MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigadores brasileños ha desarrollado una estrategia que frena el crecimiento de las células de cáncer de mama triple negativo, al cortarlas de sus dos fuentes principales de alimentación, tal y como han publicado en el 'Journal of Biological Chemistry'.
El cáncer de mama triple negativo representa aproximadamente entre el 15 por ciento al 20 por ciento de todos los cánceres de mama y es más común en las mujeres afroamericanas. Estos tumores carecen de receptores de estrógeno y progesterona y de la proteína HER2, los cuales están presentes en otros cánceres de mama y permiten ciertas terapias dirigidas.
Debido a que cada tumor de cáncer de mama triple negativo tiene una composición genética diferente, la búsqueda de nuevos marcadores que podrían guiar el tratamiento ha sido una tarea difícil. "Hay un intenso interés en encontrar nuevos medicamentos que puedan tratar este tipo de cáncer de mama, el más agresivo y de peor pronóstico debido, especialmente, a que hay menos fármacos dirigidos a tratarlo", han explicado los investigadores.
En este sentido, en su estudio han conseguido demostrar que además de la glutamina, una fuente de alimento para el cáncer, las células del cáncer de mama triple negativo pueden usar ácidos grasos para crecer y sobrevivir. Así, cuando los científicos utilizaron los inhibidores que bloquean el metabolismo tanto de la glutamina como de los ácidos grasos, observaron que se redujo el crecimiento y migración del tumor.
Para mantener su capacidad de crecer a un ritmo vertiginoso, las células cancerosas consumen nutrientes a un ritmo mayor. La glutamina, que es el aminoácido más abundante en el plasma, es una de ellas. De hecho, algunos tipos de cáncer se vuelven muy dependientes de esta molécula versátil, ya que ofrece energía, carbono, nitrógeno y propiedades antioxidantes, todo lo cual apoya el crecimiento y la supervivencia del tumor.
El medicamento telaglenastat, también conocido como CB-839, previene el procesamiento de glutamina y actualmente se encuentra en ensayos clínicos para tratar este tipo de cáncer de mama y otros tipos de tumores. El CB-839 actúa desactivando la enzima glutaminasa, evitando que las células cancerosas se descompongan y cosechando los beneficios de la glutamina. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que algunas células del tumor pueden resistir el tratamiento farmacológico.
Para ver si las alteraciones en la expresión génica podrían explicar cómo sobreviven estas células, los autores del estudio expusieron las células del cáncer de mama triple negativo al CB-839, definieron las que eran resistentes y las que eran sensibles al fármaco y secuenciaron su ARN.
De esta forma, los expertos observaron que en las células resistentes, las vías moleculares relacionadas con el procesamiento de los lípidos fueron altamente alteradas. Concretamente, se incrementaron los niveles de las enzimas CPT1 y CPT2, críticas para el metabolismo de los ácidos grasos.
"CPT1 y 2 actúan como puertas para la entrada de ácidos grasos en las mitocondrias, donde se utilizarán como combustible para la producción de energía. Nuestra hipótesis fue que cerrar esta puerta de acceso mediante la inhibición de la CPT1, en combinación con la inhibición de la glutaminasa, disminuiría el crecimiento y la migración de células de cáncer de mama triple negativo resistentes a CB-839", han argumentado los expertos.
Por tanto, la doble inhibición resultó significativa, ya que ralentizó la proliferación y la migración en células más resistentes de este tipo de tumor, en comparación con la inhibición individual de CPT1 o glutaminasa. "Estos resultados proporcionan nuevos marcadores genéticos que podrían guiar mejor la elección de medicamentos en pacientes con cáncer de mama triple negativo", han zanjado los investigadores.