MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Investigadores que trabajan en células humanas han identificado una nueva vía que apunta a una vulnerabilidad común en varios virus pandémicos diferentes. Esta vía puede proteger a las células de la infección por el virus del Ébola y de coronavirus como el SARS-CoV-2.
Sus nuevos hallazgos, publicados en la revista 'Science', se han descubierto mediante un innovador enfoque de detección y pueden servir de base para futuras terapias contra una amplia gama de virus. Los brotes recientes y en curso del virus del Ébola en África y la pandemia del SARS-CoV-2 en todo el mundo ponen de relieve la necesidad de identificar estrategias de tratamiento adicionales para las infecciones virales. Las terapias centradas en las vías de resistencia celular a los virus del huésped, y que apuntan a las vulnerabilidades comunes a través de múltiples virus, son de particular interés, pero encontrar esas vías ha sido difícil utilizando las pruebas genéticas convencionales.
En este caso, Anna Bruchez y sus colegas utilizaron un novedoso enfoque de detección basado en la activación de segmentos cromosómicos llamados transposones para buscar nuevos genes que puedan prevenir la infección por el virus del Ébola. Esta estrategia de cribado descubrió que el gen transactivador MHC clase II (CIITA) induce la resistencia al virus del Ébola en las líneas celulares humanas al activar la expresión de un segundo gen, el CD74.
Una isoforma de CD74, conocida como p41, interrumpe el procesamiento de las proteínas de la capa de la proteína del virus del Ébola por medio de proteasas celulares llamadas catepsinas. Esto impide la entrada del virus en la célula y la subsiguiente infección.
En investigaciones posteriores con líneas celulares humanas, Bruchez y sus colegas demostraron que el CD74 p41 también bloqueaba la vía de entrada dependiente de catepsina de los coronavirus, incluido el SARS-CoV-2.
Los resultados revelan un nuevo papel para los dos genes identificados, que probablemente se adelantó a su papel más conocido en el procesamiento de antígenos, dicen los autores. "Anticipamos que la aplicación de este enfoque de detección de transposones a otros modelos de infección revelará otros mecanismos que han eludido las estrategias de detección convencionales", resaltan.