Imagen de la presentación del informe.
España mantiene el deterioro del equipamiento sanitario hospitalario en un nivel que es “inadmisible”, ha advertido este miércoles
Margarita Alfonsel, secretaria general de la
Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin). De hecho los niveles de obsolescencia, en algunas modalidades tecnológicas, nuestro país se sitúa
en el penúltimo lugar de los países de la Unión Europa, sólo superado por Croacia. En concreto, las áreas quirúrgicas y de cuidados de pacientes críticos son algunas de las más afectadas, dado que el 50 por ciento de los equipos tienen una antigüedad de más de diez años.
Alfonsel ha apuntado como una de las razones el déficit de inversión acumulado durante los últimos años, que han coincidido con el impacto de la crisis económica, y que ha provocado “un perfil tecnológico donde
los equipos obsoletos superan en más de cinco veces el máximo recomendado” por administraciones regionales e instituciones comunitarias. Así lo ha advertido durante la presentación de sexto informe
Perfil Tecnológico hospitalario y propuestas para la renovación de tecnologías sanitarias, elaborado por Fenin en colaboración con las empresas del sector.
Este estudio refleja que, en cualquier caso, no existe una diferencia relevante en cuanto al desarrollo tecnológico entre los centros sanitarios de carácter público y los pertenecientes a la medicina privada. Por eso, Alfonsel ha apostado por la involucración del
Ministerio de Sanidad, del Ministerio de Hacienda y de las administraciones regionales un mayor compromiso con el desarrollo tecnológico hospitalario a través de un plan estructural específico que aborde esta situación con “presupuestos finalistas”.
Concha Toribio, Ángel Gayete, Margarita Alfonsel, David García y Carlos Cisternas.
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Plan de choque
Para alcanzar los
estándares europeos -Golden Rules Cocir-, que fijan el 60 por ciento de los equipos deben tener cinco años o menos, el 30 por ciento entre 5 y 10; y el 10 por ciento o menos más de diez años-, la patronal tecnológica sostiene que es necesaria una inversión de 1.600 millones de euros a cuatro años vista. A datos de 2018, e 44 por ciento de los equipos españoles tiene más de diez años, el 23 por ciento entre 5 y 10 años, y sólo el 33 por ciento tiene menos de cinco años.
Por su parte,
Carlos Cisternas, responsable del informe, ha puesto de relieve
las inversiones y donaciones realizadas durante los últimos años por la Fundación Amancio Ortega que, con un total de 320 millones de euros, y junto con las iniciativas llevadas a cabo por algunas Comunidades Autónomas, las tecnologías de imagen y tratamiento médico han experimentado
“un avance positivo”. En concreto, el ámbito de la oncología radioterápica ha sido el más beneficiado al recibir el 70 por ciento de estas donaciones y ha supuesto, en total, la incorporación de 99 nuevos equipos y ha permitido, además, renovar aquellos que contaban con una longevidad de más de diez años.
En este sentido, ha advertido de que algunos equipos, como los mamógrafos, de los cuales un 41 por ciento tiene más de diez años,
"incide directamente en la seguridad del paciente” y en la capacidad diagnóstica de estas tecnologías
. “No es una cuestión baladí”, ha asegurado, dado que, por ejemplo, actualmente “existen equipos que emiten radiaciones más elevadas de lo que sería necesario”.
PIB destinado a tecnología sanitaria
David García, presidente del sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica de Fenin, ha apuntado que “el uso medio de cualquier tecnología sanitaria, como máximo, suele ser de 10 años, mientras que en España los hay superan los 15 y 20 años”. Además, ha recordado que el 6 por ciento del PIB nacional se destina a sanidad, aunque menos del 1 por ciento se destina a tecnología sanitaria. Mientras, los países de nuestro entorno destina un 7,5 por ciento a este sector, aunque tampoco superan el 1 por ciento de inversión en equipamientos. “
La mayoría de esta inversión se destina al cuidado de pacientes crónicos y medicamentos oncológicos, de modo que la inversión en tecnología es muy pequeña”, ha dicho.
Por ello, algunas de las propuestas para el abordaje del déficit tecnológico actual pasan por planes de renovación tecnológica, el uso de criterios y referencias internacionales para el cálculo de la obsolescencia, el mantenimiento adecuado e incorporación de innovación incremental, explorar alternativas conforme a la
Ley de Contratos del Sector Público, o un plan de choque de financiación especialista específica.
En la presentación de este informe también han estado presentes
Ángel Gayete, vocal de la Junta de Facme y responsable del grupo de tecnología, y
Concha Toribio, coordinadora de Análisis y estudios de Fenin.
Aspecto de la sala durante la presentación.
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