La sanidad española tiene protocolos que, sin embargo, las nuevas profesionales desconocen

Las MIR reconocen desconocer la existencia de protocolos contra la violencia machista en los hospitales.
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25 nov. 2024 18:50H
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“La verdad es que no tengo ni idea sobre el tema”. “No conozco ningún protocolo”. “Me encantaría poder ayudar pero no tengo ni idea de ningún caso de ese tipo en mi hospital ni de los protocolos a seguir en caso de que ocurra”. Estas son algunas de las respuestas que varias MIR dan a Redacción Médica en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, al ser preguntadas por si conocen cómo deberían actuar en caso de sufrir o presenciar algún tipo de caso o agresión sexual por un compañero de trabajo. El miedo a denunciar, el anonimato o los procedimientos a seguir son tres factores que influyen en la toma de decisión a la hora de decir basta y su conocimiento entre los profesionales sanitarios es fundamental.

"Es hora de empezar a enterarnos bien de cómo funcionan estos protocolos", apunta una de ellas. Un conjunto de declaraciones de médicas jóvenes que reflejan la importancia de informar sobre este tipo de aspectos. ¿Cómo actuar? ¿Qué pasos debo seguir? Son algunas de las preguntas que merecen ser respondidas. Y sí, hay territorios en los que existe una hoja de ruta si tiene lugar una situación de acoso sexual o de agresión entre profesionales sanitarios, pero quizás las normas no estén acompañadas del suficiente altavoz. 
 
En las Islas Baleares existe un protocolo y Ruth Martón, subdirectora de Recursos Humanos en el Hospital Son Espases, lo conoce perfectamente. Esta hoja de ruta se creó en diciembre de 2022 y orienta a todas las médicas, enfermeras y demás profesionales a la hora de denunciar acosos por razón sexual y por razón de género, entre otros.
 
Aunque existe una Comisión de Igualdad en el centro, presidida por Martón, el Servicio de Salud de Islas Baleares prefirió emplear un mismo modo de actuación para todas sus gerencias. Son muchas las denuncias que ha recibido a lo largo de su carrera la licenciada en Derecho. Concretamente, en los nueve años que lleva en el cargo, ha recibido tres casos de acoso sexual, ya que "la mayoría de denuncias son por acoso laboral”, aunque muchas son por razón de género.

Protocolo de actuación ante una situación de acoso o agresión sexual en un hospital

 
Según afirma, el protocolo mencionado se trata de una iniciativa que ha funcionado “correctamente” hasta el día de hoy. “En los hospitales, cuando un profesional denuncia un acoso, lo más normal es que se lo comente a su inmediato superior”, explica. A continuación, sería éste quien lo trasladaría a la Gerencia: “Este tipo de casos me llegan, por un lado, como subdirectora de RRHH, y como presidenta de la Comisión”. De hecho, pone en valor la labor de los sindicatos ya que, “al ser los que conocen a los trabajadores”, actúan como transmisores de información. Aun así, hay que destacar que es posible que la médica o enfermera afectada pueda acceder directamente a la gerencia.
 
Una vez llega la información a Martón, se asesora a las personas afectadas y se les orienta. “Tienen que llevarlo al Ib-Salut y rellenar un formulario”, puntualiza. Y tal y como se mencionaba al principio, el protocolo balear establece que “el procedimiento de actuación en una situación de acoso tiene que ser ágil y rápido y ha de proteger en todo momento la intimidad, la confidencialidad y la dignidad de las personas afectadas”.
 
El documento oficial, que se puede descargar a través de la web del Servicio de Salud o del propio Hospital Son Espases, muestra las diferentes líneas a seguir y concluye con el formulario para presentar acusaciones. De hecho, no solo puede denunciar la persona afectada, sino que el procedimiento da la opción de registrarse como “otro solicitante”.

La delicada barrera de la palabra acoso

 
Una vez dentro, el o la profesional debe rellenar datos como su centro de trabajo, la Gerencia donde tuvo lugar o la fecha del incidente. Se establecen tres tipos de acoso: leve, grave y muy grave. El primero de ellos erradica en chistes de contenido sexual, valoración sobre el aspecto físico o comentarios sobre la condición sexual de una persona.
 
El grave hace referencia a hacer insinuaciones, llamadas telefónicas ofensivas sobre cuestiones de índole sexual o pedir abiertamente relaciones sexuales sin presión. Por último, el nivel más grave se corresponde con los casos en los que existen abrazos o besos no deseado, chantaje sexual, tocamientos o cualquier tipo de agresión sexual de las tipificadas por el Código Penal, entre otros.
 
Martón hace hincapié en que hay personas que emplean la palabra acoso “con mucha ligereza, cuando se trata de algo muy duro”. Para el Ib-Salut, el término, acompañado de la palabra sexual, se trata de “cualquier comportamiento verbal, no verbal o físico no deseado de índole sexual que tenga como objetivo o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona o de crearle un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante, ofensivo o molesto”.

Información a médicos, MIR y enfermeras

 
Cuando se creó el protocolo, el Servicio balear se encargó de informar a cada una de las gerencias. Además, Martón indica que se dio formación a los sindicatos para que fueran ellos los que se lo comunicaran a los trabajadores. Lo presentaron también a los diferentes agentes sociales y también se impartieron cursos en 2023. “Es verdad que, en los hospitales grandes, aunque se envíen correos corporativos, no llegamos a todos”, matiza.
 
“Ha habido una gran evolución en igualdad a lo largo de los años”, señala. A lo que añade que no solo se contempla un avance en relación a las mujeres, sino también en diversidad. “Se debe respetar a todo el mundo sea quien sea”, concluye.
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