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29 may. 2020 13:56H
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MADRID, 29 (EUROPA PRESS)

La Comisión Asesora COVID-19-OMC, puesta en marcha por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), ha hecho público su tercer informe en el que aconsejan dotar en un "muy corto plazo" de tiempo a la Atención Primaria de los recursos humanos y tecnológicos necesarios para garantizar la teleasistencia, así como dotar a cada centro de salud de una persona dedicada al "rastreo" epidemiológico.

En este trabajo se hacen unas consideraciones previas del papel esencial que ha ejercido y ejerce la AP en el proceso de abordaje de la pandemia, en las que señala que, mientras algunos autonómicos diseñaron una estrategia global centrada casi exclusivamente en el ámbito hospitalario, con protagonismo para los servicios de cuidados intensivos, otros trataron de frenar la pandemia manteniendo la presencia de sus profesionales de AP en centros de salud y consultorios locales, aprovechando la extensión universal de la red de primaria, la cercanía de sus profesionales, su capacidad para la detección temprana y control evolutivo de los casos, y la confianza y seguridad que transmite a sus pacientes.

Se considera que actualmente, todos los servicios de salud tienen "claro" que la AP debe adquirir un papel protagonista en la fase de desescalada, a pesar de encontrarse en una situación de "precariedad" de recursos, especialmente humanos, aunque también materiales, como consecuencia del abandono que ha venido padeciendo en las dos últimas décadas.

"Es preciso continuar buscando un equilibrio mejor entre la necesaria coordinación vertical (Gerencia del Área de Salud y Hospital, Consejería de Sanidad, Ministerio de Sanidad) y la imprescindible autonomía de gestión de cada centro y equipo que les permitirá optimizar la adaptación de su organización y actividades a las necesidades y características de su zona básica de salud para conseguir proporcionar a su población una atención segura y de calidad", se señala en el trabajo.

Además, se recuerda que, en el momento actual se han asignado, aunque muy tarde, a la AP responsabilidades protagonistas en la detección, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de nuevos casos, así como, en coordinación con recursos de salud pública, de los contactos. Por ello, los responsables del informe insisten en la necesidad de dotarla a "muy corto plazo" de nuevos recursos humanos y tecnológicos para que pueda cumplir adecuadamente estos objetivos.

ACCIONES QUE DEBEN PONERSE EN MARCHA DE FORMA "INMEDIATA"

En este documento se intenta hacer una aproximación a las necesidades y también a las acciones que deben ponerse en marcha de forma inmediata en los centros y equipos con énfasis especial en los cambios para la fase de la desescalada actual y ante un posible rebrote a corto plazo, cambios organizativos necesarios para responder a los desafíos planteados por la pandemia.

En concreto, en el informe se aconseja priorizar la seguridad de personal y pacientes, con protección y autoprotección a través de la limitación del aforo; organizando y gestionando las zonas de espera exteriores e interiores; las direcciones asistenciales y gerencias deben garantizar suministros, potenciar la limpieza de los espacios y estancias y habilitar en su caso mamparas y protecciones; la gestión de las agendas y los flujos de pacientes es esencial para evitar masificación y contagios.

Además, se destaca la importancia de rediseñar la accesibilidad al centro de salud, potenciando las unidades administrativas, reforzando su personal, aportando líneas telefónicas y teléfonos móviles, instalando aplicaciones, y posibilitando que lideren la gestión de flujos y la distribución de peticiones de asistencia. Y es que, tal y como se establece, los puntos de triaje en la entrada son "esenciales", por lo que su diseño, composición, los criterios, y las circulaciones, deben ser definidos por el Equipo de forma participativa.

"Se precisan nuevas dotaciones tecnológicas (aplicaciones, correo electrónico, mensajería instantánea) que incrementen la conectividad telemática de forma legalmente correcta y con seguridad. Las agendas deben gestionarse por los profesionales, espaciar las visitas, intercalar consultas telefónicas, y gestionar demoras según criterio clínico, con apoyo institucional y campañas de información a la ciudadanía", apostillan los expertos.

Finalmente, abogan por el desempeño de funciones de vigilancia epidemiológica, contando con todos los medios diagnósticos sin restricciones, los sistemas de información y el control de casos y contactos, priorizando la asignación al centro de salud del personal que refuerce esta función de rastreo, adecuadamente formados; y por reducir las cargas burocráticas, profundizando las experiencias de simplificación de las bajas laborales, de la gestión de la prescripción por receta electrónica, y de consultas electrónicas con el Hospital de referencia.

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