Así es el plan de Sanidad contra el zika

David García. Madrid
El Ministerio de Sanidad considera en un informe que “existe un riesgo de transmisión autóctona del virus Zika real durante el periodo de actividad vectorial en España”, es decir, durante los meses de calor.
 
Así lo pone de manifiesto en su reciente ‘Evaluación Rápida del Riesgo de transmisión de enfermedad por el virus zika en España’, un informe que también ha sido remitido a las Comunidades Autónomas a la espera de que se celebre la reunión con éstas para aprobar de manera definitiva el protocolo contra el virus, y en el que están trabajando codo a codo entre Sanidad y las propias autonomías.
 

Alfonso Alonso, ministro de Sanidad en funciones.

La fecha para la celebración de dicha reunión no está aún cerrada ya que no se trata de un asunto de urgencia, según fuentes del Ministerio de Sanidad.
 
Este documento es por tanto el último que ha publicado Sanidad sobre el virus, y en él se repasa la evolución en el resto del mundo y detalla en qué consiste la enfermedad que causa, enumerando sus síntomas y formas de transmisión para hacer una evaluación final del riesgo que tiene España de que el virus se transmita de forma autóctona.
 
Sanidad advierte en este punto que “uno de los vectores competentes para la transmisión del virus zika, el ‘Ae.  Albopictus’, está presente en una parte importante del territorio español”, y detalla que en concreto se ha localizado en 14 provincias de siete comunidades.
 
Además, advierten que algunas zonas de nuestro país cuentan con todos los factores que favorecen la transmisión autóctona y concluye que “la población española es mayoritariamente susceptible y por tanto vulnerable a la infección por el virus zika”.
 
En el documento, Sanidad alerta de que “su detección se ve dificultada por el hecho de que hasta un 75 por ciento de los casos pueden ser asintomáticos,  y de que en caso de aparecer  su sintomatología es muy parecida a la del dengue, el chikungunya y otras arbovirosis que cursan con exantema y fiebre”.
 
Por último, recomienda establecer una vigilancia específica de la enfermedad por virus zika y difundir información entre los profesionales sanitarios, e indica asimismo que esta evaluación del riesgo se actualizará a medida que se disponga de más información que pueda afectar a las conclusiones y recomendaciones.