Redacción. Madrid
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha realizado un informe sobre la atención psiquiátrica en países que integran esta asociación (son 34) en el que asegura que los servicios de salud mental están “desproporcionadamente” centrados en adultos, cuando casi la mitad de éstos desarrollan su enfermedad antes de los 15 años.
Ángel Gurría, secretario general de la OCDE.
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“Los esfuerzos deberían centrarse en mejorar el tratamiento para la población en edad escolar y jóvenes adultos”, se comenta en el informe. Enfermedades como la ansiedad o los trastornos de personalidad pueden incluso empezar a la edad de 11 años.
En general, los gobiernos deben intensificar sus esfuerzos para mejorar la atención de salud mental, que se está manteniendo en la actualidad con pocos recursos y no es una prioridad en muchos países, según el informe. Por otro lado, los costes sociales y económicos de la mala salud mental están creciendo.
Las personas con un trastorno mental grave mueren hasta 20 años antes que la población general, además de tener de seis a siete veces más probabilidades de estar desempleados.
Una de cada dos personas se estima que experimente problemas de salud mental en algún momento de su vida, lo que afecta a sus perspectivas de empleo, los salarios y la productividad. Los costes directos e indirectos de la mala salud mental pueden superar el 4 por ciento del PIB en muchos países de la OCDE.
La salud mental suele estar infratratada en todos los países, según el informe. Entre un tercio y la mitad de las personas con trastornos no reciben tratamiento.
La falta de datos fiables es una parte del problema: pocos países pueden medir con precisión los recursos que invierten en la atención de salud mental, por lo que es difícil cuantificar el costo y asignar los escasos recursos. Los países se esfuerzan por analizar si se cumplen las necesidades de los servicios de salud mental están y si están ofreciendo buenos resultados.
Contar con información detallada y actualizada es esencial para entender la prevalencia de las enfermedades, sus costos, y para realizar un seguimiento de los resultados del tratamiento y la calidad de la atención.
Los trastornos mentales de leves a moderados, como la depresión y la ansiedad son muy frecuentes – el 15 por ciento de la población en edad de trabajar se ve afectada en un momento dado. Son también ampliamente infratratados; globalmente el 56,3 por ciento de las personas con depresión no reciben un tratamiento adecuado. Estos trastornos contribuyen significativamente a la reducción de la productividad, las ausencias por enfermedad, invalidez y desempleo en los países de la OCDE.
Invertir más en la Atención Primaria sería una manera costo-efectiva para el tratamiento de los trastornos mentales de leves a moderados. En la mayoría de países de la OCDE, ya se espera que los profesionales de atención primaria diagnostiquen, traten y manejen este tipo de trastornos, pero en muchos casos carecen de los recursos, el tiempo y la experiencia para hacerlo con eficacia.
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