MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigadores de la Universidad de Alberta (Canadá) ha descubierto un vínculo en la batalla por el control del colesterol y las enfermedades cardíacas.
Según sus hallazgos, publicados en la revista 'Nature Communications', una proteína interfiere con los receptores de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) que eliminan el colesterol "malo" de la sangre. El exceso de colesterol LDL puede provocar aterosclerosis (estrechamiento y endurecimiento de las arterias) y, en última instancia, un ataque al corazón.
"Hace muchos años que sabemos que estos receptores pueden escindirse, pero nadie sabía qué proteína era la responsable. Hubo varios intentos en todo el mundo, pero nadie tuvo éxito", explica el responsable de la investigación, Dawei Zhang.
Ahora que se ha identificado al culpable, el laboratorio de Zhang ya está trabajando para encontrar un fármaco que se dirija a la proteína, permitiendo que los receptores eliminen más LDL.
Un tipo de fármacos para reducir el colesterol llamado estatinas ha demostrado reducir los eventos cardíacos entre un 20 y un 40 por ciento, pero tienen efectos secundarios que hacen que no puedan administrarse en dosis lo suficientemente altas como para que funcionen para todo el mundo. Según Zhang, el nuevo fármaco se utilizaría en combinación con las estatinas para potenciar su efecto.
El equipo de Zhang descubrió por casualidad la función de la proteína, la metaloproteinasa de matriz de tipo 1, mientras estudiaba otra proteína relacionada con la función cardíaca. A continuación, se dispuso a repetir y confirmar sus hallazgos en células de ratón, rata y humanos, trabajando en colaboración con investigadores de China.
La proteína tiene otras funciones fisiológicas críticas, por lo que su laboratorio trabajará para identificar y centrarse en la región específica dentro de la proteína que actúa sobre el receptor de LDL. También están trabajando con una nueva técnica para orientar aún más su posible fármaco de modo que sólo actúe en el hígado, reduciendo así la probabilidad de efectos secundarios no deseados.