El uso de las nuevas tecnologías, clave para prevenir estos errores y facilitar la labor de los sanitarios

Enrique Veloso, Elvira Velasco, Borja Negrete, Ana Prieto y José Luis Baquero.


18 oct. 2020 18:50H
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Hay vida más allá del Covid-19 y la prueba de ello es que los problemas a los que se enfrentaba antes nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) siguen estando ahí. Uno de estos problemas es el de los errores en la medicación. Ya dice la locución latina que errare humanum est, errar es humano, pero en Medicina, errar es cuestión de vida o muerte. Los efectos adversos relacionados con el uso erróneo de medicamentos ocasionan mayor mortalidad que los accidentes de tráfico, que el cáncer de mama o que el VIH. Según la Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud para el periodo 2015 y 2020, el 17 por ciento de los pacientes hospitalizados sufre algún error en la medicación a diario. Redacción Médica ha reunido a un plantel de primer nivel para debatir sobre el abordaje de este problema del SNS.

¿Es posible crear una norma sobre errores en la medicación teniendo en cuenta que hay tanta disparidad entre los pacientes? Los hay de alto, de medio y de bajo riesgo.

José Luis Baquero Úbeda, director y coordinador científico del Foro Español de Pacientes (FEP): Sí. A mi parecer es necesario establecer una norma. Los planes estratégicos son recomendaciones y precisamente por eso, por ser solo recomendaciones, sigue habiendo 17 errores de medicación por cada 100 pacientes hospitalizados al día. Se debe establecer una norma, y ser adaptada a cada uno de los hospitales y a cada uno de los servicios, estableciéndose como objetivo en cada centro y haciéndose el correspondiente seguimiento.

Muy interesante esta idea ¿qué les parece?

Elvira Velasco destaca la importancia de trabajar con las asociaciones de pacientes para abordar los errores en la medicación.

Elvira Velasco Morillo, portavoz del PP de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados: Creo que antes de empezar a categorizar a los pacientes, se debe empezar por definir qué es un error de medicación. Un error de medicación se puede producir desde que se prescribe un medicamento hasta que lo toma el paciente. Puede aparecer desde la transcripción, la distribución, la dispensación y la administración. Tenemos que ver qué es lo que pasa,  y desde luego también tenemos que ver qué entendemos por acontecimientos adversos. Hay unos que son previsibles y otros que no. Y, por supuesto, también ver qué es una reacción adversa a los fármacos. Cuando tengamos bien claras estas diferencias, tendremos que detectar dónde se produce el error.

Ana Prieto Nieto, portavoz del PSOE de la Comisión de Sanidad en el Congreso de los Diputados: Para mí hay tres premisas fundamentales. La primera es que el paciente hoy en día está muy informado. Hay que decir también, aunque sea una evidencia, que la salud no es una mercancía, la salud es un derecho humano. Y también que hoy en día el paciente se ha convertido en protagonista.

Con estas tres premisas encima de la mesa considero necesario definir, como ya hizo Elvira, qué se considera error de medicación. Se pueden definir como cualquier incidente prevenible que pueda causar daño al paciente o dé lugar a una utilización inapropiada de los medicamentos. Estos incidentes realmente pueden estar relacionados con la práctica profesional, con procedimientos o con sistemas que irían desde la fase inicial que sería la prescripción, pasando por la comunicación, el etiquetado, envasado, denominación, preparación, dispensación, distribución, administración, educación, seguimiento y utilización.

Según la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), los errores de prescripción y de seguimiento pueden suponer la mitad de los errores que se detectan. Estos errores pueden causar importantes problemas de salud, reacciones adversas, lesiones temporales o permanentes o incluso la muerte. Pero yo iría un paso más allá antes de posicionarme en si es necesario una normativa o no. Me parece importante diferenciarlos de las reacciones adversas de los medicamentos, porque estas no se producen por un error, sino a pesar de un uso correcto. Desde mi punto de vista, el uso racional de los medicamentos es una estrategia ampliamente aceptada en el conjunto de los sistemas de los países desarrollados. Estos programas de medicamentos pretenden asegurar la disponibilidad de los medicamentos necesarios para la atención a las necesidades de los pacientes e incorporan mecanismos de actuación para afianzar la seguridad del paciente en el uso de su medicación.

No soy partidaria de realizar una normativa, en todo caso sería lo último. Prefiero una estrategia y un programa potente siempre en términos técnicos y profesionales.

Enrique Veloso Lozano, portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid: Sin perjuicio de lo que se ha comentado, yo me centro más en la cuestión que ha planteado el presentador sobre si es posible o no hacer una clasificación, una categorización de los pacientes. La clasificación de pacientes es algo habitual en los servicios hospitalarios, en los servicios médicos, es decir, el clasificar pacientes en los servicios de Urgencia es algo que es totalmente habitual, se hace una clasificación por códigos de urgencia, de gravedad. También la clasificación se hace en los servicios de Enfermería, es decir, a la hora de asignar la presión asistencial, la carga de trabajo… A nadie se le escapa que los pacientes que tienen mayor pronóstico de gravedad o mayor riesgo de salud, requieren más horas de trabajo por parte de Enfermería.

La cuestión es cruzar la categorización de los pacientes con la clasificación de los errores de medicación y el riesgo de la propia medicación, porque hay medicamentos que son de alto riesgo. Un reciente estudio en la Unión Europea decía que más del 50 por ciento de los errores de medicación se concentran en siete fármacos o grupos de fármacos. Esto es muy importante. Por eso si mezclamos la información propia de la clasificación de aquellos medicamentos en los que se produce un mayor número de errores de medicación junto con esa clasificación que proponen de pacientes, vamos a tender a un sistema que sea más seguro.

José Luis Baquero: "Hay sobrada tecnología para ayudar a los profesionales sanitarios a reducir los errores en la medicación".

José Luis Baquero: Yo sí veo factible y necesaria una norma. Ya tenemos un plan estratégico… podemos hacer otro más, pero tendremos cifras parecidas. La única forma que tenemos de actuar de una forma definitiva es establecer por norma que en cada hospital se tenga que aplicar, que se establezca un objetivo anual el seguimiento para ese plan de seguridad. No estoy hablando de una norma en la que se encarcele ni se crucifique a nadie, pero sí que se establezca que debe formar parte del plan estratégico del hospital y de los objetivos el combatir los errores de la medicación. Por supuesto, sin hacer punitiva la declaración de errores.

Se describe en la literatura que menos de un 10 por ciento de los errores son manifestados y esto es por el miedo, por el miedo humano… se tiene que despenalizar totalmente. Importa mucho más combatir errores posteriores que perjudicar más todavía al profesional, que es la segunda víctima. Cuando alguien entra en un hospital seguramente la segunda o tercera cosa que le hacen es ponerle el brazalete con el código de barras, ¿para qué es ese código de barras? ¿Por si un día aparece en la calle que sepan de qué hospital es?
Ahora mismo hay dispositivos ópticos que pueden leer ese código de barras, pueden leer el código de barras que viene en la medicación, pueden leer el código de barras que se pusiera en la vía y el propio sistema advierte si algo no coincide con lo prescrito electrónicamente y que figura en la historia clínica electrónica. Ahora mismo hay tecnología sobrada para ayudar al profesional a reducir los errores de medicación. ¿Que hace falta inversión? ¡Mínima!

Elvira Velasco: La verdad es que más que definir una norma, creo que debería de existir en todos los hospitales una comisión multidisciplinar para abordar la prevención de los errores de medicación, con un compromiso serio desde la propia dirección del centro en el que participáramos los farmacéuticos, los médicos, el personal de Enfermería y se identificaran todos aquellos errores que han surgido.

Hay, lamentablemente, hospitales en que los sistemas informáticos todavía no están lo suficientemente desarrollados. Hay que ir a sistemas que permitan evitar los errores. Al final,en todo lo que intervenga el componente humano supone que al final puede haber errores. Debemos ahondar en esas comisiones específicas dentro de los hospitales, algo que entra dentro de la estrategia de seguridad del paciente, y que entre todos podamos aprender en base a la formación, en base a cambiar sistemas…


El coste de un sistema de trazabilidad para prevenir errores "no llega a 50.000 euros por hospital"


Enrique Veloso: Quiero aprovechar para decirle a Baquero que tengo dos buenas noticias para usted. En la Comunidad de Madrid estamos tramitando ahora mismo un decreto para la mejora de la calidad asistencial y seguridad del paciente. En esa normativa se establece la obligatoriedad para todos los centros sanitarios, sean públicos o privados, de tener plantillas superiores a 90 personas, a que hagan planes de seguridad del paciente y, además, que sean evaluados y que sean actualizados cada cinco años.

Eso exige la creación de una comisión de seguridad en cada centro hospitalario para velar por la implementación de este plan y para hacer propuestas de mejora continua. Pero no me quedo ahí. Nosotros presentamos una enmienda en los presupuestos del 2019, como grupo de parlamentarios de Ciudadanos, para la puesta en marcha de un sistema de trazabilidad de identificación por lectura de código de barras para la elaboración y manipulación de los medicamentos citostáticos y los medicamentos peligrosos. Esto fue a raíz de un encuentro que tuve con los responsables de Farmacia Hospitalaria, que nos propusieron esta medida y me parece muy correcta.

¿El coste? El coste es perfectamente asumible porque, aproximadamente, no llega a los 50.000 euros por centro hospitalario. Es decir, estoy hablando que en la Comunidad de Madrid podemos tener en marcha un sistema de trazabilidad para identificar perfectamente los códigos de barras, en este caso, de medicamentos citostáticos y medicamentos peligrosos, por en torno a 1.750.000 euros, es decir, por menos de dos millones de euros. Creo que es una excelente noticia.

Ana Prieto: Quisiera concretar un poco que además de abordar los errores, creo que también debemos anticiparnos por la seguridad del paciente, anticiparnos a los errores inesperados. Con una comisión multidisciplinar que integre a médicos, enfermeras, farmacéuticos y dirección del hospital, se promovería la consecución del efecto óptimo de la medicación que el paciente utiliza. También hay que pensar en el seguimiento farmacoterapéutico, que evalúa la farmacoterapia en función de las necesidades del paciente alcanzar los efectos óptimos en salud obteniendo el mejor resultado de la medicación que el paciente está utilizando. Por lo tanto, siempre sería partidaria de una estrategia fuerte antes que de una normativa, que lo dejaría en último caso.

Un momento del debate 'Necesidad de una normativa para evitar errores de medicación en pacientes hospitalizados'.


Se ha puesto también sobre la mesa el aspecto tecnológico como ese plan de trazabilidad que mencionaba Veloso, que también apuntaba Baquero. ¿Qué opina al respecto?

Ana Prieto: Además de la farmacia de hospital, en las oficinas de Farmacia Comunitaria están realizando ya planes de trazabilidad de medicamentos desde que se produce hasta que llega a las farmacias. Con esa trazabilidad asociada a la tarjeta sanitaria del paciente se puede conocer perfectamente donde está el fármaco de una determinada caja, en qué domicilio está, y eso ayuda enormemente a anticiparnos y prevenir errores en la medicación o evitar esos efectos adversos o esas reacciones negativas antes de que pudieran producirse. Este paso ya está dado y creo que es importante continuar en esa línea de la trazabilidad identificando cada caja, estén a nivel hospitalario o estén a nivel de Farmacia Comunitaria. Creo que es un gran avance.

Elvira Velasco: La prescripción electrónica ha ayudado a evitar esos errores. Todavía hay sitios en que necesitamos impulsarla un poquito. La prescripción electrónica ha demostrado ser clave en del Covid. Dentro de los hospitales necesitamos esas conexiones WiFi para establecer sistemas de seguridad en cuanto a la administración. Si tenemos perfectamente identificados los protocolos asistenciales en base a los procesos del paciente, vamos a tener mayor seguridad y evitar males que no deseamos.

También hay que aprovechar el potencial de las asociaciones de pacientes, hay que incluirlos en las tomas de decisiones y tenerlos en cuenta. Nosotros planteamos que pudieran participar en el Consejo Interterritorial y también a niveles más pequeños, como puede ser en la gestión de un hospital a través de las comisiones de dirección o los órganos que se establezcan. Eso redundaría en que todos trabajaríamos mejor y por una causa común.

Enrique Veloso: El uso de las nuevas tecnologías es obligado, debemos utilizar todas las herramientas que estén a nuestro alcance para facilitar ese uso seguro de los medicamentos. Hay que tener en cuenta un aspecto que hay que desarrollar en estos próximos años que son los sistemas de alertas, los sistemas de registro de actividad. El objetivo último de toda esta utilización de los recursos y de los avances tecnológicos no es solo en detectar los errores de medicación, sino ser capaces de evitarlos en tiempo real. Eso sería lo óptimo de la utilización de esos aprovechamientos tecnológicos. En ese sentido la prescripción electrónica, la preparación automatizada, la unidosis de código de barras, los sistemas automatizados en armarios robotizados de dispensación son necesarios, pero con la previa validación del farmacéutico porque si no puede haber también errores.

Enrique Veloso: "Es obligado utilizar todas las herramientas a nuestro alcance para facilitar un uso seguro de los fármacos".

Cuando me reúno con la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, me cuenta que aunque, por ejemplo, los sistemas de administración de medicamentos con códigos de barras, que muy claramente han demostrado su eficacia y su seguridad, están escasamente extendidos en España. Hay poca implantación en España de este tipo de avances tecnológicos y eso es a lo que hay que dar un verdadero impulso para frenar los errores en la medicación.

José Luis Baquero: Fíjate lo que es la prescripción electrónica, algo que se estableció como norma y que ha sido un importantísimo avance en cuanto a la reducción drástica en los errores de transcripción. Sin embargo, el nivel tecnológico que existe, por poner el ejemplo de un hospital, en la farmacia, es infinitamente superior al de hospitalización. En farmacia tienen el almacenamiento robotizado, el código de barras según entra el producto, un control perfecto, aparte de su propia validación, y la dispensación también está perfectamente organizada.

Sin embargo, ese medicamento llega a la planta en la que apenas tienen asistencia tecnológica. Estoy seguro de que todas las enfermeras agradecerían tener un soporte tecnológico que tomara el código de barras del paciente, tomara el código de barras del medicamento y pitase si hay alguna anomalía. Aunque no haya WiFi en todas las plantas, España está a años luz del WiFi con respecto a hospitales del resto de Europa. Pero eso mismo lo podríamos llevar también a la calle, a la comunidad, la farmacia controla perfectamente la trazabilidad del producto e incluso sabe en qué casa está el medicamento, lo que no sabemos nadie es cómo lo está tomando el paciente.

Todos llevamos algo, que además de ser un ordenador fantástico, una de las funciones es que es teléfono. Pues con solo poner una aplicación que lea el código de barras ya te resolvería el problema, estamos hablando de una tecnología que llevamos todos en el bolsillo.

Ana Prieto destaca el papel de los profesionales sanitarios para prevenir errores en la medicación.

Ana Prieto: Estoy de acuerdo en que una vez que el medicamento llega al paciente, hayamos solventado todas aquellas situaciones de errores que podrían producirse, hay un trabajo importante que hacer, porque el paciente puede tener el medicamento y no tomárselo o tomarlo mal. Ahí también cabría hacer educación al paciente. El paciente necesita un diálogo intenso con los profesionales sanitarios con los que está tratando, con el médico, con la enfermera, con el farmacéutico, para saber para qué toma ese medicamento, cuándo lo tiene que tomar y cómo lo tiene que tomar. De nada sirve que evitemos los errores en todo el proceso desde la fabricación de medicamento, pasando por la prescripción, dispensación, almacenamiento, etc., si llega al paciente y se encuentra con seis cajas de medicamentos con las que se puede confundir perfectamente en cómo se toman.

José Luis Baquero: Fíjate que para controlar que la medicación es la adecuada en ese momento se habla de siete elementos clave. Si es el paciente; la medicación; la dosis; la vía de administración y la hora adecuadas. El sexto es que el paciente está informado, porque el paciente participa, efectivamente; y la séptima es que quede registrado. Todo eso podría quedar resuelto con un sistema informatizado.

La pregunta que también creo que a raíz de esto hay que poner sobre la mesa es ¿por qué no se implementa? ¿Entra en juego el factor financiero? ¿No hay suficiente presupuesto para impulsar una tecnología como esta?

Elvira Velasco: No, yo creo que entramos en un proceso de organización de los centros sanitarios. Yo tuve la suerte de estar en todo el plan de montaje del nuevo Hospital de Salamanca y creo que depende un poco de la estructura del centro sanitario. Salamanca tenía una situación concreta, pero, por ejemplo, en la provincia de Zamora, el acceso a las nuevas tecnologías o a una red informática es muy complicado.

Por otro lado, tiene que haber muy buena comunicación con las asociaciones de pacientes porque, como decía José Luis, ellos tienen perfectamente identificado lo que pasa en el domicilio. Debemos buscar una alianza en beneficio de ese objetivo común e identificar muy bien el problema. Cuando se identifican la mala praxis, se toman medidas que irán tanto en la línea de la formación, como en la de los medios técnicos.

José Luis Baquero: Agradezco la alusión que se ha hecho a la participación de las organizaciones de pacientes. Las organizaciones de pacientes (todos somos o seremos pacientes) tienen ya incluso expertos sanitarios representándoles, creo que somos interlocutores perfectamente válidos para estas estrategias.


"Un estudio cifra en más de 1.700 millones de euros el coste de los errores en la medicación"


País Vasco es una de las comunidades autónomas que tiene un plan de seguridad, igual que Cataluña. Madrid es la tercera que lo va a tener. Ese decreto debería de estar en todas las comunidades autónomas. Incluso con él ha habido recientemente un problema en País Vasco, donde un bebé prematuro ha muerto en el Hospital de Donostia por un error de medicación (se le suministró un anestésico en lugar de su suero alimenticio). Este problema no ha surgido porque no existiera un plan o una norma, que como he dicho ya tienen, ha ocurrido porque realmente no tenían un soporte que les pudiera validar aquella medicación que le iban a administrar al bebé. Creo que ha sido una calamidad y que, si hubiera habido el adecuado soporte tecnológico, no habría habido ese problema.

Enrique Veloso: El planteamiento que se debería de hacer es que si el objetivo al que tenemos que tender todos es a crear un sistema sanitario que sea seguro y que sea además a prueba de errores humanos, pues tenemos que invertir todo lo que sea necesario. No hay discusión. Si ponemos en una balanza el coste de mantener un sistema que sea sanitario, seguro, de calidad y eficiente, frente a los costes de lo que supone el no invertir y mantener un sistema que tiene agujeros está claro quién gana. Es decir, hace años un estudio cifraba en más de 1.700 millones de euros al año el coste de los errores de la medicación en España. Hoy en día deben ser más de 2.000 millones.

José Luis Baquero: Fijaros en una cosa, si a los usuarios de la Sanidad se les preguntara en qué invertir el dinero que como contribuyentes todos estamos dando a la sanidad pública, porque nada es gratis, ¿qué prioridad creéis que le darían a establecer protocolos, mecanismos y tecnología para evitar los errores de medicación? En qué posición la pondrían estos padres. Lo habríamos puesto en el uno. Y además es que no es un presupuesto tan alto, o sea es más bien bajo. Estamos hablando de chocolate del loro para algo que sería prioritario le preguntaras a quien le preguntaras, paciente o profesional.

Elvira Velasco: Y desde el punto de vista profesional, ningún sanitario quiere una mala práctica clínica. Con lo cual, todo lo que se invierta en mejorar esa práctica clínica los sanitarios lo vemos muy bien. Hay apostar por incorporar todas las nuevas tecnologías que vayan a mejorar una situación que no es deseable para ningún sanitario.

José Luis Baquero: Hay que insistir en que los profesionales son las segundas víctimas y la declaración de un error no debe ser punible. Esto ayudará, además, a mejorar los procedimientos.


"Hace falta un baremo de daños sanitarios... al no haberlo, si un sanitario comete un error, se le mide con el baremo de accidentes"


Elvira Velasco: Y partimos de otra cosa, que si cometo un error como sanitaria, me juzgan no tengo un baremo sanitario que me juzgue con arreglo al hecho producido. Al no haber un baremo de daños sanitarios, me miden por el baremo de accidentes de trabajo. Entonces yo creo que el sanitario ahí se encuentra bastante desprotegido y espero que también sea otro de los aspectos que por el que apostemos.

Ana Prieto: En el aspecto de la detección y prevención de errores de medicación no me ceñiría exclusivamente al plano tecnológico, también me fijaría en los recursos humanos con los que cuenta el Sistema Nacional de Salud. Son muy válidos y tanto médicos, como profesionales de Enfermería y farmacéuticos tienen un papel muy activo en mejorar la seguridad del uso de los medicamentos.

El Servicio de Farmacia del hospital y la propia oficina de Farmacia Comunitaria son lugares idóneos también para detectar y prevenir esos errores de medicación. Solo con la tecnología no evitamos errores de medicación porque si un paciente no se toma el medicamento quien lo va a detectar es el profesional que dialogue con ese paciente, que tenga una relación de confianza.

Quisiera también introducir el concepto de conciliación y revisión de la medicación que es tan importante. Cabría impulsarlo dentro de una estrategia de mejora de la seguridad de la medicación. También hay que apostar por la participación de las diferentes sociedades científicas, colegios oficiales, sanitarios, asociaciones de pacientes y de todas las comunidades autónomas siempre coordinadas con el Consejo Interterritorial.

Los ponentes han puesto sobre la mesa la necesidad de que los planes de seguridad del paciente se implementen y no queden relegados a la mera 'literatura'.


Se ha mencionado la importancia de dar más voz a las asociaciones de pacientes. Siempre se está hablando de que hay que poner al paciente en el centro del sistema, es como un mantra que se repite constantemente. ¿Hasta qué punto es necesario que haya ese acuerdo entre sociedades científicas, pacientes, gobiernos, pero sobre todo hasta qué punto es importante empoderar la voz de los pacientes en el debate sanitario?

Elvira Velasco: Yo es que creo que no es importante, es trascendental. Felicito al Foro Español de Pacientes por la iniciativa que llevaron a finales de febrero sobre los acuerdos con las sociedades científicas, colegios, organizaciones profesionales sobre los errores de medicación. Ahí definieron cinco líneas muy claras. Es un ejemplo de cómo ellos están apostando por que se les tenga en cuenta y por llegar a acuerdos y trabajar con todos los sectores que puedan tener algo que ver en esto. La Organización Mundial de la Salud en el 2017 pretendía que en el 2022 trabajáramos todos para reducir a la mitad los errores de medicación. Yo creo que si trabajamos todos juntos en esto al final lo lograremos.

No puedo estar más de acuerdo con que haya participación de los pacientes. Soy partidaria de que participen desde las propias organizaciones de los servicios.

José Luis Baquero: Al hilo de lo que comentaba Elvira, desde el Foro Español de Pacientes promovemos el proyecto AFEM, la Alianza Multidisciplinar Frente a los Errores de Medicación, al que se han adherido 25 organizaciones sanitarias tanto profesionales como sociedades científicas, de Medicina, Farmacia, Enfermería y administrativos de la Sanidad, entre otros. Las conclusiones se basan sobre todo en tres pilares, uno, es el de los profesionales en cuanto a cantidad y calidad. En cuanto a cantidad evidentemente se ha de cumplir una ratio por pacientes atendidos, porque la sobrecarga de trabajo puede ser motivo de error, pero también en cuanto a calidad, en cuanto a que se les motive porque siempre va a haber resistencias al cambio. Dos, en cuanto a los procesos seguros y en hacer uso de la tecnología.

Y el impulso, nos parece que es fundamental como tercera pata, convertirlo en norma, el dotarlo presupuestariamente, porque creemos que si fallan los profesionales, si falla el proceso o falla ese impulso, no podemos resolver el problema.

Enrique Veloso: El planteamiento que haría en términos generales es que el éxito de una norma está vinculado al grado de consenso con el que se crea. Si, en este caso, el Foro Español de Pacientes ha conseguido un consenso con más de 25 organizaciones del sector sanitario, sociedades científicas, colegios profesionales, etc., que se han sumado a ese manifiesto, significa que ya hay un respaldo de los profesionales sanitarios a hacer algo para cambiar la estrategia, para que se haga algo más efectivo para conseguir la reducción de los errores de medicación en los pacientes hospitalizados. Pero claro, ahora lo que se requiere es el consenso también de las fuerzas políticas, es decir, ahora hay que aprobar esa norma. Cuanto mayor sea ese respaldo del arco parlamentario mayor validez y vigencia va a tener.

Vamos a pasar a las conclusiones finales, que consisten en una reflexión de un minuto por cada ponente para poner el broche final al tema del debate.

Conclusiones del debate : 'Necesidades de una normativa para evitar errores de medicación en pacientes hospitalizados'

Enrique Veloso: Los errores en la medicación de los pacientes hospitalizados es algo que se puede y se debe evitar. Los costes que suponen estos errores de la medicación a nivel España son demasiado altos. Una de las propuestas es aprovechar todos los adelantos tecnológicos para, en la medida de lo posible, reducir esos errores en la medicación y crear un entorno seguro su uso. Lo que buscamos es que se detecten los errores y se puedan impedir en tiempo real.

Hay que apostar por la formación, crear una cultura de seguridad que no sea punitiva, que alimente ese sistema de notificación. Los profesionales tienen que sentir que hay obligación de notificar los errores pero con el fin de aprender de los mismos para que no se vuelvan a repetir. Ese debe ser el mensaje que debemos trasladar. Hay que dar formación específica a los profesionales sanitarios sobre la sensibilidad, sobre las dificultades, los riesgos, la importancia de la prevención de estos errores en la medicación, pero también, como antes hemos dicho, educar al paciente para que conozca su enfermedad, para que controle su medicación.

Hoy por hoy existen estrategias a todos los niveles, a nivel nacional, a nivel autonómico y existen protocolos múltiples en todos los centros hospitalarios, pero siguen produciéndose los errores de medicación, luego debemos hacer algo para atajar este problema de raíz.

Elvira Velasco: Hay que establecer una sistematización continuada de la evaluación de los procesos asistenciales desde la prescripción, administración y distribución hasta que el medicamento llega al propio paciente. Estamos hablando de una estrategia de seguridad del paciente que debe de promover prácticas clínicas seguras y para ello hemos de contar con la implicación de todos los que participan en el proceso incluido el paciente. Hay que habilitar un baremo de daños sanitarios para los profesionales, que se les pueda juzgar con arreglo al hecho que haya podido producirse. Y desde luego hay que incorporar todas las nuevas tecnologías para evitar esos errores.

Ana Prieto: Un uso inadecuado de los medicamentos puede ocasionar desde reacciones adversas, interacciones, problemas de salud, falta de eficacia en tratamientos que estén correctamente indicados, entre otras consecuencias. Decir que en todo esto el paciente es el eje, porque el paciente es el eje del sistema sanitario y todos los profesionales sanitarios deben trabajar en equipo, incluidas también las sociedades científicas, las asociaciones de pacientes y los gobiernos. Un error de medicación es un fallo en el recorrido del medicamento hasta llegar al paciente en el que actúan médicos, equipo de Farmacia y Enfermería, pero también estos agentes son los que pueden prever que no ocurra ese error, porque los errores de medicación son evitables.

No debemos centrarnos solo en el concepto de errores, también en problemas relacionados con el uso del medicamento como efectos adversos e inefectividad de tratamientos y cada uno de estos asuntos requeriría de una estrategia específica.

José Luis Baquero: En primer lugar, insistir en que además de los pacientes, es víctima también aquel profesional que ha podido tener ese error y al que hay que apoyar y desde luego no hay que criminalizar.

Ahora mismo partimos de una alianza multidisciplinar muy potente, más de 25 sociedades que abarcan tanto médicas, como Farmacia, como Enfermería, como los administrativos de la sanidad y otros profesionales que también pueden intervenir en los procesos. Partiendo del análisis que se hizo se llegaron a estos tres pilares para soportar un adecuado abordaje de los errores, como es el apoyo hacia los profesionales, en primer lugar, tanto en el número como en aspectos cualitativos. Hay que insistir en el número, pues hay pocos médicos de Familia, entre otras especialidades; y desde luego Enfermería está muy por debajo del ratio medio europeo.

En segundo lugar, están los procesos, los procesos deberían de ser ajustados, hospital por hospital, y servicio por servicio, pues el perfil del paciente no es el mismo en todos los servicios, y en todo caso informatizados y haciendo uso de la tecnología ya disponible (lectores de barras, bombas inteligentes, etc.).

Y, en tercer lugar, esto no puede ser un plan estratégico más. Se tiene que establecer como una norma que obligue a establecer planes eficaces para abordar la prevención de los errores en la medicación. Y, por supuesto, dotarlo tanto de medios como de objetivos, y para esos medios uno que es fundamental es el tecnológico, que ahora es absolutamente asumible.

José Luis Baquero: "Esto no puede ser un plan estratégico más, hace falta una norma que establezca acciones eficaces".


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