MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Universidad de Rochester (Estados Unidos) han comprobado, en un estudio publicado en la revista 'Cell Metabolism', que los murciélagos pueden ofrecer pistas para tratar el Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus.
La longevidad y la capacidad de los murciélagos para tolerar virus puede deberse a su capacidad para controlar la inflamación, que es un sello distintivo de la enfermedad y el envejecimiento. En este sentido, los expertos han descrito los mecanismos subyacentes a estas capacidades únicas de los murciélagos y cómo estos mecanismos pueden abrir el camino para desarrollar nuevos tratamientos para enfermedades que afectan a las personas.
La esperanza de vida de una especie se correlaciona con su masa corporal, por lo que cuanto más pequeña es una especie, más corta es su vida útil, y viceversa. Sin embargo, muchas especies de murciélagos tienen una vida útil de 30 a 40 años, lo que, según los investigadores, es "impresionante" por su tamaño.
"Hemos estado interesados en la longevidad y en la resistencia a las enfermedades en los murciélagos durante mucho, pero no tuvimos tiempo para sentarnos y pensar en ello. Estar en cuarentena por el coronavirus nos dio tiempo para discutir esto, y nos dimos cuenta de que puede haber una conexión muy fuerte entre la resistencia de los murciélagos a las enfermedades infecciosas y su longevidad. También nos dimos cuenta de que los murciélagos pueden proporcionar pistas sobre las terapias humanas utilizadas para combatir enfermedades", han explicado los investigadores.
De hecho, los científicos han estudiado la longevidad y la resistencia a enfermedades en otros animales excepcionalmente longevos, incluidas las ratas topo. Un tema común en su investigación es que la inflamación es un sello distintivo del proceso de envejecimiento y las enfermedades relacionadas con la edad, incluidos el cáncer, el Alzheimer y las enfermedades cardiovasculares. Los virus, incluido el Covid-19, son un factor que puede desencadenar la inflamación.
"Con el Covid-19, la inflamación se vuelve loca y puede ser la respuesta inflamatoria la que está matando al paciente, más que el virus en sí. El sistema inmunitario humano funciona así: una vez que nos infectamos, nuestro cuerpo emite una alarma y desarrollamos fiebre e inflamación. El objetivo es matar el virus y combatir la infección, pero también puede producirse una respuesta perjudicial ya que nuestros cuerpos reaccionan de forma exagerada a la amenaza", han argumentado.
No obstante, esto no ocurre con los murciélagos porque, a diferencia de los humanos, estos animales han desarrollado mecanismos específicos que reducen la replicación viral y también amortiguan la respuesta inmune a un virus. El resultado es un equilibrio beneficioso: sus sistemas inmunes controlan los virus pero, al mismo tiempo, no generan una fuerte respuesta inflamatoria.
Según los investigadores, hay varios factores que pueden contribuir a que los murciélagos hayan evolucionado para combatir el virus y vivir largas vidas. Un factor puede ser impulsado por el vuelo, puesto que son los únicos mamíferos con la capacidad de volar, lo que requiere que se adapten a los rápidos aumentos de la temperatura corporal, los aumentos repentinos del metabolismo y el daño molecular. Estas adaptaciones también pueden ayudar en la resistencia a enfermedades.
Otro factor puede ser su entorno. Muchas especies de murciélagos viven en colonias grandes y densas, las cuales se cuelgan juntas en techos de cuevas o en árboles. Esas condiciones son ideales para transmitir virus y otros patógenos. "Los murciélagos están constantemente expuestos a virus. Siempre están volando y trayendo algo nuevo a la cueva o al nido, y transfieren el virus porque viven muy cerca el uno del otro", han narrado los expertos.
Debido a que los murciélagos están constantemente expuestos a virus, sus sistemas inmunes están en una carrera armamentista perpetua contra los patógenos: un patógeno ingresará al organismo, el sistema inmunitario desarrollará un mecanismo para combatir al patógeno, el patógeno evolucionará nuevamente, y el sistema lo volverá a combatir.
Ahora bien, los expertos han avisado de que este hecho no es una invitación a que las personas dejen de utilizar mascarillas y acudan a zonas muy abarrotadas, ya que la evolución de una especie se produce durante "miles de años" y no en unos pocos meses."Si bien los humanos pueden estar desarrollando hábitos sociales que son paralelos a los de los murciélagos, todavía no hemos desarrollado los sofisticados mecanismos de los murciélagos para combatir los virus a medida que emergen y se propagan rápidamente", han detallado, para avisar de que las consecuencias pueden ser que nuestros cuerpos experimenten más inflamación.
Los investigadores también reconocen que el envejecimiento parece jugar un papel adverso en las reacciones de los humanos al Covid-19. "La edad es uno de los factores más críticos entre vivir y morir. Tenemos que tratar el envejecimiento como un proceso completo en lugar de solo tratar los síntomas individuales", han enfatizado.
Por todo ello, los investigadores han comentado que estudiar los sistemas inmunes de los murciélagos proporcionará nuevos objetivos para las terapias humanas para combatir enfermedades y el envejecimiento. "Los humanos tenemos dos estrategias posibles si queremos prevenir la inflamación, vivir más y evitar los efectos mortales de enfermedades como Covid-19. Una sería no estar expuesto a ningún virus, pero eso no es práctico. La segunda sería regular nuestro sistema inmunológico más como un murciélago", han zanjado.