Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea.
La Comisión Europea ha decidido dar a España
dos años de prórroga para corregir su déficit, que deberá situarse por debajo del 3% en 2018, pero esta concesión lleva aparejada
una serie de recomendaciones que el Ejecutivo en funciones deberá asumir si quiere cumplir con los objetivos de déficit marcados.
Así lo hace saber en un
documento de seis folios en el que, entre otros, explica que para conseguir que el déficit se sitúe en el 4,6% este año, el 3,1% en 2017 y 2,2% en 2018, "es necesario considerar nuevas medidas extraordinarias". En concreto, los ahorros para 2017 y 2018 pueden incluir "la reducción del número y alcance de los gastos de impuestos, en particular las
tasas del IVA reducido, para conseguir el solicitado esfuerzo estructural", señalan en el texto.
Esta recomendación acaba con la que ha sido una de las exigencias de la sanidad privada española, que desde el pasado año viene reclamando que el llamado
IVA sanitario, que pasó del 10% al 21%, vuelva a su tasa inicial por tratarse de un gravamen que afecta a productos de primera necesidad.
Después de la decisión de
subir el impuesto sobre sociedades un 20% mínimo en el sector sanitario, esta nueva recomendación de Bruselas termina de alertar a las empresas que se verán afectadas por las medidas que se piden desde Europa para corregir ese objetivo de déficit. Será el Ejecutivo en funciones quien decida cómo llevar a cabo estas instrucciones, ya que la Comisión Europea ha dado
hasta el 15 de octubre como plazo para que España le remita un informe sobre las nuevas medidas adoptadas.
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