Científicos europeos consideran este implante de bioingeniería como alternativa al trasplante

Una córnea de colágeno de cerdo devuelve la vista a 20 personas
Neil Lagali, profesor del Departamento de Ciencias Biomédicas y Clínicas de la Universidad de Linköping.


13 ago. 2022 11:45H
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Un grupo de científicos europeos le han devuelto la vista a 20 personas. Han creado una córnea artificial con colágeno de piel de cerdo y su implante ha sido todo un éxito en los primeros ensayos clínicos. Durante 24 meses han hecho seguimiento de los implantes y no han observado ningún efecto adverso. El tejido se curó rápidamente y solo necesitaron ocho semanas con colirios inmunodepresores para evitar que hubiera rechazo.

El estudio ha sido dirigido por investigadores de la Universidad de Linköping y la empresa LinkoCare Life Sciences AB y ha sido publicado en la revista Nature Biotechnology. Hay esperanza, y mucha, para las personas ciegas que esperan un trasplante de cornea humana, que escasean en los países donde más necesitan. Los resultados de ese estudio consideran este implante de bioingeniería como alternativa al trasplante con resultados positivos.

La vista de los participantes mejoró tanto como lo habría hecho después de un trasplante de córnea con tejido humano. Antes de la operación, 14 de los 20 participantes estaban totalmente ciegos. Tres de ellos tenían una visión perfecta tras la operación.

"Es posible desarrollar un biomaterial que cumpla con todos los criterios para ser utilizado como implantes humanos, que pueda ser producido en masa y almacenado hasta por dos años y así llegar a más personas con problemas de visión. Esto nos ayuda a sortear el problema de la escasez de tejido corneal donado y el acceso a otros tratamientos para enfermedades oculares", indica Neil Lagali, profesor del Departamento de Ciencias Biomédicas y Clínicas de la Universidad de Linköping.

Casi 13 millones de ciegos por problemas en la córnea


Cerca de 12,7 millones de personas en todo el mundo están ciegas debido a que sus córneas, que es la capa transparente más externa del ojo, están dañadas o enfermas. Su única forma de recuperar la visión es recibir una córnea trasplantada de un donante humano, pero solo una de cada 70 recibe una. Además, la mayoría de los que necesitan trasplantes de córnea viven en países de ingresos bajos y medios, en los que el acceso a los tratamientos es muy limitado.

"La seguridad y la eficacia de los implantes de bioingeniería han sido el núcleo de nuestro trabajo", señala Mehrdad Rafat, investigador y empresario detrás del diseño y desarrollo de los implantes. "Hemos realizado importantes esfuerzos para garantizar que nuestro invento esté ampliamente disponible y sea asequible para todos y no solo para los ricos. Por eso, esta tecnología se puede utilizar en todas partes del mundo", ha añadido.

Método poco invasivo


La córnea se compone principalmente de la proteína colágeno. Para crear una alternativa a la córnea humana, los investigadores utilizaron moléculas de colágeno derivadas de piel de cerdo altamente purificadas y producidas en condiciones estrictas para uso humano.

La piel de cerdo utilizada es un subproducto de la industria alimentaria, por lo que es de fácil acceso y económicamente ventajosa. En el proceso de construcción del implante, los investigadores estabilizaron las moléculas de colágeno sueltas y formaron un material robusto y transparente que podía soportar la manipulación y la implantación en el ojo.

Si bien las córneas donadas deben usarse dentro de dos semanas, las córneas obtenidas mediante bioingeniería se pueden almacenar hasta dos años antes de su uso. Los investigadores también han desarrollado un nuevo método mínimamente invasivo para tratar la enfermedad del queratocono, en la que la córnea se vuelve tan delgada que puede provocar ceguera.

Hoy en día, la córnea de un paciente con queratocono en etapa avanzada se extrae quirúrgicamente y se reemplaza por una córnea donada, que se sutura quirúrgicamente. Este tipo de cirugía es invasiva y solo se realiza en hospitales universitarios más grandes.

"Se podría utilizar un método menos invasivo en más hospitales, ayudando así a más personas. Con nuestro método, el cirujano no necesita extirpar el propio tejido del paciente. En su lugar, se hace una pequeña incisión, a través de la cual se inserta el implante en la córnea existente", indica Lagali.
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