LUIS CARRETERO, GERENTE DEL servicio de salud de castilla-la mancha | |||||||
“Estamos poniendo cordura donde antes había propaganda” | |||||||
Denuncia que algunos hospitales se planificaron "con planes funcionales desproporcionados, con crecimientos que no se correspondían con la necesidad sanitaria real" | |||||||
Javier Barbado / Imagen: Miguel Ángel Escobar y Adrián Conde. Madrid Los socialistas, mientras gobernaron, potenciaron el crecimiento de la pendiente del gasto sanitario en Castilla-La Mancha a pesar de haberse cerciorado la situación de crisis económica en todo el país, según resalta el máximo responsable del Servicio de Salud de esta comunidad autónoma en una entrevista concedida a Redacción Médica. Por esta razón –matiza– el déficit de la sanidad castellano-manchega ha sido más notorio que el de las otras autonomías, y de ahí la urgencia por recurrir a estrategias que garanticen su viabilidad a medio y largo plazo. Desde la llegada del Partido Popular a Castilla-La Mancha, era sabido que, ante la situación de déficit presupuestario, se echaría mano de la colaboración con la empresa privada para hacer solventes a los hospitales públicos. Así se ha anunciado con cuatro de ellos: General de Villarrobledo, General de Almansa, General de Tomelloso y el Virgen de Altagracia de Manzanares (Ciudad Real).
¿Se va a implantar, por fin, el modelo Alzira en todos ellos?
Le pregunto por el modelo Alzira porque, como bien sabe, hay diversidad de fórmulas para proporcionar esa colaboración (PFI, PPP… abreviadas por sus siglas en inglés). ¿Se ha optado en particular por alguna de ellas?
Corríjame si me equivoco, pero, en el conocido como modelo Alzira, la empresa privada concesionaria del proyecto se responsabiliza también de la gestión de los recursos humanos del centro. ¿Es ésa la fórmula a la que desean recurrir?
Perdone que insista, pero, ¿gestionaría la empresa privada la nómina de los trabajadores en los hospitales castellano-manchegos? Sí, lo que pasa es que son hospitales que ya funcionan, y, por lo tanto, hay profesionales del Sescam que ya están trabajando en esos centros. Esos profesionales seguirán siendo trabajadores del Sescam, el Sescam pagará sus nóminas y descontará del precio de la capitación o de la concesión el coste del personal en la medida en que esas personas estén trabajando en el área.
¿Cuál es el estado, ahora mismo, de los cuatro hospitales mencionados respecto a la instauración de un nuevo modelo de gestión?
De momento no se conocen empresas concesionarias por la sencilla razón de que no se han convocado los concursos. Pero, en el Parlamento autonómico, un desliz le llevó a la portavoz del Partido Popular, Carmen Casero, a propiciar que la oposición (y, más en concreto, Izquierda Unida) criticase que ya se había pensado en la multinacional Capio para alguno de los centros. ¿Qué hay de cierto en todo ello?
Como usted sabe, en la actualidad se detectan importantes operaciones de concentración de los grupos hospitalarios privados que, de prosperar, cambiarán el panorama actual del sector. Tal es el caso, por ejemplo, de la probable fusión entre el Grupo Hospitalario Quirón y USP Hospitales, o, por poner otro ejemplo, la compra de Ribera Salud aun no se sabe por qué entidad… ¿Nos da alguna pista de qué empresas han mostrado su interés por los hospitales castellano-manchegos? En la jornada de huelga general, el Sescam fue objeto de un sabotaje de sus servicios informáticos. ¿Cómo sucedió y cómo respondió a ello? Los principales sindicatos convocantes de la jornada se han desmarcado de lo acontecido: ¿se trabaja para hallar a los responsables de este delito? La jornada, globalmente, fue una jornada de normalidad con un seguimiento bajo de la huelga y con una excelente predisposición de todos los profesionales. Pero sí hubo ese incidente, que fue realmente grave, y que estoy seguro que, además, fue ajeno a nuestros profesionales, pero que nos afectó en ese momento de una manera grave. Hubo un sabotaje sobre la red de comunicaciones del Sescam, que, durante una hora de la noche, cortó tanto el teléfono como el sistema de información. Y eso, hoy en día, en el funcionamiento de un hospital –público o privado pero especialmente público– es un hecho serio, muy grave y que a nosotros, por supuesto, nos puso en una dificultad importante. En ese sentido, quiero agradecer el trabajo de los profesionales que estaban de noche en los hospitales; de los informáticos de los hospitales, que acudieron enseguida a tratar de paliar los efectos de ese corte, y el esfuerzo que hizo todo el mundo para que un sabotaje gravísimo no tuviera efecto sobre los pacientes. Y, en ese sentido, mi enhorabuena a todos los profesionales del Sescam. ¿Corresponde al Sescam y a la Consejería denunciar lo ocurrido y promover su investigación por la policía? Sí. Inmediatamente lo pusimos en conocimiento de nuestro consejero, y él nos dio las órdenes oportunas para que tomáramos las acciones legales pertinentes. Y así se hizo, y está denunciado, por supuesto, y en investigación.
Hablemos ahora de los hospitales que estaban en obras cuando el Partido Popular llegó a Castilla-La Mancha. Dado que se paralizaron, ¿qué piensan hacer ahora con ellos? ¿Qué ha sucedido, en concreto, en el Complejo Hospitalario de Toledo? En el Complejo Hospitalario de Toledo, igual que en el resto, se está haciendo un esfuerzo muy importante a nivel de Gobierno. Es una prioridad que se nos ha transmitido al Sescam (y no solo al Sescam, sino a todo el Gobierno) y se están dando los pasos para que esa infraestructura se puedan hace de acuerdo con las necesidades y de una manera también lógica y con cordura. Y, en eses sentido, se están dando los pasos necesarios. Todos recordamos la dura crítica de la presidenta autonómica, María Dolores de Cospedal, al déficit con que se encontró el partido en el Gobierno cuando examinó las cuentas públicas gestionadas por el Ejecutivo anterior. Como máximo responsable del Sescam, ¿con qué deuda se encontró sobre la mesa? Realmente, a nivel de todo el Sistema Nacional de Salud, sí que ha habido un problema generalizado, y ha sido que, durante la crisis, ha habido una bajada de ingresos y un gasto sanitario más rígido a la baja respecto de aquéllos. Eso ha sido un problema general. Pero, en Castilla-La Mancha, se ha producido un hecho curioso: mientras que el resto del Sistema Nacional de Salud reaccionó a partir del año 2008 moderando el gasto, y, de alguna manera, ajustándolo a una situación de crisis que empezaba a alargarse, en Castilla-La Mancha se aceleró el gasto público sanitario. Parecía que, como en una carrera desenfrenada, en vez de adaptarse –las decisiones sobre el gasto sanitario– a una situación de crisis, se aceleró y aumentó la pendiente del crecimiento del gasto, y, en ese sentido, nuestra situación es más grave. Se ha generado un déficit mayor proporcionalmente al que se ha generado en otras comunidades, y, además, con una tendencia creciente (que hace que haya costado mucho más trabajo hacer ese cambio de tendencia). Por lo tanto, ese problema que puede ser general en toda España, aquí lo hemos vivido con más crudeza. Ahora que acaban de presentarse los Presupuestos Generales del Estado, ¿cuándo se hará lo propio con los castellano-manchegos? ¿Qué puede adelantarnos de la partida sanitaria, y, ante todo, de dónde piensa recortar para mantener la calidad asistencial? (Se ha hablado de 2.200 millones de euros menos que los presupuestados en 2011). Los datos los debe precisar nuestro consejero de Hacienda. Nosotros sí que, desde diciembre, desde que la presidenta anunció el Plan de Garantía de los Servicios Sociales Básicos, aunque todavía no se han promulgado los presupuestos, nos vemos con un objetivo de trabajo muy claro, y con una secuencia de decisiones para algo que es básico: el que un sistema sanitario es viable y excelente no solo porque dé un buen servicio a los ciudadanos –que lo debe dar siempre–, sino también porque se sustente sobre criterios de sostenibilidad. Y esos puntos o esos pilares de sostenibilidad son los que estamos poniendo en estos meses y los que tenemos que seguir poniendo.
El presupuesto da una foto del dinero disponible en la comunidad tanto para sanidad como para educación y para cada uno de los servicios. Pero las medidas que hay que tomar para llegar a ese presupuesto ya las tenemos en marcha. Vea la entrevista completa en Sanitaria 2000 TV |