Cristina Mouriño / Imagen: Miguel Ángel. Valladolid
La gestión clínica se postula como herramienta integradora del sistema pero no como una metodología de trabajo novedosa. Así lo han puesto de manifiesto los asistentes a la Mesa de Expertos sobre Unidades de Gestión Clínica durante el Encuentro de Parlamentarios de Sanidad organizado por Sanitaria 2000 y Novartis en Valladolid.
De izq. a dcha., Manuel Martín García, José María Soto, Jorge Matías-Guiu, José Alberto San Román, Julio García Comesaña, Manuel Franco, Araceli Tejedor, Silvia Sáez y Belarmino Rodríguez.
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Alberto San Román, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico de Valladolid y coordinador de la Unidad de Gestión Clínica de Cardiología de este centro, ha destacado que “el modelo es insostenible, pero no por la crisis. El problema viene desde 2002 cuando el gasto sanitario per cápita se dispara en relación al Producto Interior Bruto”. “Frente a esto, ha explicado, tenemos varias opciones y entre ellas está la de dotar de más responsabilidad a los profesionales en la toma de decisiones, la gestión clínica”.
“Hasta ahora, ha continuado, veníamos haciendo gestión sin control, y eso no es gestión clínica”. “Tenemos que ir mucho más allá y ser más exigentes con nosotros mismos”. “Lo que no es ético es que el profesional haga gestión sin tener en cuenta el gasto, que es distinto a ser economicista”.
Por su parte, Manuel Franco, jefe del Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Zamora y coordinador de la Unidad de Gestión Clínica de Psiquiatría de este centro, ha subrayado que “por primera vez nos dan la oportunidad de organizar la asistencia a aquellos que conocemos a los enfermos”. “La gestión clínica nos ha permitido tratarles en comunidad y coordinarnos con Atención Primaria”.
Para Jorge Matías-Guiu, la gestión clínica partió de dos modelos: el proyecto Prisma del Hospital Clínico San Carlos y los proyectos del Insalud. “Pero su base real, ha explicado, es que los hospitales son grandes empresas, con mucho personal y poca estructura administrativa, y por eso se optó por descentralizar”. “La gestión clínica se fundamenta en la asistencia centrada en el paciente y la lucha contra la variabilidad”. Guiu ha reconocido que “es difícil que un gerente delegue la gestión teórica de un presupuesto en un clínico”. “Para desarrollar este modelo hay que dar la estructura adecuada al hospital”.
Por su parte, Araceli Tejedor, vocal de la Asociación Nacional de Directivos de la Salud (ANDE) ha señalado que “las enfermeras deben desarrollar el liderazgo en la prestación de cuidados”. Ha hecho dos planteamientos: que se tenga en cuenta el papel de la enfermería en las unidades de gestión clínica y que se establezcan unidades transversales, lideradas por enfermeras.
José María Soto, secretario de comunicación de CESM-CyL, ha apuntado que “hay razones para mejorar como hacemos gestión clínica”. “La gestión clínica se está haciendo de forma tradicional en cada consulta. Lo importante es como se hace”. A su juicio, es fundamental mantener el régimen estatutario, la participación del profesional con criterios de calidad y que se desarrolle dentro de un sistema público de salud.
Desde Satse, su secretaria autonómica, Silvia Sáez, ha destacado que “la gestión clínica es una función del profesional reconocida en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias de 2003”. “La controversia se produce cuando ese proceso se relaciona con criterios economicistas”. “El modelo de gestión clínica solo puede salir adelante con la participación de los profesionales vinculados a un mismo proceso asistencial”. Sáez ha apostado porque las enfermeras sirvan de elemento de enlace e integrador entre los distintos niveles.
Manuel Martín, presidente de la Federación de Asociaciones por la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), ha destacado que “la Ley General de Sanidad ya preveía las áreas de salud como un modelo integrador, pero las áreas sanitarias nunca se realizaron. La gestión clínica es una herramienta técnica para integrar las actuaciones de los distintos profesionales. No puede estar al servicio de la fragmentación del sistema ni puede utilizarse para laboralizar al personal”, ha añadido.
Por último, Belarmino Rodríguez, médico de Atención Primaria de la UGT, ha señalado que “tal y como se plantea la gestión clínica puedo sentirme ofendido porque parece que se cuestiona la gestión hecha hasta ahora”. Sin embargo, Rodríguez ha reconocido que “la gestión clínica puede facilitar el tránsito del paciente por el sistema sanitario”, pero ha puesto en duda que “la gestión clínica esté tan clara si hay tantos documentos distintos para llevarla a cabo”.
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