MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
La fibra es una parte comúnmente recomendada de una dieta saludable, esto se debe a que se han observado beneficios que van desde el control del peso hasta la reducción del riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer. Ahora, un nuevo estudio realizado por la Sociedad Norteamericana de Menopausia sugiere que una mayor ingesta diaria de fibra dietética está relacionada con un menor riesgo de depresión en mujeres premenopáusicas.
La depresión es una afección de salud mental común y grave que no solo afecta la capacidad de una persona para realizar las actividades diarias, sino que también puede llevar al suicidio. Se estima que más de 264 millones de personas en todo el mundo padecen depresión, y las cifras aumentan con el tiempo. Esta condición debilitante es mucho más común en las mujeres, y existen varias teorías sobre por qué este es el caso. Los cambios en los niveles hormonales en mujeres perimenopáusicas se han relacionado con la depresión.
Debido a las graves consecuencias y la prevalencia de la depresión, se han realizado numerosos estudios para evaluar las opciones de tratamiento más allá del uso de antidepresivos. Las intervenciones en el estilo de vida, que incluyen dieta, ejercicio y atención plena, pueden ayudar a reducir el riesgo de depresión. En este nuevo estudio que involucró a más de 5.800 mujeres de diversas edades, los investigadores buscaron específicamente investigar la relación entre la ingesta de fibra dietética y la depresión en mujeres según el estado de la menopausia. La fibra dietética se encuentra principalmente en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres.
Estudios anteriores ya han sugerido los beneficios de la fibra para la salud mental, pero este es el primer estudio que clasifica la asociación en mujeres premenopáusicas y posmenopáusicas. También incluye una gama más amplia de edades en los participantes e involucró a mujeres que se sometieron a la menopausia tanto natural como quirúrgica.
El estudio, publicado en 'Menopause', ha confirmado una asociación inversa entre la ingesta de fibra dietética y la depresión en mujeres premenopáusicas después de ajustar por otras variables, pero no se documentó una diferencia significativa en mujeres posmenopáusicas. La investigación ha sugerido que el agotamiento de los estrógenos puede influir en la explicación de por qué las mujeres posmenopáusicas no se benefician tanto del aumento de fibra dietética, porque el estrógeno afecta el equilibrio de los microorganismos intestinales que se encuentran en las mujeres premenopáusicas y posmenopáusicas.
El vínculo entre la fibra dietética y la depresión puede explicarse en parte por las interacciones intestino-cerebro, porque se teoriza que los cambios en la composición de la microbiota intestinal pueden afectar la neurotransmisión. La fibra mejora la riqueza y diversidad de la microbiota intestinal.
"Este estudio destaca un vínculo importante entre la ingesta de fibra dietética y la depresión, pero la dirección de la asociación no está clara en este estudio observacional, de modo que las mujeres con mejor salud mental pueden haber tenido una dieta más saludable y consumido más fibra, o una mayor cantidad de fibra dietética. La ingesta puede haber contribuido a mejorar la salud del cerebro al modular el microbioma intestinal o alguna combinación", señala la doctora Stephanie Faubion, directora médica de NAMS.
Sin embargo, continua, "nunca ha sido más cierto que 'eres lo que comes', dado que lo que comemos tiene un efecto profundo en el microbioma intestinal que parece afectar juegan un papel clave en la salud y la enfermedad".