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7 ago. 2023 17:11H
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MADRID, 7 (EUROPA PRESS)

Los traumas infantiles, como los malos tratos, la negligencia emocional y la exposición a la violencia doméstica, pueden aumentar el riesgo de que una mujer sufra complicaciones en el embarazo y dé a luz a un bebé prematuro o con bajo peso, según un análisis conjunto de los datos disponibles publicado en 'BMJ Open'.

El análisis sugiere que los riesgos de diabetes, hipertensión, depresión y ansiedad relacionados con el embarazo y de dar a luz a bebés prematuros o con bajo peso pueden ser significativamente mayores.

Aunque investigaciones publicadas anteriormente sugieren que los traumas en los primeros años de vida pueden tener un gran impacto negativo en la salud en la edad adulta, no está claro si esto se extiende al embarazo.

Para profundizar en este aspecto, los investigadores revisaron 32 estudios pertinentes, publicados entre 1994 y 2022. Tres de cada cuatro eran estudios a largo plazo (cohortes), y el resto estudios observacionales o comparativos (casos y controles).

La mayoría (19) se realizaron en Estados Unidos. El resto procedían de Canadá (3), Europa (6) y otras regiones (4). El número de participantes en los estudios osciló entre 48 y 11.556.

El análisis conjunto de los datos de 21 estudios mostró que, en general, las mujeres que habían sufrido algún tipo de trauma en la infancia tenían un 37 por ciento más de probabilidades de sufrir complicaciones en el embarazo que las que no lo habían sufrido. También tenían un 31 por ciento más de probabilidades de dar a luz a bebés prematuros o con bajo peso.

Un análisis más detallado mostró que los traumas infantiles se asociaban a un aumento del 39 por ciento del riesgo de diabetes relacionada con el embarazo, un aumento del 59 por ciento del riesgo de depresión prenatal, un aumento del 27 por ciento del riesgo de dar a luz a un bebé con bajo peso y un aumento del 41 por ciento del riesgo de parto prematuro.

Los investigadores sugieren que los resultados podrían tener varias explicaciones directas e indirectas. Los traumas infantiles podrían alterar la regulación de las vías de señalización del estrés y la función del sistema inmunitario; también podrían cambiar la estructura y función cerebrales; o podrían acelerar el envejecimiento celular, afirman.

Además, investigaciones publicadas anteriormente sugieren que también se asocia a una mayor probabilidad de comportamientos de riesgo en la edad adulta, como el abuso de sustancias, la inactividad física y la mala alimentación, todo lo cual puede influir en el riesgo de complicaciones y resultados del embarazo.

Los investigadores reconocen que la mayoría de los estudios incluidos procedían de países occidentales de renta alta, por lo que los resultados pueden no ser generalizables a otros lugares, y tampoco pudieron evaluar el impacto potencial de los distintos tipos de trauma infantil.

Así, los resultados sugieren que la exposición a traumas infantiles aumenta el riesgo de complicaciones en el embarazo y resultados adversos del mismo. "La identificación de las mujeres expuestas y la personalización de su atención pueden ofrecer oportunidades para mejorar la salud mental y física de la madre y el niño", señalan.

Finalmente, más allá de la detección de traumas infantiles, los hallazgos enfatizan la importancia de prevenir estos eventos en los niños para reducir los impactos inmediatos, así como la transmisión intergeneracional.

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