Redacción. Madrid
El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), correspondiente al mes de septiembre de 2015, el primero tras las elecciones autonómicas y municipales, ha preguntado a los ciudadanos su opinión sobre el trabajo que ha llevado a cabo el Gobierno de su comunidad en materia de sanidad durante los últimos cuatro años. En general, las notas obtenidas no son nada positivas. Sólo en La Rioja y Cantabria el porcentaje de quienes creen que la actuación del Ejecutivo ha sido buena supera al de quienes opinan que ha sido regular, mala o muy mala.
Foto de familia del Consejo Interterritorial del 26 de marzo de 2015.
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En concreto, en La Rioja, el 33,1 por ciento ha señalado que la actuación ha sido 'buena' y el 26,9 por ciento cree que ha sido 'regular'. Esta es la herencia que ha dejado el popular José Ignacio Nieto, al frente de la sanidad riojana. En el caso de Cantabria, el 26 por ciento ha puntuado el trabajo del Gobierno como 'bueno'. De los datos se puede desprender que los cántabros avalan la política de la exconsejera María José Sáenz de Buruaga en aspectos como la finalización del Hospital de Valdecilla, que ha eclipsado sus cuatro años al frente de la sanidad regional.
Las reducciones presupuestarias influyen en la percepción del ciudadanos
Por su parte, un 18,6 por ciento los madrileños han valorado la gestión de la sanidad regional como 'buena'. Mientras, un 24,7 por ciento que la ha definido como 'mala'. Las cifras pueden deberse al vaivén de consejeros que ha vivido el Gobierno la pasada legislatura en la cartera sanitaria y a medidas como la externalización de los centros sanitarios que no contaron con un respaldo amplio de la ciudadanía.
La gestión de la sanidad extremeña en la última legislatura ha sido 'regular' para un 37,1 por ciento de los ciudadanos y 'mala' para un 29,8. El exconsejero Luis Alfonso Hernández Carrón tuvo que lidiar con la reducción presupuestaria de esta etapa que conllevó medidas como el cierre de los puntos de atención continuada, una medida que habría provocado cierto malestar. Mientras, en Castilla y León el 33,8 por ciento ha puntuado como 'regular' la labor sanitaria del Gobierno. Un porcentaje algo inferior, el 30,7, la ha calificado como 'mala'. Estas cifras y la reelección del PP como partido en el Gobierno obligan a Antonio Sáez Aguado a mejorar estos resultados.
Se pone en entredicho el trabajo de los responsables sanitarios
Los datos de Castilla-La Mancha muestran que, para el 30 por ciento de los encuestados, el trabajo del Ejecutivo durante la pasada legislatura ha sido 'muy malo'. El porcentaje de los que consideran que ha sido 'malo' llega al 27 por ciento. La elevada deuda encontrada por el anterior Gobierno, que obligó a aplicar medidas austeras, ha pasado factura a la gestión de José Ignacio Echániz. El trabajo del Partido Popular en materia sanitaria durante la última legislatura ha sido ‘malo’, según el 32,3 por ciento de los valencianos y ‘muy malo’ para el 24. Habrá que ver si la política 'rupturista' de Carmen Montón da la vuelta a los datos.
En Aragón, el porcentaje más alto (30,4 por ciento) afirma que la gestión sanitaria ha sido 'regular' y un 29,6 por ciento estima que ha sido 'buena'. Estos resultados, obtenidos de la etapa de Ricardo Oliván al frente de la consejería, obligan al actual responsable de la sanidad, Sebastián Celaya, ha redoblar su esfuerzo para cambiar esta percepción. Los ciudadanos de la Región de Murcia presentan, por lo general, una visión negativa de la política sanitaria desarrollada en la comunidad a instancias de la anterior consejera, Catalina Lorenzo. Así, el 36,3 por ciento califican de ‘mala’ la labor del ejecutivo y el 14,7 de ‘muy mala’.
Las listas de espera y la precariedad laboral provocan malestar
El 30,2 por ciento de los navarros califican la labor sanitaria del Gobierno Foral como ‘mala’, mientras que el 22,1 se muestra más optimista y cree que el liderazgo de Marta Vera ha sido ‘bueno’. La visión de los canarios en torno a la sanidad resulta especialmente negativa. Las amplias listas de espera y la precarización laboral en el sector han motivado que el mayor de los porcentajes (30,6) defiendan que la labor política ha sido ‘muy mala’.
En el caso de Islas Baleares, los últimos cuatro años del Govern popular resultan ‘malos’ para el 30,5 por ciento y ‘regular’ para el 24,2. La nueva consejera, en este caso socialista, Patricia Gómez, tiene un importante tarea por delante si quiere mejorar estos resultados. En última instancia, el 33,6 por ciento de los asturianos no se inclinan por uno u otro extremo al tildar de ‘regular’ la labor sanitaria desarrollada por el ex consejero Faustino Blanco. Muy igualadas se encuentran las opciones de ‘buena’ y ‘mala’, con el 25,3 y el 25,6 respectivamente.
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