Jesús Vicioso Hoyo. Madrid
La diabetes es una enfermedad crónica cuya presencia es más que relevante en España, de ahí que un análisis sobre cómo se está afrontando esta patología sea tan relevante. Y, en principio, todavía hay un amplio camino que recorrer, a tenor de los datos que ha ofrecido el Índice Euro Diabetes 2014, que acaba de difundir Health Consumer Powerhouse. En este estudio se mide y clasifica la prestación de asistencia sanitaria a los pacientes con esta enfermedad en treinta Estados europeos. Y, en este ‘ranking’, nuestro país se queda en la parte baja de la tabla, encabezada por Suiza, y se coloca incluso por debajo de la media: en la decimoctava posición.
La investigación se divide en seis áreas de acción para combatir la diabetes o para atender a los enfermos y en todas ellas, España obtiene un ‘necesita mejorar’ si se comparan sus datos con los de otros países del Viejo Continente. Los datos los ofrece en un particular semáforo con rojos, verdes y ámbares y, en proporción, donde peores datos cosecha nuestro país es en la esfera de la prevención: de seis indicadores, el estudio pone tres ‘rojos’ (prevalencia de obesidad en adultos, horas de ejercicio físico en niños de hasta diez años en la educación obligatoria, y el porcentaje paupérrimo de la población que usa la bicicleta), dos ‘ámbar’ (en consumo de refrescos y en ingesta de frutas y verduras) y solo un ‘verde’ (en la prevalencia de la presión arterial elevada entre los adultos). En este apartado, Dinamarca e Italia ocupan lo más alto con igual puntación (146 puntos, frente a los 96 de España y los 136 de Suiza).
En cuanto a la detección de casos, España se lleva una de cal y otra de arena: un verde en la revisión de la diabetes gestacional, pero un ámbar en los registros de diabetes, ya que se carece de uno nacional que incorpore a todos los pacientes con esta patología.
Buena atención podológica y visual
También hay ‘solo’ un 50 por ciento de verdes en el apartado del alcance de los servicios ofrecidos: atención podológica y cuidado visual. Por el contrario, hay un rojo para el cuidado de los calzados, ya que han de pagarlo de manera privada siempre, y un ámbar por la tasa de penetración de la metformina (el fármaco de primera línea de elección para el tratamiento de la diabetes tipo 2, por lo que el panel de expertos opinó que el “generoso” despliegue merecía una puntuación verde, frente a un uso bajo).
Un verde, de cinco posibilidades, se lleva España en el acceso los tratamientos: en el acceso libre a las tiras reactivas para gestionar la insulina en el tipo 1. Mientras, se lleva dos rojos (monotorización continua de la glucosa para diabéticos de tipo 1 y limitación de tiras para tipo 2). Los otros dos apartados (acceso estructurado a la educación por parte del paciente y una baja tasa de penetración de bombas de insulina para tipo 1) se quedan a medias.
En los dos apartados restantes (procedimientos y resultados) la medición es parcial, ya que, como ocurre con los datos de otros países, hay indicadores de los que no hay datos.
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