Enrique Pita / Imagen: Cristina Cebrián. Madrid
Las estancias hospitalarias asociadas a las infecciones nosocomiales, esto es, aquellas relacionadas con la propia asistencia sanitaria, suponen un sobrecoste para el Sistema Nacional de Salud (SNS) de hasta 700 millones, según se ha explicado en la presentación de la Propuesta de plan de lucha contra las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS) elaborado por la Fundación Tecnología y Salud y la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) que ha tenido lugar en la sede de IESE.
De acuerdo con los datos recogidos por la Organización Mundial de la Salud, en Europa se producen al año en torno a 4,5 millones de IRAS, de las que 37.000 devienen en el fallecimiento del paciente y provocan cerca de 16 millones de estancias hospitalarias adicionales. Solo en España, los datos del
Estudio de Prevalencia de las Infecciones Nosocomiales en España (Epine) reflejan una prevalencia del 7,6 por ciento de estas infecciones.
Margarita Alfonsel, secretaria del Patronato de la Fundación Tecnología y Salud, y Juan Antonio Galán, director asociado de IESE Campus Madrid.
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Tal y como ha resaltado la secretaria del Patronato de la Fundación, Margarita Alfonsel, más allá de los sobrecostes que suponen, “las IRAS incrementan la tasa de mortalidad, provocan complicaciones clínicas o disminuyen la calidad de vida del paciente”, entre otros factores que, en definitiva, provocan un impacto “muy negativo” en el sistema sanitario.
Pero las infecciones asociadas a la atención sanitaria son prevenibles, y en ese contexto se enmarca esta propuesta de Fenin, que concluye que la adopción de un plan de lucha, en el que la tecnología sanitaria se ofrece como aliada, podría reducir hasta un 30 por ciento la incidencia de este problema.
Líneas estratégicas de la propuesta
El documento de Fenin plantea cuatro pilares básicos: la medición de las IRAS; la definición de unos objetivos claros, alcanzables y eficaces; la alineación del conjunto del SNS alrededor de estos objetivos y la elaboración de una estrategia.
Así, las líneas estratégicas pasan por monitorizar las IRAS de forma que se cuente con información comparativa entre hospitales; incentivar las buenas prácticas y resultados entre los hospitales; aplicar las buenas prácticas, tales como mantener la práctica estricta de la higiene de manos o implantar programas de control de estas infecciones; activar la participación de los pacientes, con campañas de sensibilización o sistematizando la formación de pacientes y cuidadores; implantar la cultura de la seguridad, sensibilizando y formando a los profesionales; normalizar las buenas prácticas, incluyéndolas en la rutina profesional, y, por último, incorporación selectiva de la tecnología de apoyo, difundiendo el conocimiento sobre la aportación de la tecnología a la protección ante estas IRAS.
ENLACES RELACIONADOS:
Acceda a la Propuesta de Fenin de Plan de Lucha contra las IRAS
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