los
informes de posicionamiento terapéutico (IPT) tienen unas condiciones que limitan el acceso a los pacientes, sobre todo a aquellos con una indicación 'novo'", tal y como señala
Alejandro Isidoro Pérez Cabeza, presidente del Grupo de Trabajo de FA de la Sociedad Andaluza de Cardiología y cardiólogo del Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga).
El actual modelo de
elaboración de los IPT de los fármacos recoge dos evaluaciones, una clínica y otra económica. Esta 'mezcla' no gusta a parte del sector sanitario, pues entiende que quizás se prime más la parte presupuestaria que la terapéutica. A pesar de que el
Ministerio de Sanidad defiende este procedimiento, también está a favor de mejorarlo.
Sin embargo, "el problema de los IPT" se traduce, según Pérez Cabeza, "en distintas soluciones de
acceso en las diferentes CCAA, lo que supone una
inequidad en el Sistema Nacional de Salud (SNS) muy clara". Además, el experto añade que "en España existe una prevalencia muy alta de pacientes que toman antivitamina K. A pesar de que una de las principales indicaciones del visado de medicamentos es sustituir la
antivitamina K por los ACOD, no se lleva a cabo ese cambio".
Por todo ello, Pérez Cabeza asegura que "la
sanidad española necesita estrategias a todos los niveles: por un lado, es necesario concienciar sobre los ACOD, sobre todo a los propios médicos, ya que hay un buen manejo de estos anticoagulantes por parte de algunas especialidades como
Cardiología o Neurología pero, sin embargo, la
Atención Primaria apenas utiliza estos fármacos".
Para que haya un cambio del uso de los ACOD frente a la
fibrilación auricular "no haría falta cambiar el
visado de medicamentos, tan solo habría que concienciar a la
Atención Primaria de que usara las indicaciones de ese visado donde ya se establece el uso de los ACOD". Pérez Cabeza recalca que "con tan solo ese paso, ya habría un cambio significativo".
Actualizar los procesos asistenciales de fibrilación auricular
En cuanto a la segunda estrategia, Pérez Cabeza establece que "es importante trabajar con la Administración para poder actualizar los procesos asistenciales integrados de fibrilación auricular, un hecho que Andalucía ya está llevando a cabo". En este sentido, añade que "hay que basarse en la evidencia científica que se ha desarrollado en los últimos años y que, a través de ensayos pivotales, metanálisis y estudios de vida real, han demostrado que los ACOD son fármacos más seguros y eficaces".
"Hay que anticoagular y hay que hacerlo bien, intentando evitar el uso de dosis infraterapéuticas"
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El cardiólogo explica que "
los ACOD no solo reducen las hemorragias, sino también los
ictus hemorrágicos que son más severos que los isquémicos". Además, detalla que "los pacientes con FA no solo tienen mayor riesgo de
ictus isquémico, sino también un mayor
riesgo de infarto de miocardio, que puede llegar a ser el doble respecto a los sujetos sin esta patología".
Por ello, Pérez Cabeza subraya que "hay que anticoagular, y hay que hacerlo bien, intentando evitar el uso de dosis infraterapéuticas”. Por último, el cardíologo hace hincapié en "el beneficio en cuanto a
mortalidad de los ACOD frente a la
warfarina (antibitamina K) con respecto a la reducción de hemorragias mayores", concluye.
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