La blefaroplastia, o cirugía de los párpados, no es solo un procedimiento estético. En pacientes con
exceso de piel, ptosis palpebral o alteraciones funcionales del párpado, puede estar clínicamente indicada. Debe ser realizada por un
cirujano plástico especializado, con experiencia en cirugía periocular y reparadora.
Según la
American Society of Plastic Surgeons, “la
cirugía de los párpados se utiliza para extraer grasa, usualmente junto con exceso de piel y músculo, de los párpados superiores e inferiores”. Además de mejorar la apariencia, permite
recuperar campo visual, aliviar la fatiga ocular e incluso prevenir lesiones oculares asociadas.
¿Qué dice la evidencia clínica sobre la blefaroplastia?
La
Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre) indica que “la blefaroplastia estética es la operación destinada a corregir las señales que en los párpados manifiesta el
envejecimiento facial: descolgamiento de la piel de los párpados superiores y ‘bolsas’ en los inferiores y en la porción interna de los superiores”.
En casos de indicación funcional, como la obstrucción parcial del campo visual, la blefaroplastia puede mejorar de forma significativa la calidad de vida del paciente. Así lo señala un
estudio publicado en Plastic and Reconstructive Surgery (2020), que analiza la recuperación funcional tras esta intervención en pacientes con limitación visual.
La
blefaroplastia también puede estar indicada en casos de malposición palpebral, retracción cicatricial o complicaciones postraumáticas. En estos contextos, el objetivo es restaurar la funcionalidad y proteger la salud ocular, más allá de cualquier finalidad estética.
Importancia de la técnica y de la especialización médica
Esta intervención exige una planificación quirúrgica precisa y un conocimiento detallado de la anatomía facial. El abordaje puede ser transcutáneo o transconjuntival, dependiendo del tipo de tejido afectado. La cirugía se realiza bajo
anestesia local con sedación leve y tiene una
duración aproximada de 45 a 90 minutos.
Para realizar la intervención atendiendo a todos estos factores, lo principal es que realices el proceso a través de una clínica de cirugía estética especializada, con un equipo profesional que estudie tu caso, y pueda dictaminar los pasos a seguir para ti: realizar un análisis previo, establecer una
simulación de resultados realista, y por supuesto un acompañamiento y seguimiento tanto durante como al finalizar la blefaroplastia. Es clave que tu médico o cirujano plástico de confianza establezca la ruta a seguir para tu caso en cuestión, en función de lo que necesites o tu estado de salud concreto, etc. No solo para asegurar un buen resultado estético, sino para evitar complicaciones, posibles efectos secundarios, etc. Que pueda acarrear una cirugía de párpados.
Tras la intervención, el paciente suele retomar su actividad en pocos días. Esto hace que la blefaroplastia sea una de las intervenciones de cirugía plástica más habituales y demandadas en el sector. El
seguimiento médico garantiza una recuperación segura y el control de los resultados funcionales, que habitualmente se mantienen estables a largo plazo.
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