Más Madrid plantea indemnizar por ley al paciente si se demora su operación

Indemnizaciones del 50 por ciento de la cuantía de la intervención o prueba en cuestión, según el listado de precios públicos, en casos de excesiva demora para ser atendido. Esta es la medida que propone Más Madrid para reducir las listas de espera en la sanidad pública en una Proposición de Ley registrada en la Asamblea de Madrid.

Los pacientes tendrán derecho a presentar una reclamación “en caso de incumplimiento de los plazos por un tiempo de espera mayor del 50 por ciento”, según explica a Redacción Médica Javier Padilla, portavoz sanitario de Más Madrid. En concreto, la propuesta de ley presentada por el grupo parlamentario propone garantizar unos tiempos máximos de espera de entre 30 y 60 días para las cirugías rutinarias según su gravedad; 90 días para la cirugía menor. Si se trata de cirugías preferentes, el plazo ascenderá a 15 días. Igualmente, las cirugías con sospecha o certeza de malignidad tendrán un plazo máximo de 15 días.

En el caso de las pruebas diagnósticas, el plazo deberá ser de 21 días naturales, 12 si la prioridad es preferente. Mientras, para consultas externas, será de 30 días, aunque se reducirá a 15 si se trata de un caso urgente.

Así, en caso de que estos plazos sean sobrepasados en un 50 por ciento, el paciente tendrá derecho a una indemnización. “La sanidad pública debe estar preparada” para asumir estos plazos, sostiene Padilla, ya que “el aumento de listas de espera se debe, sobre todo,  a una debilidad en la gestión sanitaria”. Por eso, el proyecto de Ley de gestión de listas de espera y garantías de plazos máximos en la asistencia sanitaria de la Comunidad de Madrid persigue “ordenar los diferentes órganos que manejan las listas de espera de nuestra comunidad”, pues “hay bastante falta de gestión”.

De esta forma, el partido liderado por la médico Mónica García, plantea la puesta en marcha de “organismos que gestionen la lista de espera y se adelanten a la demanda de los centros”, ya que las listas de espera, por lo general, “son estables  y previsibles”.

No obstante, Padilla abre la puerta a negociar estos plazos con la Comunidad de Madrid para adecuarlos a las posibilidades reales y actuales de la sanidad madrileña, y como paso intermedio. En este sentido, recuerda que “la Comunidad de Madrid es una de las comunidades que no cuenta con una ley que garantice los tiempos máximos de espera que ha de soportar un paciente para una intervención quirúrgica, una prueba diagnóstica, terapéutica, o una consulta externa”.

En el caso de que el centro en el que el paciente está siendo atendido no pueda cumplir con los plazos, Más Madrid propone que pueda ser derivado a otro de la red pública. De este modo, se cierra la posibilidad de derivaciones a la sanidad privada, pues “no queremos que las garantías de tiempo sean un estímulo para la concertación de la sanidad”. “La fragmentación en los proveedores de un mismo servicio sanitario genera inseguridad al paciente, problemas de trazabilidad y resta calidad al servicio”, explica.

También se plantea la creación de un registro homogéneo, transparente y constatable de las listas de espera, “puesto que en la Comunidad de Madrid en múltiples ocasiones se han observado datos de lista de espera quirúrgica poco confiables, se pretende que los pacientes puedan seguir paso a paso su situación en las listas de espera y que este sea un proceso claramente auditable”.

“No solo debemos saber la lista de espera quirúrgica, sino que también se debe conocer el tiempo total, en conjunto, entre que un paciente acude a la primera consulta con su médico de cabecera, es derivado al especialista, se le realizan pruebas y, finalmente, es intervenido”. A su juicio, esto es clave para obtener una fotografía completa de cómo está el sistema sanitario, ya que, en ocasiones, en los procesos anteriores a la intervención quirúrgica se producen “cuellos de botella” que, posteriormente, lastran a las listas de espera quirúrgicas.

En cualquier caso, Padilla sostiene que el Sermas no tiene capacidad para reducir las listas de espera en estos momentos. Por eso, defiende una “recapitalización” del sistema sanitario público madrileño. Es decir, la ampliación de plantillas y la renovación de equipos e infraestructuras “que no están preparadas para el siglo XXI”.