La transferencia universidad-empresa, talón de Aquiles de la Ley de Ciencia

El sector de la Ciencia valora positivamente la apuesta del Gobierno por establecer un pacto por la innovación, aunque reclama reformas “más profundas” que modernicen e impulsen la investigación española, así como la transmisión de conocimiento de la Universidad a las empresas. Al respecto, la presidenta de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), Ana Polanco, ha abogado este lunes en el Congreso por ahondar en factores “clave” como la mutualización de servicios de transferencia de conocimiento o el desarrollo de proyectos de I+D en bancos de pruebas de laboratorio.

Polanco ha sido uno de los intervinientes en la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades que se celebra este lunes en el Congreso de los Diputados al objeto de informar de la subcomisión relativa al desarrollo del Pacto por la Ciencia. Una sesión en la que la presidenta de Asebio ha afirmado que España se encuentra ante una "ocasión única" para impulsar la transferencia de conocimiento.

“La reforma de la Ley de la Cencia permitirá impulsar la transferencia de nuestro sistema de I+D y hacerlo desde su capital humano, con una mejor colaboración público-privada y más confianza a la hora de trabajar juntos”, ha valorado Polanco, que ha abogado, entre otras medidas, por establecer una carrera profesional de los investigadores que les permita la movilidad entre ambos sectores “sin penalizarles”.

Inversión en Ciencia en España

En esta sesión ha tomado también la palabra el exdirector del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Mariano Barbacid, quien ha reconocido su preocupación ante la "letra pequeña" del proyecto de Ley de Ciencia, que establece que el incremento de la financiación hacia el sector hasta el 1,25 por ciento del PIB en 2030 “estará condicionado por las disponibilidades presupuestarias de cada ejercicio”.

“Sin financiación no saldremos del agujero en el que estamos metidos", ha advertido Barbarcid, que ha añadido que, debido al retraso sufrido por la crisis de 2008 en el ámbito científico, “hubiera sido deseable que en lugar de 2030 el objetivo fuese para 2025”.

Finalmente, el exdirector de CNIO se ha mostrado a favor de una Ley de Ciencia partiendo de la base de que en España la mayor parte de los investigadores son funcionarios; respecto a la necesidad de atraer talento, ha recordado que con un "buen sueldo" y unas buenas instalaciones es posible. "La retención de talento requiere inversión y buenas prácticas de liderazgo", ha señalado.