MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El codo de tenista puede ser tratado a través de la embolización arterial transcatéter (TAE, por sus siglas en inglés), un tratamiento no quirúrgico guiado por imágenes que disminuye el flujo sanguíneo anormal al área lesionada para reducir la inflamación y el dolor, según una investigación presentada este domingo en la Reunión Científica Anual 2019 de la Sociedad Americana de Radiología Intervencionista.
La afección, también conocida como epicondilitis lateral, se origina por lesiones producto de esfuerzo repetitivo que se producen en actividades como los deportes o la mecanografía, y es común en carpinteros, cocineros y trabajadores de líneas de ensamblaje, que ven perjudicada su capacidad para realizar tareas básicas que afectan el rendimiento laboral y la calidad de vida. Aunque el dolor es un síntoma característico, el codo de tenista crónico puede causar pérdida de agarre y fuerza en el brazo, uso limitado y sensaciones de ardor en la parte externa del brazo.
"El codo de tenista puede ser difícil de tratar, dejando a muchos pacientes incapaces de realizar las tareas más simples, como recoger a sus hijos, preparar la cena o incluso trabajar con un ordenador. Con esta frustración, muchos pacientes recurren a la cirugía mayor invasiva después de años de fracaso en la fisioterapia y el uso de medicamentos", explica Yuji Okuno, fundador de la Clínica Okuno en Japón y autor principal del estudio.
Por ello, intentaron averiguar si esa novedosa técnica, que ya se utiliza en otras partes del cuerpo, era eficaz en esta afección común y debilitante para ayudar a las personas a recuperar inmediatamente un rango de movimiento que se da por sentado en las tareas cotidianas. El equipo del doctor Okuno condujo un estudio prospectivo en 52 pacientes con codo de tenista que no encontraron alivio de otras formas de tratamiento. Los pacientes recibieron TAE entre marzo de 2013 y octubre de 2017, y se les siguió hasta cuatro años después del tratamiento.
Los investigadores encontraron reducciones estadísticamente significativas en las puntuaciones de dolor, usando métodos que incluían las puntuaciones de la discapacidad rápida del brazo, el hombro y la mano; de dolor de escala analógica visual; de la evaluación del codo de tenista clasificadas por el paciente; y la fuerza de agarre sin dolor. Además, las imágenes tomadas en 32 pacientes dos años después de someterse a un TAE mostraron una mejoría en las puntuaciones de tendinosis y desgarro.
El tratamiento puede completarse en aproximadamente una hora y requiere solo un orificio de aguja para acceder a la arteria radial de la muñeca bajo anestesia local. Se mueve un catéter a través de la muñeca hasta el codo, donde se embolizan los vasos sanguíneos inflamados, lo que impide el flujo excesivo de sangre a la parte afectada del codo. El tratamiento es seguro y efectivo y no requiere fisioterapia. No se observaron eventos adversos y ningún paciente experimentó efectos negativos en los huesos, cartílagos o músculos circundantes.